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Las incógnitas y posibles escenarios que deja el 'supermartes' en EEUU

Dos escenarios posibles

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Varias personas esperan para votar en un colegio electoral de Edmond, Oklahoma. - EFE

Los resultados del supermartes no han dejado ninguna sorpresa. Donald Trump y Hillary Clinton se afianzan en el liderazgo de sus respectivos partidos en la carrera por la nominación y ensanchan su ventaja respecto a sus competidores. Con cientos de delegados en juego de cara a las Convenciones de ambos partidos, que se celebrarán en julio, esta jornada es indudablemente la más importante del calendario de primarias. Pero, ¿es tan decisivo el supermartes como aparenta a primera vista?

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Dos escenarios posibles

A partir del día 15 y en función de los resultados acumulados, pueden darse dos escenarios. El primero, y desde mi punto de vista el menos probable, es que Rubio o Cruz se retiren (dando por sentada la retirada de Kasich y Carson, que es cuestión de tiempo) y sólo queden dos candidatos en liza. Si esto es así, teniendo en cuenta que a partir de esa fecha se aplicarán en la gran mayoría de los Estados sistemas mayoritarios (los más extendidos son el sistema mayoritario puro, en el cual el candidato que obtenga la mayoría simple se lo lleva todo ─winner takes all─, o el sistema que otorga automáticamente la totalidad de los delegados al candidato que supere el 50% de los votos), es muy posible que en un tiempo relativamente corto alguno de los dos candidatos obtenga una ventaja suficiente para proclamarse vencedor antes de llegar a la Convención.

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Combo de fotografías de los candidatos republicanos, Marco Rubio, Donald Trump y Ted Cruz. - REUTERS

Por otro lado, en la lucha particular que mantienen Cruz y Rubio para aglutinar todos los apoyos anti-Trump, de momento Cruz es el que ha conseguido un mayor impulso, aprovechando que en esta primera fase de primarias predominaban los Estados sureños y marcadamente conservadores, incluido el propio Estado de Texas del que Cruz es senador. Sin embargo, de ahora en adelante, el predominio va a corresponder a Estados de mayoría demócrata o más moderados, lo que en el ámbito de las primarias republicanas suele favorecer a los candidatos con un perfil menos extremista. En ese sentido, si hasta ahora ha sido el momento de Cruz, ahora podría empezar a serlo de Rubio, con una cita crucial en Florida, su Estado natal, el próximo 15 de marzo. Una victoria de Rubio supondría un impulso enorme a sus aspiraciones y, por eso, su entorno se ha empleado a fondo en los últimos días en lograr el apoyo del Gobernador Jeb Bush, que se resiste a otorgarlo.

No es descartable una Convención disputada

En un previsible escenario triangular, si Trump siguiese manteniendo porcentajes del 30% o 35%, como hasta ahora, Rubio y Cruz podrían seguir sumando también delegados y podríamos llegar a la Convención sin un ganador claro que tuviera más del 50% de los delegados. El resultado final quedaría a expensas, por tanto, de pactos y componendas entre los candidatos "supervivientes" e, incluso, entre los ya retirados, pues el voto de cada delegado cuenta. Sólo si Trump empezase a cosechar resultados del 40% o del 45%, se haría más difícil para Cruz o Rubio conseguir delegados y adelantaría su nominación. Hasta ahora, Trump sólo ha superado el 40% en Nevada, Massachusetts y Alabama.

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Hillary Clinton, durante un mitin previo al 'supermartes' en Miami, Florida. - REUTERS

Clinton gana sin despertar entusiasmo

En el campo demócrata la sorpresa no es, desde luego, que Hillary Clinton se lleve de calle varios Estados sureños con importante población afroamericana. La sorpresa es que Bernie Sanders, un candidato que surge inicialmente como expresión del voto de protesta y por el que hace unos meses nadie apostaba seriamente, sigue vivo y es capaz de ganar no sólo en el pequeño y muy progresista Estado del que es senador, Vermont, sino también en Estados numéricamente más importantes e ideológicamente más complejos, como Minnesota, Colorado y Oklahoma.

*El autor es profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid. Ha sido investigador visitante en el Washington College of Law (American University) y en la Universidad de Toronto.

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