Hong Kong protagoniza la venta inmobiliaria más cara del primer semestre del año: 111 millones de dólares
El Número 15 de Shouson Hill alberga la residencia de magnates como Li Ka-Shing, una de las más grandes fortunas de China. El exclusivo y reconocido complejo de mansiones de la ex colonia británica acaba de cerrar la operación inmobiliaria, anónima, más cara de la primera mitad del año.
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madrid,
Un lujoso inmueble de 746 metros cuadrados de planta con jardín privado, piscina seis baños y un extenso espacio de aparcamiento en la parte más meridional de Hong-Kong, en la conocida como Shouson Hill, una de las áreas más exclusivas de todo el planeta y, para muchos grandes patrimonios, el reducto residencial con mayor nivel de vida se ha vendido por 111 millones de dólares. Es la operación de compraventa más cara de la primera mitad del año y ha roto de un plumazo con la valoración máxima del complejo de viviendas. La magnitud de la transacción se aprecia también en la implicación de cuatro de las más poderosas firmas inmobiliarias que, en un mensaje conjunto, han sacado a relucir las cifras de la adquisición, aunque con el anonimato del comprador como requisito sine qua non para corroborar la inversión. Emperor International, Land Holdings, Mingfa Group International y CSI Properties han tejido el cambio de propiedad.
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"Es el récord absoluto hasta el momento por una vivienda", admite Louis Ho, director de ventas en la agencia de asesoramiento inmobiliario Centaline Property, pese a que las compraventas de viviendas en la Isla de Hong-Kong de segunda mano, incluso en Peak y en el Distrito Sur, donde se ubica Shouson Hill, descendió un 58% en relación al mismo periodo de 2021, precisa Ho, debido a las medidas de aislamiento decretadas por las autoridades de Pekín en la aplicación de la política 'Covid-cero' y por las reglas de distanciamiento social que se impusieron en la capital del país, en otras grandes ciudades y, por supuesto, en territorio hongkonés. Muchos de los inversores más pudientes del mercado inmobiliario de la ex colonia británica son fortunas chinas.
Uno de ellos es Li Ka-Shing, reconocido vecino de Shouson Hill. Ka-Shing ha sido presidente y CEO de CK Hutchison Holdings, fruto de la fusión de la química Cheung Kong y de la gestora de puertos y operadora de telecomunicaciones Hutchison Whampoa, un emporio con una elevada diversificación de negocios que se ha erigido en una de las cotizadas estelares de la Bolsa de Hong-Kong. Shing, un nonagenario que posee más de 34.900 millones de dólares, según asegura el ranking Forbes, ha cedido su rascacielos empresarial, con más de 323.000 empleados y una presencia activa en más de medio centenar de mercados exteriores, a su hijo mayor. Otro de los residentes habituales en Shouson Hill.
El mercado inmobiliario de lujo mantiene su alta demanda a pesar de las subidas de los tipos de interés, galopantes en el caso de EEUU, lo que no ha impedido que milmillonarios como Larry Ellison, cofundador de Oracle, haya adquirido una propiedad con una extensión de terreno de 5.760 metros cuadrados y más de 30 habitaciones, por 173 millones de dólares. Sin embargo, el inmueble hongkonés de Shouson Hill forma parte de un complejo de apartamentos. La de Ellison se cataloga como un frente marítimo en el Condado de Palm Beach, con varios embarcaderos, en el Estado de Florida, aunque la venta se considere también residencial, pese a que incluye en su registro de la propiedad varias edificaciones. Su vendedor ha sido otro magnate del sector de las comunicaciones, el cofundador de Netscape James Clark.
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Ellison dispone de una extensa cartera de propiedades inmobiliarias. En 2021 desembolsó otros 80 millones de dólares por otra mansión en North Palm Beach, además de poseer varias más en Hawái, Malibú o en el Área de la Bahía de San Francisco.
El mercado inmobiliario global oscila en 2022 entre dos aguas; el estado de ebullición de ciertas ciudades que han coqueteado estos años con márgenes considerados por bancos de inversión como UBS como burbujas especulativas incluso en el bienio de Gran Pandemia y confinamientos sociales y las primeras señales de aterrizaje más o menos brusco por el descenso de actividad y las subidas de tipos de interés que han empezado a generar hipotecas más caras desde la guerra de Ucrania. El Índice de Habitabilidad 2022 de Economist Intelligence Unit (EIU) habla de mejoría interanual en las valoraciones medioambientales, sanitarias y educativas de sus 172 ciudades a las que analiza, 33 más que en su anterior edición, la tercera parte de ellas, en China. Si bien los niveles de valoración de sus cinco parámetros -también incluye seguridad e infraestructuras- se mantienen por debajo de los registros pre-pandémicos.
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El ranking devuelve a Viena al primer puesto, lugar de privilegio que ya ostentó en 2018 y 2019 y registra descensos notables en Moscú y San Petersburgo por los efectos de las sanciones que se han impuesto desde Occidente y que han incrementado la inestabilidad y la censura, así como por la retirada de empresas extranjeras del país. En general, las ciudades del Este de Europa han caído en la clasificación por el repunte de los riesgos geopolíticos. El coste de la vida y el inicio de un periodo de estanflación, con amenaza recesiva en varios puntos del planeta, y del alza del precio del dinero, empieza a hacer mella en el clima residencial.
Aun así, casos como el de Copenhague, que ha recuperado trece posiciones en doce meses se sitúa en el segundo peldaño, dentro de un pódium que completa Zúrich, la ciudad suiza, junto a Calgary (Canadá), que también ha irrumpido fuerte tras la epidemia al adelantar 19 puestos.
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Mientras el índice Mercer de ciudades con mayor coste de vida, que tienen muy presente los expatriados -generalmente, trabajadores y directivos de multinacionales- señala a Hong-Kong como la urbe con unas necesidades de ingresos más elevados de todo el planeta. En un clima de paulatino empeoramiento de la coyuntura china y del 'hub financiero' por excelencia de Asia. Al que se ha sumado una espiral inflacionista excepcional y una volatilidad política frente a Pekín que ha distorsionado al alza y de forma considerable las recientes exigencias de gasto de sus residentes, explica Vince Cordova, socio de la consultora y autor del informe.
"De forma muy notable, por los desembolsos asociados al alquiler o la compra de vivienda", lo que aconseja a los expatriados "negociar abiertamente con los departamentos de Recursos Humanos de sus empresas" retribuciones asignadas a gastos residenciales. Aunque también por la propensión al consumo de bienes y servicios de precios altos porque sus habitantes asumen el hábito de tener que gastar más para vivir mejor, aclara. Tras Hong-Kong, Mercer sitúa a Zúrich, Ginebra, Basilea y Berna, todas ellas suizas, como las más caras para afrontar un proceso de expatriación laboral. Por delante de Tel Aviv (Israel); Nueva York; Singapur, Tokio y Pekín.
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En The Economist, su indicador de normalidad residencial, que evalúa la velocidad del retorno a los estándares de habitabilidad previos a la Covid-19 también destaca a Hong-Kong como el primer eslabón de su clasificación, con un 96% de restablecimiento de los viejos modelos de vida en la ciudad, a la que sigue considerando al margen de China.