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Harris vs Trump: las deportaciones, el aborto y la sanidad marcan las elecciones en EEUU

Las encuestas pronostican un empate entre Kamala Harris y Donald Trump, por lo que los resultados en los siete estados péndulo es clave para su elección

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Kamala Harria y Donald Trump, empatados. — Livia Castro

Madrid,

A poco más de un día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la incertidumbre domina el escenario político. Los estadounidenses se preparan para decidir entre dos figuras icónicas: el expresidente republicano Donald Trump y la actual vicepresidenta demócrata, Kamala Harris.

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Las encuestas están divididas y no otorgan una victoria clara, por lo que la tensión es palpable en un país donde los resultados del 5 de noviembre influirán no solo en la política interna, sino también en temas de alcance global.

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El sistema electoral estadounidense, basado en colegios electorales, implica que el número de votos en ciertos estados sea crucial. Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin se perfilan como los estados "péndulo" decisivos. Pensilvania destaca especialmente por su número de votos electorales y podría inclinar la balanza hacia uno de los candidatos. 

Las encuestas muestran cambios constantes; si bien Harris tenía una ventaja de 58% hace tres semanas, Trump ha ganado terreno y ahora se estima que tiene un 52% de probabilidades de ganar.

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Contrastes en los programas electorales

La campaña de Harris se centra en la ampliación de derechos sociales y la mejora de los servicios de salud. Propone una transición hacia un sistema sanitario respaldado por el gobierno en una década, sin eliminar por completo los seguros privados y financiando la iniciativa mediante impuestos a las grandes fortunas. 

En cambio, Trump sostiene que"los costes de la sanidad y de los medicamentos recetados están fuera de control". Propone reforzar la atención primaria con "nuevas opciones asequibles" de asistencia, aunque no detalla cómo lo haría.

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La cuestión migratoria marca otra diferencia. Harris defiende hasta cierto punto la inclusión y los derechos de los migrantes, mientras que Trump ha prometido políticas más restrictivas, como reactivar el programa Quédate en México y aumentar la vigilancia fronteriza. Su enfoque autoritario genera inquietud entre activistas y sectores migrantes, especialmente por su intención de realizar redadas y deportaciones masivas.

En el ámbito económico, Harris aboga por reducir impuestos a la clase media, apoyar al comercio local y elevar salarios. Trump, por su parte, busca convertir a Estados Unidos en una superpotencia industrial, promoviendo el empleo y la producción interna.

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