Reino Unido ha entrado en recesión y, consciente de ello, el Gobierno conservador del país ha presentado este jueves su nuevo plan fiscal. En concreto, el ministro de Economía, Jeremy Hunt, ha anunciado en el Parlamento una serie de subidas de impuestos y recortes del gasto público. Con ellas se espera generar unos 55.000 millones de libras -unos 63.000 millones de euros- en los próximos cinco años para reducir el endeudamiento.

En concreto, Hunt ha dado a conocer una rebaja de 150.000 (171.000 euros) a 125.140 libras (143.240 euros) el umbral de ingresos a partir del cual se pagará la franja más alta del impuesto sobre la renta, del 45%. Mientras, congelará la proporción de ganancias libres de impuestos, a fin de incluir a más contribuyentes en los próximos años.

Además, según ha anunciado el ministro y recoge Efe, se elevará del 25 al 35% el impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de petróleo y gas y se impondrá una tasa provisional del 45% sobre esos excedentes a las generadoras de energía.

Del mismo modo, se congela en el nivel actual el tramo no gravable de las contribuciones a la seguridad social y el impuesto de transmisiones patrimoniales, mientras que se reducirá de 2.000 (2.291 euros) a 1.000 libras (1.145 euros) en 2023 y a 500 (572) en 2024 la de los dividendos. Hunt también ha anulado la exención del impuesto de circulación a los vehículos eléctricos y aumentará la tasa sobre los locales comerciales.

Recortes del gasto público

El ministro planea también recortes del gasto público. Estos tienen como objetivo equilibrar las finanzas estatales y ofrecer confianza a los mercados financieros, que se desestabilizaron tras el plan fiscal del anterior Gobierno conservador de Liz Truss, que se vio abocada a la dimisión después de que sus políticas llevaran a la libra a un mínimo histórico frente al dólar.

Sin embargo, pese al reciente restablecimiento de la calma en los mercados, Hunt ha señalado que "la credibilidad no puede darse por sentada y las cifras de inflación de este miércoles muestran que debemos continuar una lucha implacable para bajarla, incluyendo un importante compromiso para reconstruir las finanzas públicas".

En concreto, se espera que el Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido se contraiga un 1,4% el año que viene, frente a la previsión de crecimiento del 1,8% publicada en marzo por la independiente Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés).

Hunt ha asegurado que la inversión estatal, que incluye ayudas, ahora reducidas, a la factura energética, seguirá creciendo "en términos reales" en los próximos cinco años "pero a menor ritmo", y ha señalado que se priorizarán los servicios públicos básicos.

Además, los ministerios tendrán que hallar "medidas de eficiencia" para compensar la alta inflación, de más de un 11%, y Defensa tendrá un presupuesto equivalente a un 2% del PIB (frente al 3% prometido anteriormente por los tories).