Este artículo se publicó hace 17 años.
El Gobierno libanés y Hizbolá avalan la elección como presidente del jefe del Ejército
El general Suleyman se convierte en el único candidato de consenso aceptado por todos
Eugenio García Gascón
El vacío institucional que se creó en Líbano el pasado 23 de noviembre podría resolverse en los próximos días si el general Michel Suleyman se convierte en el próximo presidente del país.
La candidatura de Suleyman recibió ayer el valioso apoyo de Hizbolá aunque todavía será necesario que Líbano modifique la Constitución para permitir que un jefe del Ejército se haga cargo de la presidencia.
El jeque Naim Kassem, vicesecretario de Hizbola, confirmó que su grupo vería con buenos ojos el nombramiento de Suleyman, máxime después de que su hasta ahora candidato, el cristiano prosirio Michel Aoun, también se ha mostrado favorable al jefe del Ejército."Se ha creado una buena oportunidad para alcanzar un acuerdo de cara a la elección presidencial", confirmó Kassem a la cadena de televisión de Hizbolá.
Casado y con tres hijos, el general Suleyman, de 59 años, es un candidato de compromiso que ya fue propuesto recientemente, antes de marcharse, por el anterior presidente, el prosirio Emile Lahoud. La mayoría libanesa antisiria rechazó entonces su candidatura por considerarlo prosirio pero posteriormente ha sido esa misma mayoría la que lo ha propuesto.
El rechazo inicial de Suleyman por parte de la mayoría antisiria se fundamentaba en que el general fue designado jefe del Ejército en 1998, cuando Siria controlaba Líbano, en que su cuñado, Gebran Kuriyeh, fue portavoz oficial del anterior presidente sirio, Hafez Asad, en que uno de sus hermanos residió en Damasco y en que ha permitido que Hizbolá incremente su arsenal.
El repentino cambio de opinión de la mayoría ha sorprendido a todo el mundo y es difícil explicarlo. En las últimas horas, Suleyman ha recibido a varios líderes de la mayoría para aclarar cuál será su comportamiento en el caso de que sea elegido presidente. Mientras tanto, Siria observa el más escrupuloso silencio.
Sus relaciones con la oposición prosiria han sido siempre correctas. Suleyman incluso "felicitó" a Hizbolá por su "victoria" en la guerra que las milicias chiíes mantuvieron con Israel en el verano de 2006. El presidente del Parlamento ha convocado a la Cámara para el próximo viernes por séptima vez, aunque la elección de Suleyman podría demorarse todavía algunos días puesto que será necesario reformar la Constitución, una medida a la que la mayoría se había puesto frontalmente hasta ahora.
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