El Gobierno argentino, en el ojo de huracán tras la muerte del fiscal Nisman
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, accedió al piso de Nisman el día de su muerte antes que la fiscal de guardia, aunque afirma que "no sabía" que estaba muerto. La Justicia investiga también una huella y una pisada localizadas en un tercer acceso a la vivienda descubierto recientemente
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BUENOS AIRES.- La investigación sobre la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, hallado sin vida días después de denunciar por presunto encubrimiento de supuestos terroristas a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha puesto en el ojo del huracán al Gobierno, que recibió hoy numerosas críticas.
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El 70% de los argentinos cree que el fiscal fue asesinado
La rapidez del Gobierno argentino por apuntar hacia un suicidio, aunque con la sospecha de que podría haber sido inducido, se le ha vuelto en contra tras la aparición de pruebas no concluyentes, como el barrido electrónico que descartó la presencia de pólvora en las manos del fiscal y la nota con tareas para el día siguiente supuestamente destinada a una empleada doméstica.
El fiscal acusó a varios espías argentinos de mediar entre Buenos Aires y Teherán en la negociación de un "plan criminal" para salvar a los sospechosos de un atentado que causó 85 muertos en 1994
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El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, insinuó hoy que Nisman pecó de ingenuo al creer en la existencia de una "doble SIDE" (Secretaría de Inteligencia) y volvió a desvincular a los agentes que aparecen en la denuncia del Gobierno.