¿Por qué genera tanta indignación la reforma de las pensiones de Macron?
Por primera vez desde 2010, los sindicatos franceses se movilizan conjuntamente el martes contra el nuevo modelo de jubilación. Analizamos cinco cuestiones claves de esta polémica medida.
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parís,
Es una de las medidas claves en el proyecto neoliberal de Emmanuel Macron. Tras dos años de negociaciones con la patronal y los sindicatos, el gobierno francés presentó el pasado miércoles su reforma de las pensiones. Una medida con la que el joven presidente pretende convertir el actual modelo de 42 regímenes de cotización en un único sistema por puntos. “Ha llegado el momento del sistema universal y se acaba el de los regímenes especiales”, aseguró el primer ministro Édouard Philippe durante la presentación de esta medida con un discurso trufado de fórmulas progresistas.
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El ejecutivo centrista repite el mantra de que con el nuevo modelo “un euro cotizado dará los mismos derechos a todo el mundo”. La contestación a esta medida originó, sin embargo, la huelga del 5 de diciembre. Con cerca de un millón de personas en la calle, representó la mayor movilización social en Francia en la última década. “Este discurso de un sistema universal se trata en realidad de un mensaje propagandístico para lograr adoptar un régimen de pensiones por puntos cuyo principal objetivo será limitar sus costes”, defiende Romaric Godin, periodista en el diario digital Mediapart.
Con la presentación de la reforma, el gobierno cabreó incluso a aquellos sindicatos que hasta ahora no se oponían a la medida, como la moderada CFDT, la organización sindical con un mayor número de afiliados en Francia. Lo que favoreció la unidad de acción entre los sindicatos. Por primera vez desde 2010, todos ellos se movilizarán conjuntamente en la jornada de huelga y protestas prevista para este martes.
¿Por qué la reforma de las pensiones de Macron genera tanta indignación en Francia? ¿Qué sacrificios comportará al modelo de jubilación francés, uno de los más avanzados del viejo continente? ¿Favorecerá a las mujeres como promete el ejecutivo? Analizamos cinco cuestiones claves para entender el malestar desatado por esta medida.
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1. ¿La reforma comportará una disminución de las pensiones?
Sí, probablemente. Según el colectivo ciudadano RéformedesRetraites (Reforma de las Pensiones), formado por trabajadores y economistas, los futuros jubilados percibirán unas pensiones entre un 15% y un 23% más bajas que las de sus conciudadanos que se jubilen ahora con el mismo perfil profesional, salario y años cotizados. Las pensiones dejarán de calcularse en función del salario de los seis últimos meses en el caso de los funcionarios o los 25 mejores años en los trabajadores del sector privado. Con el nuevo sistema, lo harán a partir de los puntos acumulados a lo largo de la carrera profesional. Esto perjudicará a aquellos trabajadores con trayectorias salariales que hayan tardado más en despegar o periodos de desempleo en medio de su carrera.
“Esta reforma comportará un empobrecimiento de los futuros jubilados”, advierte Godin. Según este reputado analista económico, su objetivo principal “es pasar de un sistema con prestaciones definidas a uno nuevo con cotizaciones sociales definidas, en el que las pensiones servirán para ajustar el equilibrio financiero”. Es decir, adoptar un modelo que permita mantener estables, o incluso reducir, las cotizaciones sociales. De esta forma, garantizar el objetivo de “equilibrio financiero” del ejecutivo macronista, que consiste en limitar en el 13,8% el gasto público destinado a las prestaciones de jubilación. Una política, que unida al envejecimiento de la población, favorece una reducción de las pensiones.
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“Nos comprometemos a que el valor del punto no sea establecido de forma arbitraria y pediremos a los actores sociales (patronal y sindicatos) que establezcan su valor, con la aprobación del Parlamento”, afirmó Philippe para calmar el malestar ante una futura caída de las pensiones. Además, indicó que establecerán una “regla de oro” para garantizar que el valor del punto no disminuirá. Y precisó que evolucionará en función de los salarios, en lugar de la inflación. No obstante, la disminución de las pensiones también puede hacerse retrasando de manera progresiva la edad de jubilación. Lo que reducirá las pensiones de aquellos que por motivos de salud o laborales se vean obligados a jubilarse antes.
2. ¿Macron quiere retrasar la edad de jubilación?
Durante la campaña de las presidenciales de 2017, Macron prometió que mantendría en 62 años la edad legal de jubilación. La nueva ley no modificará este aspecto, pero sí que establecerá una “edad de referencia” para jubilarse a los 64 años. El ejecutivo se ha sacado de la chistera este concepto de “edad de referencia” que servirá para disminuir las pensiones de aquellos que se jubilen antes de los 64, a pesar de que hayan cotizado durante un periodo completo, entre 42 y 43 años –en España es de 36 años y nueve meses–. Por cada año que se jubilen antes de la “edad de referencia”, la prestación disminuirá en un 5%.
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Además, esta medida no solo se aplicará para aquellos afectados por el nuevo sistema por puntos –los nacidos a partir de 1975–, sino también a los que se jubilen en los próximos años. Según las previsiones del gobierno, a partir de 2022 la edad para jubilarse aumentará cuatro meses cada año antes de establecerse en 64 en 2027. “La única solución es trabajar un poco más, como ya sucede en el resto de Europa y del mundo”, defendió Philippe. Aunque los franceses pueden retirarse ahora a partir de los 62 años, la edad real de jubilación se sitúa en 63. En España es de 64 años y dos meses.
3. ¿Qué sectores se verán perjudicados?
Si la reforma es aprobada con su diseño actual, numerosos sectores saldrán perjudicados. Los grandes perdedores pueden ser aquellos funcionarios que empiezan su carrera con salarios modestos y estos aumentan progresivamente. Por ejemplo, los profesores, enfermeras, auxiliares de medicina… Sus pensiones se verán recortadas por el nuevo cómputo que ya no se realiza a partir de los seis últimos meses, sino de toda la carrera. También perjudicará a los asalariados del privado, después de que sus pensiones dejen de calcularse en función de los 25 mejores años. O profesiones liberales como los abogados, que perderán su régimen específico de cotización.
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Además, saldrán perjudicados los trabajadores de las empresas públicas en los transportes ferroviarios (SNCF), metropolitanos (RATP) y en el sector eléctrico (EDF y Engie). Todos ellos verán como desaparecen sus regímenes especiales. Estos les garantizaban ventajas a la hora de jubilarse, como retirarse de la vida activa antes de los 60 años, en compensación a sus duras condiciones laborales. La desaparición de estos regímenes especiales se producirá, sin embargo, a partir de aquellos trabajadores nacidos en 1980 o 1985.
4. ¿Quiénes serán los ganadores?
El ejecutivo ha prometido que “una carrera completa tendrá una pensión mínima de 1.000 euros”. Según el proyecto actual, se compromete a establecer una jubilación mínima que equivalga al 85% del salario mínimo. No obstante, según el digital francés Basta!, esta medida ya forma parte de la legislación francesa desde 2003, pero no fue respetada durante la última década. Si Macron cumple con su palabra, esta pensión mínima beneficiará a aquellos sectores con jubilaciones más modestas, como los artesanos o los campesinos, cuya pensión media es de 970 euros. Tampoco se verán demasiado perjudicados los policías, militares o bomberos, ya que conservarán sus regímenes específicos de jubilación.
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No obstante, los verdaderos ganadores serán los empresarios. Estos verán limitadas las cotizaciones sociales y, por consiguiente, el coste de la mano de obra. La nueva reforma “servirá para financiar la política de competitividad neoliberal del gobierno. Es el objetivo principal del sistema de jubilación por puntos”, afirma Godin, quien ha publicado recientemente el libro La guerre sociale en France.
5. ¿La reforma favorecerá a las mujeres?
Es uno de los mantras del gobierno. El nuevo modelo recompensará a las mujeres, con pensiones inferiores a las de los hombres. “Las mujeres serán las grandes ganadoras del sistema universal. Actualmente, las pensiones de las mujeres representan casi la mitad de las de los hombres. ¿Quién puede aceptarlo? Nadie”, dijo el primer ministro durante la presentación de la medida. Para mejorar sus jubilaciones, el gobierno pretende establecer una bonificación del 5% por cada hijo y del 7% a partir del tercero. Un bonus que deberán repartirse entre el padre o la madre, pero que de preferencia será para la progenitora.
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Sin embargo, economistas, sindicalistas y grupos de reflexión pusieron en duda estas supuestas ventajas para las mujeres. “Hasta ahora aquellas familias con tres hijos veían cómo aumentaba su pensión un 10% tanto para la madre como el padre. Ahora será un 5% por cada hijo. Pero si el marido percibe una pensión de 3.000 euros y la mujer de 1.000, ¿quién se beneficiará de esta bonificación del 5%?”, se pregunta sobre sus posibles efectos contraproducentes el economista Henri Sterdyniak, director de departamento del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas (OFCE) y considerado uno de los mayores expertos en el sistema de pensiones francés.
Según un informe reciente del Instituto de la protección social, esta medida comportará una disminución de las prestaciones para “muchas mujeres”. El ejecutivo también ha previsto suprimir una compensación de la que se benefician actualmente: la obtención de ocho trimestres suplementarios de cotización por cada hijo. Además, el hecho de retrasar la edad de jubilación a los 64 años también puede perjudicar a todas aquellas mujeres que por motivos laborales o de salud se ven obligadas a dejar su trabajo antes. Dieciséis mujeres sindicalistas, feministas y economistas lamentaron en un artículo en Le Monde que “al tomar en cuenta toda la carrera (…), esto disminuirá las pensiones para numerosas funcionarias y todas aquellas personas con carreras con altibajos, entre ellas muchas mujeres”.