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Las fortalezas del chavismo de cara a la reelección de Maduro en Venezuela

En Caracas, el barrio 23 de Enero, bastión del chavismo, muestra su apoyo inquebrantable a Nicolás Maduro mientras Venezuela se prepara para las elecciones presidenciales del próximo domingo.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante un acto de campaña el 4 de julio de 2024.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante un acto de campaña el 4 de julio de 2024. Jeampier Arguinzones / Europa Press

Venezuela está en cuenta regresiva hacia las presidenciales del próximo domingo. Se nota en las conversaciones, las preguntas sobre a quién votar, los carteles con la cara del actual presidente y candidato Nicolás Maduro que se ven en las calles de Caracas, en particular en el barrio 23 de Enero, histórico bastión del chavismo situado en el oeste de la ciudad, con sus 56 bloques de colores y cerros abarrotados de casas.

El barrio está tranquilo a días de la contienda, en una avenida se encuentra un llamado Punto Rojo donde se hace campaña por el presidente con volantes que explican los "logros de Maduro", y los murales se multiplican con nombres de organizaciones sociales: "hay bastantes organizaciones, como fundaciones, colectivos, frentes agroecológicos, consejos comunales, comunas, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)", dice Alexei Ramos, de 36 años, militante "de toda la vida" en esta zona.

El 23 de Enero no es solo uno de los barrios más chavistas, sino uno de los más organizados. Aquí no se ve ninguna señal visible de campaña de candidatos opositores, ni Edmundo González Urrutia, principal contrincante de Maduro, ni alguno de los otros ocho candidatos, como Benjamín Rausseo, Javier Bertucci o Enrique Márquez, que aspiran a un tercer lugar este 28 de julio.

"Gana Maduro, lo demás es mentira, ¿por qué? porque estamos apostando por la paz, gana la derecha y es volver al pasado", dice Julio Garnique, integrante de la Casa de la Cultura, que se suma a la conversación al pie de uno de los bloques desde donde se ve todo el oeste de Caracas y la montaña del Ávila.

La amenaza opositora

La elección de domingo aparece como polarizada entre Maduro y González Urrutia, el candidato de 74 años al que le levantó la mano María Corina Machado, una de las figuras más radicales de la oposición venezolana. La presencia de la dirigente como real liderazgo de la campaña opositora, y su lugar preponderante en un hipotético Gobierno presidido por González, quien le prometió el martes el cargo "que ella desee", es uno de los factores que movilizan en el 23 de Enero para votar a Maduro.

"Sabemos que si gana la oposición la persecución va a ser terrible, la persecución de cuadros políticos, líderes sociales, de quienes están frente a las comunas, de quienes están con el gobierno y hagan trabajo con las comunidades, somos lamentablemente blanco de estos opositores violentos", expresa Ramos.

"Van a pasar factura, la derecha apátrida no quiere nada con nosotros. Esta parroquia donde vivimos es una parroquia combativa identificada con el proceso. A mí me van a pasar factura porque pienso distinto a la derecha", agrega Garnique.

La promesa de Urrutia de "un país de reconciliación y encuentro" no convence a muchos en este barrio "ligado a las luchas populares desde mucho antes de Hugo Chávez", como explica Ramos. Su tío, por ejemplo, un militante social, fue asesinado por las fuerzas policiales en 1983, mientras que su padre recibió un disparo en la cara. Memorias que también votan.

Lo peor de la crisis ya ha pasado

"Todo comenzó con los alimentos, fue la época más dura que atravesamos, eso se reflejó de una manera rápida en el contexto, la parte física que podías ver de las personas que te rodeaban. Fue un impacto fuerte, es un choque psicológico cuando ves a alguien que es gordito, un poco pasado de kilos, es la costumbre verlo así, y de pronto, de la noche a la mañana, lo ves exageradamente flaco", cuenta Susana Pérez Betancourt, vecina del 23 de Enero y productora audiovisual.

Betancourt recuerda los años más duros de la crisis, en particular entre 2015 y 2019, cuando el país se derrumbaba. Comenzó la emigración masiva y ahora resulta difícil conversar con alguien en Venezuela que no tenga un pariente o amigo en el extranjero: "muchísima gente tiene un familiar afuera", señala Betancourt.

La situación comenzó a cambiar en los últimos años. Maduro anunció que "solo en el primer trimestre del año 2024, los datos de crecimiento superan el 7%", y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronostica un 4% de crecimiento este año. Los datos macroeconómicos tienen manifestaciones en las calles, con un mayor circulante monetario, aparición de aplicaciones de servicio a domicilio o taxis, nuevos comercios o marcas de alimentos de producción nacional.

"Ahora el emprendimiento de aquella crisis ha rendido fruto, hay organizaciones que tienen producción de cochino, ventas de churros, perritos calientes, salchipapas... cosas que no eran parte de nuestro consumo han sido introducidas a partir de la migración", explica Ramos sobre el paisaje económico en este barrio de Caracas que, poco a poco, se repone de la gran crisis.

La maquinaria electoral

Si la identidad chavista, el temor a un Gobierno opositor y mejoras en la economía son elementos que explican el voto del chavismo de cara al domingo, también lo es un factor clave: el PSUV y su conocida como "maquinaria electoral".

"Estamos mejor organizados que en todas las elecciones anteriores, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Nos trazamos una meta durante estos años de venir construyendo nuestra base real con militancia y personas comprometidas totalmente, que sabemos que son votos seguros", explica Iris Varela, dirigente histórica del chavismo, exministra de Asuntos Penitenciarios y actual diputada a la Asamblea Nacional, en diálogo con Público.

Esa organización abarca la dirección nacional, las "estructuras intermedias que son los equipos políticos de los estados, los equipos políticos municipales, parroquiales, y las estructuras de base que son los jefes de las UBCH (Unidad de Batalla Hugo Chávez), jefes de comunidad y jefes de calle. Nosotros tenemos un jefe de nuestra base en cada una de las calles de este país", detalla Varela para dar cuenta de la capilaridad social del partido. "No hay otro partido que esté así organizado, ni tenga la cantidad de personas, ni esa estructura".

La apuesta es que la maquinaria partidista y todas las estructuras organizativas del chavismo logren una fuerte movilización el día de las elecciones. En frente están González Urrutia, Machado y lo que muchos señalan como el apoyo de Estados Unidos, factor siempre gravitante contra el chavismo, tanto en lo político como a través de las sanciones que, si bien se aliviaron, todavía pesan sobre la economía.

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