Este artículo se publicó hace 12 años.
Las FARC ponen fin a su política de secuestros y anuncian la liberación de todos los militares
Las FARC anuncian en un comunicado la liberación de los diez militares que aún mantienen retenidos
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha anunciado que a partir de ahora "proscriben" la práctica de los secuestros y se comprometen además a liberar a todos los uniformados que mantenían bajo su custodia. Con este comunicado, las FARC anuncian así la liberación de los diez militares que aún mantienen retenidos.
"Mucho se ha hablado acerca de las retenciones de personas, hombres o mujeres de la población civil, que con fines financieros efectuamos las FARC a objeto de sostener nuestra lucha. Con la misma voluntad indicada arriba, anunciamos también que a partir de la fecha proscribimos la práctica de ellas en nuestra actuación revolucionaria", recoge el comunicado oficial de la guerrilla, difundido a través de su página web.
En el mismo, titulado Sobre Prisioneros y Retenciones, también se anuncia la liberación de los cuatro últimos "prisioneros de guerra", que se suman a otros seis cuya liberación ya había sido anunciada por las FARC. De esta forma, la guerrilla liberaría a la totalidad de uniformados que en estos momentos tienen en su poder.
Más de 12 años de cautiverioLos uniformados, todos ellos con más de doce años en cautiverio, son los últimos que quedan como rehenes de las FARC, que en algún momento llegó tener cautivas a más de cincuenta personas, entre políticos, militares, policías y tres estadounidenses, a los que pretendieron canjear sin éxito por medio millar de rebeldes presos.
Fueron secuestrados en asaltos realizados por los rebeldes entre 1998 y 1999
Los rehenes son los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcía, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza, y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina.
Son uniformados que fueron secuestrados en asaltos realizados por los rebeldes entre 1998 y 1999, en los años de mayor actividad de las FARC, que se levantó en armas en 1964.
En la lista de rehenes también aparece Luis Eduardo Peña, subcomisario de la Policía Nacional y de quien se desconoce si sigue con vida.
Tanto las FARC, como la excongresista Córdoba, han insinuado que Peña murió en cautiverio.
"Nuevo gesto"La guerrilla manifiesta asimismo su agradecimiento por "la disposición generosa del Gobierno que preside Dilma Rousseff", la jefa del Estado brasileño.
Las FARC enmarcan estas decisiones en lo que consideran un nuevo gesto para facilitar la negociación y una solución pacífica del conflicto. "Consideramos que no caben más largas a la posibilidad de entablar conversaciones", señalan.
Así, ceden el testigo al Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos. "Es hora de que el régimen piense seriamente en una salida distinta, que empiece al menos por un acuerdo de regularización de la confrontación y de liberación de prisioneros políticos", indican.
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