Los sindicatos franceses decidieron hacer un receso ayer en las intensas jornadas de huelgas a las que han sometido al Gobierno de Nicolas Sarkozy por la reforma de las pensiones.

Tres de las 12 refinerías retomaron el trabajo, mientras que los representantes de los trabajadores abrieron la puerta al diálogo con el Elíseo.

Pero los estudiantes vuelven a la calle este martes. No en forma de manifestación, en principio, sino con acciones puntuales como ha pedido la UNEF, el principal sindicato estudiantil.

Según la prensa gala, se espera que esas acciones se traduzcan en sentadas y otro tipo de actos en instituciones y sedes de la UMP, el partido de Sarkozy, así como de la patronal Medef, ayuntamientos y locales sindicales.

La atención estará centrada en ciudades como París, Marsella, Lille, Lyon y Burdeos, que han vivido con especial intensidad las protestas de las semanas anteriores.

Conscientes de que el nivel de participación será más bajo al estar de por medio las vacaciones de Todos los Santos, la UNEF no quiere que la jornada de hoy sea vista como el termómetro de la situación social.

El Gobierno saluda la vuelta a la mesa de negociaciones Al menos, sí será un aperitivo del nuevo parón general convocado para el próximo jueves.

Mientras tanto, el Gobierno se ha felicitado este martes por el retorno al diálogo con los trabajadores. 'No hay ni vencedores ni vencidos', asegura la ministra de Economía, Christine Lagarde. 'Se trata sólo de una buena noticia'.

Los sindicatos han solicitado al Gobierno mantener reuniones para negociar 'los problemas de fondo que afectan a la situación del mercado laboral entre los jóvenes', confirmó Lagarde.