Este artículo se publicó hace 14 años.
Estados Unidos mandará a la Guardia Nacional a vigilar la frontera con México
Un total de 1200 soldados se desplegarán hasta septiembre para servir de "ojos y oídos" a las patrullas fronterizas
Los estados a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México (California, Arizona, Nuevo México y Texas) se preparan para el inicio del despliegue, a partir de mañana, de 1.200 soldados de la Guardia Nacional, aunque Arizona ha demorado el envío de sus unidades.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó el pasado 19 de julio de que el despliegue durante un año de la Guardia Nacional comenzaría el 1 de agosto. Su objetivo será reforzar la seguridad fronteriza.
El portavoz de la Guardia Nacional de Arizona, el teniente Valentine Castillo, explicó que el DHS dio plazo a los estados fronterizos para iniciar el despliegue a partir de mañana y completarlo a fines de septiembre, por tanto, "no tendremos unidades desplegadas mañana mismo", matizó.
Castilló agregó que los 524 soldados que eventualmente serán desplegados entre Arizona y México, todos voluntarios, tienen que someterse a una revisión de sus antecedentes, distintos exámenes médicos y varias semanas de capacitación especial antes de llegar a la zona. El despligue definitivo podría tener lugar a principios de septiembre.
La Guardia Nacional realizará tareas de logística, mantenimiento, inteligencia y de apoyo a la Patrulla Fronteriza (BP), pero no está autorizada para detener a inmigrantes indocumentados.
En Arizona, la Guardia Nacional estará concentrada en el sector de Tucson. En la ciudad fronteriza de Nogales, no se ve más actividad que las actividades de la Patrulla Fronteriza.
La idea es que los soldados sirvan de "ojo y oído" mientras la Patrulla Fronteriza se dedica de lleno a la persecución de contrabandistas de drogas e indocumentados en la zona, tal como ocurrió con la operación "Jump Start", bajo la presidencia de George W. Bush (2001-2009). Bush había autorizado la militarización de la frontera en 2006 por un período de dos años.
La demora en el caso de Arizona ha causado consternación entre algunos legisladores del estado, ya que la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, había dicho que el inicio del despliegue en este estado coincidiría con el envío de más recursos humanos y de equipos y tecnología a la frontera.
En declaraciones a la cadena CNN el viernes, el senador republicano y ex candidato presidencial John McCain repitió su advertencia de que "la violencia al otro lado de la frontera ha aumentado a tal grado que se ha convertido en un asunto de seguridad nacional".
"Necesitamos 3.000 soldados en la frontera entre Arizona y México", agregó McCain, al reiterar su pedido de más tropas en la zona.
McCain y el otro senador republicano de Arizona, Jon Kyl, han presentado una iniciativa ante el Senado de 701 millones de dólares adicionales para la vigilancia fronteriza, monto que ayudaría a costear la contratación de unos 1.200 agentes de la Patrulla Fronteriza.
Mientras, el despliegue ocurrirá de forma puntual en el Valle del Río Grande, donde mañana comenzarán a llegar los soldados de la Guardia Nacional de Texas.
Sin embargo, el gobernador de Texas, Rick Perry, ha insistido desde 2009 en que el Gobierno del presidente Barack Obama autorice un total de mil soldados porque considera que la vigilancia en la zona es insuficiente.
Su queja principal es que Texas, que abarca el 60 por ciento de la frontera entre EEUU y México, sólo recibirá 250 soldados, el 20 por ciento del despliegue militar. Además de Arizona y Texas, California recibirá 224 y Nuevo México, 72. Otros 130 darán apoyo logístico.
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