Este artículo se publicó hace 12 años.
España pierde al segundo proveedor de crudo
El Gobierno descarta un plan especial como el activado con la crisis libia
La esperada prohibición europea de importar petróleo iraní a partir del próximo julio en respuesta al programa nuclear del Gobierno de Mahmud Ahmadineyad le hace un roto al aprovisionamiento de crudo de España. La república islámica es el segundo proveedor del país, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Hidrocarburos (Cores), con el 15% de las importaciones en 2011, por mucho que ayer el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, asegurara que supone "el 20%", según informa Daniel Basteiro. Sólo Rusia, con el 16,3%, estuvo por encima de la cuota iraní como proveedor.
Como dijo ayer García-Margallo, España es uno de los países de la UE "que más se van a sacrificar" con el embargo. Otros son Grecia e Italia, que hasta octubre pasado (último dato disponible) obtenía el 13,3% de su petróleo de Irán, según datos de la Unione Petrolifera, patronal del sector. No obstante, Italia ha reducido en los últimos meses sus compras de crudo iraní, a medida que el embargo se veía venir. Y lo mismo han hecho las petroleras españolas.
Irán suministró el año pasado el 15% de las importaciones
Para las dos primeras del sector, Repsol y Cepsa, Irán supone en torno al 10% de sus aprovisionamientos. Si falla un proveedor, las empresas tienen flexibilidad para buscar otros en el llamado mercado spot (a corto plazo), y el plazo transitorio de seis meses concedido hasta que entre en vigor da margen para ello.
García-Margallo dijo ayer que Arabia Saudí y otros países del golfo Pérsico "van a garantizar el suministro que perdamos y van a mantener el precio"; "lo puedo garantizar", remarcó. Lo primero se da por hecho: ya ocurrió a comienzos del año pasado, durante la crisis Libia, país que en 2010, antes de que estallara la guerra, aportó el 13% del petróleo que consumió España.
La segunda garantía del ministro, que no vayan a subir los precios, es más discutible, y así lo creen fuentes del sector energético, aunque los precios actuales ya descuentan la decisión que se adoptó ayer en Bruselas. Según un informe de Saxo Bank, el riesgo de conflicto en Irán, "del que se habló mucho durante el mes de diciembre, ha contribuido a la subida de diez dólares del precio del Brent [el barril de referencia para Europa], hasta los primeros compases del mes de enero".
Hay margen para buscar alternativas, pero los precios pueden subir
Si el precio del barril no está en niveles superiores (ronda los 110 dólares) es por las sombrías perspectivas económicas, señala el informe, que advierte de que, "en el improbable caso de que se llegue a un conflicto bélico, el precio del petróleo tiene un potencial alcista de nada menos que entre 20 y 40 dólares". Si hay subidas de precios, será una pésima noticia para la economía española, metida en el pozo de la recesión y completamente dependiente de terceros países en lo que respecta al petróleo. De hecho, y como consecuencia de las tensiones en Irán y la depreciación del euro (la moneda de referencia en el mercado petrolero es el dólar), el precio del gasóleo (el combustible más consumido en España) ya está en máximos históricos.
Pese a ello, el Gobierno ni se plantea un plan de ahorro energético exprés como el que se sacó de la manga el anterior Ejecutivo a causa de la guerra en Libia, que también propició una acción sin precedentes de la Agencia Internacional de la Energía, al eximir durante cinco meses (hasta noviembre pasado) a sus socios de parte de sus obligaciones de almacenamiento estratégico. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha seguido con atención la situación de Irán y esta se trató de manera informal en el último Consejo de Ministros.
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