Este artículo se publicó hace 14 años.
El escudero de Blair no admite errores sobre Irak
Londres se comprometió a la invasión en 2002 si fracasaba la diplomacia
La comisión de investigación de la guerra de Irak tuvo ayer un aperitivo de lo que será la comparecencia de Tony Blair a finales de este mes. Su jefe de comunicación, el ex periodista Alastair Campbell, declaró durante casi cinco horas en un esfuerzo constante para no dar ningún titular del que se pudiera extraer un reconocimiento de los errores cometidos al tomar la decisión de invadir Irak.
A preguntas de los miembros de la comisión, sí admitió que Blair envió varias cartas a George Bush en 2002 comprometiendo ya desde entonces el apoyo británico a una futura acción militar: “Si eso (el de-sarme de Irak) no puede conseguirse con medios diplomáticos, tendrá que hacerse militarmente y Gran Bretaña estará con usted. Ese era el sentido de las cartas al presidente”.
El contenido de esas cartas nunca se ha hecho público, aunque Campbell se refirió a ellas en el libro en el que hizo balance de sus años en Downing Street.
Sin embargo, Campbell dijo en varias ocasiones que Blair volcó todos sus esfuerzos en una salida política conseguida en el marco de la ONU hasta que ese camino se cerró en 2003.
Después de su declaración, Campbell lamentó en su twitter las noticias aparecidas en los medios basadas en su descripción de las cartas: "El dramatismo de los medios de comunicación sobre las cartas de TB (Tony Blair) a Bush son una ridícula exageración, como todo lo que hacen".
No hubo ni un gramo de autocrítica a la luz de lo que se supo después de la guerra. La inexistencia del supuesto arsenal iraquí de armas de destrucción masiva no impidió que Campbell defendiera todos y cada uno de los pasos que dio Tony Blair, incluida la elaboración del informe elaborado con datos de los servicios de inteligencia para vender a la opinión pública la necesidad de hacer frente a la amenaza de Sadam Hussein.
“Gran Bretaña debería estar orgullosa del papel que jugó en el cambio de Irak para que se convirtiera en lo que es hoy”, destacó un combativo Campbell.
El ex portavoz de Blair sostuvo que las pruebas nunca se alteraron para manipular la realidad. Y no se hizo responsable de las informaciones ofrecidas por la prensa a partir del informe o de declaraciones del Gobierno, como la supuesta capacidad iraquí de atacar territorio británico en menos de 45 minutos.
“Yo tenía la reputación de estar muy preocupado por los titulares, pero eso no es cierto”, dijo, lo que provocó risas de incredulidad entre los periodistas que seguían la sesión desde otra sala.
Campbell también comentó que el actual primer ministro, Gordon Brown, fue uno de los miembros del Gobierno a los que Blair pedía su opinión con más frecuencia. Eso no es sorprendente, pero fue recogido con rapidez por todos los medios británicos. Pudo ser un aviso a Brown de alguien que sabe demasiado.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.