"Queremos estabilidad" y no "un impás a la española". El mensaje que el primer ministro portugués, el socialista António Costa, repite en vísperas de las legislativas del domingo su objetivo: aprovechar su ventaja y lograr la mayoría absoluta. "Tuvimos cuatro años de estabilidad y España tuvo cuatro elecciones en cuatro años y eso no lo podemos tener en el futuro", sostiene en debates y mítines cuando tiene oportunidad.

Las alusiones de Costa al "impás español" -donde la falta de acuerdo de la izquierda ha abocado a nuevas elecciones en noviembre- pretenden combatir el fantasma de una abultada abstención -un 44% en las últimas legislativas- y arrancar votos para alcanzar la mayoría absoluta.

La geringonça, como popularmente se conoce la alianza de izquierdas que llevó a los socialistas al gobierno en 2015, agota una legislatura con final feliz, pero, como anunció Costa hace meses, "no da para casamiento". Ahora, el primer ministro quiere recuperar su "soltería". Los portugueses tienen, el domingo, la última palabra. Elegirán entre 21 candidatos, aunque, en la práctica, solo seis juegan en esta "gran liga".

António Costa: Partido Socialista (PS)

Dicen sus colaboradores que tiene una extraordinaria habilidad política para negociar y convencer a sus contrincantes. Hijo de un antiguo dirigente comunista y de una periodista, António Costa era bien conocido entre la izquierda, lo que, sin duda, facilitó la alianza con el Bloque y el Partido Comunista que le llevó al poder en 2015.

Licenciado en Derecho, su extensa trayectoria política, siempre ligada al PS, incluye cargos como ministro de Justicia y de Administración Interna, vicepresidente del Parlamento Europeo y alcalde de Lisboa, entre otros.

Tras cuatro años de gobierno, Costa (Lisboa, 1961) prepara su primera victoria en unas legislativas -los últimos sondeos le dan un 38% de votos-. Para convencer a los indecisos presume de un país "que asombra al mundo", de cuentas saneadas y abraza el compromiso de la estabilidad política.

El primer ministro portugués, el socialista António Costa, en una imagen de archivo. / EFE - JOAO REL VAS

Rui Rio: Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha)

Líder de la oposición conservadora desde hace año y medio, Rio (Oporto, 1957) corre el riesgo de transformarse en el rostro del batacazo de la derecha que auguran las encuestas. A su dilatada experiencia en el sector privado como economista une su carrera política como diputado y alcalde de Oporto (2002-2013), lo que le convirtió en un peso pesado de la formación en el norte pero alejado de Lisboa.

Tomó las riendas del PSD en febrero de 2018 sucediendo a Pedro Passos Coelho en un momento complicado para el partido, desalojado del poder y a la sombra de los socialistas. Su liderazgo, con escasa presencia mediática y tímido a la hora de desafiar a Costa, levantó voces críticas dentro del PSD.

Superó una moción de confianza apenas un año después de asumir las riendas del PSD, pero un sector del partido hace cuentas para precipitar su salida si no remonta en la cita del domingo.

Candidato del PSD a las elecciones en Portugal. / EFE - TIAGO PETINGA

Catarina Martins: Bloque de Izquierda (BE, marxistas)

Martins (Oporto, 1973) lidera uno de los partidos que permitieron a Costa gobernar y aspira a evitar que los socialistas consigan la mayoría absoluta para que el Bloque mantenga poder de decisión en la próxima legislatura.

Lingüista y con experiencia como actriz, se estrenó como diputada en 2009 y apenas tres años después ya lideraba el partido. En las pasadas elecciones logró el mejor resultado de la formación en su historia y la colocó como tercera fuerza del país, con más del 10% de los votos.

Martins ha señalado a Costa como su principal rival en estos comicios y se ha mostrado dura con el socialista pero no ha cerrado la puerta a futuros entendimientos. Eso sí, con condiciones.

Cartel electoral de la portuguesa Catarina Martins, en una imagen de archivo. / REUTERS - HUGO CORREIA

Assunçao Cristas: CDS-PP (democristianos)

En su primer intento de convertirse en primera ministra, Cristas (Luanda, 1974) lucha contra la debacle de la derecha que auguran los sondeos. Jurista, fue ministra de Agricultura, del Mar, de Ambiente y de Ordenamiento del Territorio con Pedro Passos Coelho, cuando el PSD gobernó en coalición con el CDS.

En 2016 se convirtió en la primera mujer en liderar el partido más a la derecha del hemiciclo portugués. Desde entonces, ha intentado aprovechar las horas bajas del PSD para aumentar la proyección del CDS. Bajo su dirección, el partido presentó dos fallidas mociones de censura contra Costa.

La candidata de CDS-PP para las elecciones en Portugal. / EFE - PAULO NOVAIS

Jerónimo de Sousa: CDU (comunistas y ecologistas)

Con cuatro elecciones legislativas a sus espaldas, De Sousa (Loures, 1947) es el candidato más veterano, líder de la coalición que une al Partido Comunista Portugués (PCP) y Los Verdes, que ha perdido fuelle en las urnas pero fue clave para permitir a Costa gobernar. Antes de dedicarse a la política trabajó en una fábrica metalúrgica y se afilió al PCP tras la Revolución de los Claveles.

En 2004 llegó a la secretaría general del partido y en 2015 dio un vuelco a la posición del PCP y pactó con los socialistas. Una decisión, dice, de la que no se arrepiente, aunque, advierte, la coyuntura que permitió aquel acuerdo ya no existe.

El candidato de PCP Jerónimo de Sousa para las elecciones en Portugal. / EFE - ANTONIO COTRIM

André Silva: PAN (ambientalistas)

Silva (Lisboa, 1976), ingeniero civil, lidera el Partido Personas, Animales y Naturaleza (PAN) desde 2014 y sólo un año después se convirtió en el primer diputado del grupo.

Asegura que el PAN no responde a la tradicional clasificación de izquierda y derecha, pero durante la pasada legislatura se acercó más a posiciones progresistas y sumó apoyos para acabar con el uso de animales salvajes en el circo y aprobar multas por arrojar colillas en la vía pública.

El candidato de PAN André Silva para las elecciones en Portugal. / EFE - PAULO NOVAIS

La subida que pronostican las encuestas, en especial tras el eurodiputado que logró en mayo, proyecta al PAN como posible aliado de Costa si necesita apoyos para gobernar.