El Ejército uruguayo dice que no encubrirá los crímenes de la dictadura

El comandante en jefe del Ejército de Uruguay, Pedro Aguerre, conmovió a su país al proclamar en rueda de prensa, rodeado de sus generales, que las Fuerzas Armadas uruguayas no respaldan ningún pacto de silencio que trate de proteger los crímenes de la dictadura (1973-1985).

"El Ejército Nacional no es una horda, chusma o algo similar", resaltó Aguerre. "No aceptará, tolerará, ni encubrirá a homicidas o delincuentes en sus filas (). Hoy estamos hablando de delitos, y esa es una línea que este comandante y su Ejército no traspasarán", aseguró.

Las declaraciones de Aguerre, escrupulosamente escritas en un comunicado del que no se apartó, tienen un claro detonante. Hace poco, se hallaron, en un predio militar, los restos de un reconocido periodista y maestro desaparecido durante la dictadura, Julio Castro. Este es el tercer cadáver enterrado en secreto que se descubre desde que en 2005 comenzaran las excavaciones en recintos militares.

"Invito y solicito apoyo, dentro y fuera de la Fuerza, para conjuntamente obtener información, en orden a delimitar la responsabilidad material o no, del Ejército, en este caso [de Julio Castro] y en cualquier otro que se entienda a futuro", precisó Aguerre.

El alto mando, que asumió su cargo el 31 de octubre, aseguró que desconocía la existencia de cualquier tipo de acuerdo que pretendiera encubrir crímenes de lesa humanidad, pero que, en el caso de que alguno estuviera aún vigente, daba la orden de revocarlo. "Lo que estamos tratando es de tender la mano, espero que todos lo entiendan", añadió Aguerre antes de levantarse sin aceptar preguntas.

La sorpresa inicial ha dado paso a reacciones cautas, pero receptivas, sobre la postura del Ejército. El presidente, José Mujica, calificó de "valiente" la declaración de Aguerre y afirmó que el Ejército "pide colaboración".

Pero según el diario El Observador, que cita a fuentes militares, ha sido el mismo presidente quien exigió el viernes una respuesta pública de los militares, indignado como estaba por la aparición de Castro en la finca militar. El Ejército, al parecer, debatió de manera interna los términos del comunicado durante 48 horas.

Fuera o no una orden, el comandante Aguerre no ha querido ocultarse detrás de sus afirmaciones y ya se ha reunido con personas "vinculadas" a los desaparecidos. "Si viene la madre de un desaparecido, que lo haga tranquila, que la voy a atender", afirmó el oficial.

Así lo cree el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, quien, además, considera "posible" que a partir de ahora pueda surgir nueva información sobre los desaparecidos.