La ejecución de un clérigo chií en Arabia Saudí desata las tensiones sectarias en la región
Ejecuciones en masa
Publicidad
Actualizado:
RIAD.- Las autoridades saudíes ejecutaron hoy a 47 personas condenadas por terrorismo, entre ellas el clérigo chií opositor Nimr Baqir al Nimr, en una demostración de mano dura que encendió la ira de la comunidad chií en Oriente Medio. En Teherán, por ejemplo, la policía se vio obligada a dispersar a los manifestantes que intentaron incendiar la embajada saudí en Irán, cuyas autoridades llamaron a la calma de la población.
Publicidad
Ejecuciones en masa
La ejecución en masa y simultánea de los 47 condenados, realizada en doce zonas del país mediante decapitaciones por sable y fusilamientos, es la mayor realizada en décadas en el reino saudí, donde desde la llegada al trono de Salman bin Abdelaziz a principios de 2015 se ha disparado la aplicación de este tipo de castigos.
Saudi Embassy in Tehran on fire. Impossible for the Kingdom rulers not to know they'd get this reaction. pic.twitter.com/H2wgkGGJg8
— ian bremmer (@ianbremmer) enero 2, 2016
La minoría chií, en el punto de mira
En cuanto a los chiíes, esa minoría también ha sido blanco de las autoridades, después de que entre 2011 y 2013 se registraran manifestaciones y ataques contra la Policía en la región de Al Qatif. Al Nimr fue detenido en julio de 2012 por apoyar los disturbios y a grupos terroristas contra las autoridades saudíes en Al Qatif, en el este del país y de mayoría chií.
Las reacciones hoy a la ejecución del clérigo llegaron de grupos y dirigentes chiíes de países como Irán, Baréin, el Líbano o Irak, agudizando las ya crecientes tensiones sectarias. El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, la gran potencia chií y rival de Arabia Saudí, Hosein Yaber Ansarí, denunció "la profunda imprudencia e irresponsabilidad" del régimen saudí, y auguró que este "pagará un precio alto" por esta acción.
Publicidad
Protestas en Barein
Esas repercusiones se vivieron ya en Barein, donde la mayoría chií se lanzó a las calles y protagonizó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Los manifestantes enarbolaron fotografías de Al Nimr y entonaron lemas que pedían la muerte para la familia gobernante saudí Al Saud y contra la monarquía bareiní, que profesan el islam suní.