Este artículo se publicó hace 4 años.
Elecciones EEUUEEUU, pendiente de las urnas, de Pensilvania y de la amenaza de Trump de llevar los votos a los tribunales
Florida será el primer Estado bisagra en anunciar sus resultados, a partir de la una de la madrugada en España. Pensilvania será el otro momento decisivo, pero su gobernador ya ha anunciado que difícilmente el Estado podrá anunciar este martes resultados
Manuel Ruiz Rico
Washington-Actualizado a
Las elecciones de Estados Unidos no sólo mirarán esta noche a las urnas: si, como ambos partidos alertan y prevén, van a ser unas elecciones disputadas e igualadas, las miradas estarán puestas en un Estado, Pensilvania, y una institución: el Tribunal Supremo, donde nadie descarta que pueda acabar la disputa electoral entre el presidente Donald Trump y su oponente demócrata y vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden.
Todo comenzará en Indiana y Kentucky. Ambos Estados darán a las 18.00 horas locales, las 24.00 horas en la península, el pistoletazo de salida a una noche de recuento electoral que está llamada a mantener en vilo a Estados Unidos y a medio mundo. Los dos Estados serán para Trump: la media de encuestas de FiveThirtyEight le dan al actual presidente una ventaja de diez y 18 puntos, respectivamente.
En seguida, una hora más tarde, la una de la madrugada peninsular, llegará el primer momento decisivo: a esa hora está previsto que Florida anuncie resultados; su legislación permite contar votos desde antes de la jornada electoral. A la misma hora llegará Georgia y media hora después Carolina del Norte, otros dos Estados bisagra. Sin embargo, si los resultados que se vayan anunciando configuran un escenario de igualdad más que probable entre Trump y Biden todas las miradas estarán puestas en el territorio que está llamado a protagonizar estos comicios: Pensilvania.
El Tribunal Supremo de este Estado estableció que se tendrán que aceptar los votos que lleguen hasta el viernes. Trump ya ha advertido de que no reconocerá una derrota, así como así. La acusación de fraude y el recurso al Supremo por su parte en ese escenario no es ninguna una elucubración mediática. Pensilvania anunciará los primeros resultados a las 20.00 horas, las 2.00 de la madrugada en España. Sin embargo, serán sólo los votos emitidos durante la jornada electoral.
El Tribunal Supremo de Pensilvania estableció que se tendrán que aceptar los votos que lleguen hasta el viernes
Los votos emitidos con anterioridad (voto presencial como los enviados por correo), según la legislación estatal, se empezarán a procesar el miércoles por la mañana: es decir, procesar significa filtrar primero si son válidos o no y luego se empiezan a contar. Además, los sobres que lleguen hasta el viernes con matasellos del martes o antes también se tendrán que contar. Para evitar desengaños, el gobernador de Pensilvania, el demócrata Tom Wolf, lo ha asegurado este martes a la red de emisoras de radios públicas, la NPR: "Estamos seguros de que tomará más tiempo del que suele tomar contar todos los votos. Probablemente no conoceremos los resultados durante la noche electoral".
Pensilvania está llamada así a ser la Florida de 2000, cuando se disputaron la presidencia George Bush hijo y el candidato demócrata Al Gore. pendientes del recuento de unos miles de votos en ese Estado. Gore elevó un recurso al Supremo y en el Alto Tribunal y en el recuento en varios condados estuvo durante semanas encasquillado el proceso electoral. Finalmente, en diciembre, Gore cedió para no llevar al país a un proceso irreconciliable y a una crisis de legitimidad institucional. Meses después, una investigación llevada a cabo por varios medios, entre ellos The New York Times, concluyeron que Al Gore había ganado en el recuento final de votos. Pero Bush hijo ya era presidente. Así empezó la década de 2000 y ni siquiera los optimistas irredentos descartan por completo que se pueda iniciar así la de 2020.
A pesar de todo, no sería la primera vez ni mucho menos que no se conozca quién es el vencedor antes de medianoche en la capital del país, Washington. Este siglo ha sucedido tres veces: en el ya mencionado caso de Florida en 2000, en las pasadas elecciones de 2016, en 2004, 1976, 1968 y 1960.
En el caso de que las elecciones de 2020 puedan llegar al Supremo, Trump ya allanó el camino para que este tribunal le sea lo más favorable posible. Lo hizo tras correr en la designación de la sustituta de la jueza Ruth Bader Ginsburg, fallecida el 18 de septiembre. Hasta el punto de que el presidente y los republicanos en el Senado priorizaron este asunto al nuevo paquete de ayudas por la pandemia, que han pospuesto para después de las elecciones, a pesar de que la propuesta inicial del mismo fue aprobada en mayo por los demócratas en la Cámara de los Representantes.
La misma semana de la muerte de Bader Ginsburg Trump propuso al Senado a su sucesora, la ultraconservadora Amy Coney Barrett. Su nombramiento fue aprobado por el Senado el 26 de octubre y al día siguiente Coney Barrett juró su cargo ante el Supremo. Este movimiento garantiza una mayoría conservadora a favor de los republicanos por seis jueces a tres en la alta corte estadounidense. Otra baza más de Trump en caso de que las elecciones finalmente se tengan que dirimir en este tribunal.
Según el recuento realizado por el US Elections Project de la Universidad de Florida, han votado de forma anticipada 100.298.938 millones de personas
Este escenario no es una elucubración realizada en el vacío. Trump no engaña a nadie. Esta misma mañana, el medio online progresista Axios informó de que el presidente había contado a sus colaboradores cercanos que su estrategia era declarar la victoria prematuramente para que, si luego los resultados finales decían lo contrario, denunciar un fraude electoral y llevar el caso ante el Tribunal Supremo.
En 2016, Trump ganó en Pensilvania, Estado natal de Joe Biden, por menos un punto porcentual. Antes de eso, Pensilvania había votado demócrata en seis elecciones consecutivas. La clave del cambio: el voto del ciudadano blanco pobre que sufre las consecuencias (paro, desigualdad, desprotección social) de un sector industrial cada vez más desmantelado .
Finalmente, según el recuento realizado por el US Elections Project de la Universidad de Florida, han votado de forma anticipada 100.298.938 millones de personas. Esta iniciativa estima que la participación total en estas elecciones de 2020 será de 160,2 millones de votos, un 67% del censo electoral y un 18,2% más que hace cuatro años, cuando votaron 135,5 millones de estadounidenses.
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