Este artículo se publicó hace 3 años.
EEUU busca potenciar su papel en Oriente Próximo con la reconstrucción de Gaza
Washington pretende estrechar lazos con la Autoridad Nacional Palestina. Hamás rechaza el plan de EEUU, que le deja al margen de la reconstrucción de la Franja, y critica los "trucos" que, asegura, se esconden tras los últimos movimientos.
Madrid-
El compromiso con la seguridad israelí, estrechar lazos con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), abordar la reconstrucción de Gaza y afianzar la reciente tregua entre Israel y milicias del enclave fueron las claves de la visita de este martes a Jerusalén y Ramala del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que busca potenciar el papel de EEUU en la región.
En su primera estancia oficial desde que asumió el cargo, el jefe de la diplomacia estadounidense tuvo un intenso día de reuniones con las máximas autoridades israelíes y palestinas en las que apoyó un cese de hostilidades a largo plazo que evite otro estallido de violencia tras la escalada bélica de once días que terminó el pasado viernes y dejó 253 muertos en la Franja y 13 en Israel.
En un marcado cambio de tono en relación a la anterior Administración de Donald Trump -que se alineó con posturas ideológicas de la derecha israelí y se enemistó con los palestinos-, Blinken mostró una posición más equilibrada hacia el conflicto palestino-israelí y reafirmó la posición de EEUU a favor a la solución clásica de dos Estados.
En esa línea, prometió reabrir un consulado para los palestinos en Jerusalén, tras el polémico traslado en 2018 por parte de Trump de la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a la Ciudad Santa, y anunció más ayudas económicas de EEUU para la población palestina.
Reconstruir Gaza sin Hamás
Blinken insistió en la necesidad de construir sobre la tregua para "evitar el retorno de la violencia" y "abordar una larga lista de problemas y desafíos subyacentes", según señaló durante una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la que se comprometió a recabar apoyo financiero internacional que se sumaría a las contribuciones directas de EEUU para la reconstrucción de Gaza.
"Creemos que palestinos e israelíes merecen vivir de forma segura para disfrutar de las mismas medidas de libertad, oportunidades y democracia", agregó Blinken, que destacó la necesidad de generar perspectivas de futuro para los palestinos de Gaza y Cisjordania y "fomentar un ambiente de mayor estabilidad".
Por su parte, Netanyahu agradeció el apoyo de EEUU en la última ola de violencia con las milicias de Gaza, pero alertó de que si "Hamás rompe la calma y ataca de nuevo", la respuesta israelí "será muy fuerte". El jefe de Gobierno aprovechó la ocasión para expresar la oposición israelí a que su Ejecutivo vuelva al pacto nuclear de 2015 con Irán, a lo que Blinken respondió más tarde que ambos países "están absolutamente unidos" en el objetivo de que Teherán no adquiera "nunca" armas nucleares.
Reflotar a la ANP
Tras reunirse también con otros cargos del Gobierno en funciones israelíes -como su homólogo, Gabi Ashkenazi, o el titular de Defensa, Beny Gantz-, Blinken puso rumbo a Ramala, en Cisjordania ocupada, donde se encontró con el presidente palestino, Mahmud Abás. El encuentro, que ejemplifica el retorno a la cordialidad entre EEUU y la ANP, Blinken se comprometió a "seguir adelante" con la reapertura del consulado para palestinos en Jerusalén, aunque no marcó una fecha concreta para ello.
Resaltó también la voluntad del Gobierno estadounidense de Joe Biden de "reconstruir" los lazos con la ANP tras el mandato de Trump, en base "al respeto mutuo", y anunció que solicitará 75 millones de dólares al Congreso para aportar asistencia económica y humanitaria a los palestinos. Además, prometió la entrega de 5,5 millones de dólares en ayuda inmediata para Gaza y 32 millones para la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), y aseguró buscar formas para proporcionar 1,5 millones de vacunas contra la covid-19 a la ANP.
Según analistas, la visita a Abás ilustra también la voluntad de EEUU y otros actores internacionales para reflotar a la ANP -su único interlocutor palestino válido al considerar a Hamás grupo terrorista-, en horas bajas después de que el presidente cancelara comicios y ante una profunda falta de legitimidad que el movimiento islamista intenta capitalizar a su favor.
La ANP solo gobierna sobre zonas reducidas de Cisjordania y no tiene control de Gaza, donde Hamás tiene el poder de facto. A su vez, en la escalada con Israel, tuvo una capacidad de interlocución residual y no pudo calmar tensiones con el grupo islamista, un papel que protagonizaron actores regionales como Egipto o Jordania.
Hamás descarta el plan de EEUU
En tanto, Hamás ha reivindicado sus derechos de gestión en Gaza frente a los "trucos" que, en su opinión, se esconden tras los últimos movimientos. "Nunca caeremos en este truco y nos atacaremos los unos y los otros", ha dicho Yehya al Sinwar, el jefe de Hamás en la Franja, en unas declaraciones a los medios en las que ha acusado a Blinken de intentar dividir a las dos grandes agrupaciones palestinas.
El Departamento de Estado de EEUU ha insistido este miércoles en un comunicado firmado por Blinken que los futuros fondos deberán "ser administrados de forma que beneficien a la población palestina, no a Hamás, que solo ha llevado miseria y desesperación a Gaza". Washington estima en más de 360 millones de dólares el total de ayuda que quiere derivar a los palestinos, si bien la Administración de Joe Biden deberá trabajar con el Congreso si quiere revertir los pasos atrás dados por el expresidente Donald Trump en materia de relaciones.
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