Este artículo se publicó hace 15 años.
EEUU admite que Afganistán es aún más duro que Irak
El enviado especial de Obama a la zona critica la descoordinación de las fuerzas aliadas
La Administración de Obama está convencida de que Afganistán deparará más problemas que Irak a la comunidad internacional. "No hay ninguna fórmula mágica. Será una lucha dura, todavía más que la de Irak", advirtió el domingo el enviado especial de EEUU para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, en la jornada de clausura de la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Antes de abandonar esa ciudad del sur de Alemania para volar a Islamabad, el diplomático estadounidense denunció la falta de coordinación entre los aliados que intervienen en Afganistán. "De momento, todos hablan de coordinarse, pero no se avanza nada", subrayó Holbrooke.
El nuevo responsable de EEUU en la región criticó que los fondos para apoyar la construcción de un Estado de Derecho en ambos países procedan de distintas fuentes y vayan a parar a proyectos diversos sin planificación previa.
Reclamación de KarzaiHamid Karzai lanzó la misma reclamación en Múnich. "No está nada claro adónde van a parar los fondos", lamentó el presidente afgano. Asimismo, reiteró su oferta de diálogo con los "talibanes moderados" que acepten la Constitución afgana y no pertenezcan a Al Qaeda ni a ninguna otra organización terrorista.
El general David Petraeus, comandante de las fuerzas de EEUU en la región, pidió mayores esfuerzos a sus aliados. "No va a ser ni fácil ni barato. Nos espera una larga lucha", dijo Petraeus. El general reclamó a los países de la OTAN que revisen el volumen de sus intervenciones para considerar la posibilidad de ampliarlo. Las fuerzas aliadas "necesitan más tropas de combate, pero también más logística, más patrullas de reconocimiento, más aviones, más unidades de información. Esto tiene una importancia esencial", señaló.
El nuevo vicepresidente de EEUU, Joe Biden, tendió la mano a Moscú después de haber manifestado el sábado que Washington ve con recelo las pretensiones de hegemonía regional de Rusia .
"Parece claro que el nuevo Gobierno estadounidense tiene un deseo muy fuerte de cambio, y eso genera optimismo", declaró tras un encuentro con Biden el viceprimer ministro ruso, Serguéi Ivánov. El diplomático ruso, que fue ministro de Defensa entre 2001 y 2007, apostó por una nueva ronda en las negociaciones de desarme nuclear. "EEUU y Rusia tienen una responsabilidad especial para reducir el número de armas atómicas en el mundo", señaló Ivánov.
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