Este artículo se publicó hace 12 años.
Ecuador fuerza una reunión de la OEA por el caso Assange pese a la oposición de EEUU
La representante estadounidense cree que se trata de un conflicto bilateral de Quito y Londres y que la OEA sólo puede desprestigiarse si entra en el asunto
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy la propuesta de Ecuador de convocar, el próximo viernes, una reunión de cancilleres para analizar la crisis entre el país andino y el Reino Unido por el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange. La propuesta de resolución, que requería una mayoría de 18 votos para ser aprobada, contó con 23 votos a favor y 3 en contra, los de Estados Unidos, Canadá y Trinidad y Tobago, durante una sesión extraordinaria en la OEA.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros se reunirán en la sede de la OEA en Washington el próximo viernes para examinar "la situación concerniente a la inviolabilidad de los locales diplomáticos de Ecuador en el Reino Unido al amparo del derecho internacional", según el texto final de la resolución.
El lenguaje de la propuesta de Ecuador se suavizó a propuesta de México, ya que inicialmente hablaba de las "amenazas" vertidas por el Reino Unido contra la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra refugiado Assange desde el pasado 19 de junio. Entre los 23 países que votaron a favor estuvieron Guatemala, El Salvador, Ecuador, Costa Rica, Colombia, Chile, Brasil, Bolivia, Argentina, Venezuela, Uruguay, República Dominicana, Perú, Paraguay, Nicaragua, México y Haití. Cinco países se abstuvieron -Barbados, Bahamas, Panamá, Jamaica y Honduras- entre ellos tres pertenecientes a la Comunidad de países del Caribe, que normalmente vota en bloque y esta vez se dividió, ya que algunos de sus países se pronunciaron a favor, como Dominica o Vicente y las Granadinas. Panamá se abstuvo por considerar "prematuro" convocar a los cancilleres, y porque propuso a su vez "que el secretario general envíe delegaciones a Londres y Quito para determinar si la OEA como foro multilateral es un foro idóneo para tratar estos temas", una idea que sólo obtuvo el respaldo de Honduras.
Tanto Estados Unidos como Canadá señalaron que el asunto debía resolverse de forma bilateral entre Ecuador y el Reino Unido, y la representante estadounidense, Carmen Lomellín, afirmó que la reunión de cancilleres "no va a aportar valor y será incluso dañina para la fama de la institución internacional". Por el lado canadiense, sostuvieron que no tenía sentido tratar un problema entre un país miembro de la OEA y otro no miembro.
Por su parte, el observador permanente de Reino Unido en la institución, Philip Barton, subrayó que las "acusaciones de que Reino Unido estaba a punto de entrar por la fuerza en la embajada de Ecuador no tienen ningún fundamento" y aseguró que la nota enviada por Londres a la misión fue "tomada fuera de contexto". Ecuador ha recurrido, además de a la OEA, a la Alianza Bolivariana para Nuestra América (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que han convocado una reunión extraordinaria de cancilleres sobre el asunto para este fin de semana en Guayaquil.
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