"¿Qué podemos hacer ante el dolor?"
La frustración y la rabia se apoderan de miles de palestinos
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"Qué podemos hacer? ¿Qué podemos hacer ante el dolor?", repetían muchos palestinos en las calles de Belén y Jerusalén poco después del bombardeo israelí en Gaza. Era frustración y rabia ante las imágenes que mostraba la cadena Al Jazeera, sintonizada en casi todas las televisiones que se veían por la calle.
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La respuesta a la pregunta de muchos palestinos fue el lanzamiento de piedras e insultos contra soldados israelíes apostados en los puestos de control o en el muro. Los militares respondieron con contundencia. "Cuidado con los botes de humo, te ponen muy malo", advertía uno de los manifestantes en Belén.
"Las únicas armas que tenemos son las piedras", decía Osama, de 19 años, mientras andaba por las calles de la ciudad palestina. "No me gusta que mis amigos vayan a lanzarlas, pero no puedo culparles", añade antes de recordar que ya ha visto cómo varios compañeros y familiares acaban en la cárcel por enfrentarse a los colonos israelíes en su territorio.
Huérfano desde hace tiempo, Osama tiene a su cargo a tres hermanos. Dice que quiere trabajar para ganar dinero, aunque le gustaría estudiar en la universidad. "Los jóvenes quieren aprender, el problema es que luego no hay trabajo y es muy difícil salir fuera", explica.
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Desde este año, Belén está sellada por el muro israelí. No muy lejos de aquí, en el campamento de refugiados de Askar, en Nablús, en el norte cisjordano, un palestino insiste en sus ganas de tranquilidad: "No queremos seguir luchando, queremos paz ya".
Un representante de Al Fatah mostraba su indignación por el bombardeo. "Israel ha demostrado que quiere lo mismo que Hamas", asegura. Este militante palestino considera que el ataque es un duro golpe a las negociaciones de paz. "¿Quién va a ser capaz ahora de sentarse a hablar con los mismos que han ordenado la masacre de Gaza?", señala.
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Otro responsable del partido de Mahmud Abbas muestra su preocupación por la situación en la Franja y por la seguridad de que la cifra de muertos aumentará conforme las fuerzas de seguridad y sanitarios puedan llegar a lugares aún inaccesibles del área bombardeada. "Es probable que Israel esté utilizando la misma técnica que EEUU en Irak, es decir, lanzar un ataque masivo para preparar el terreno y más tarde invadir por tierra", apunta.
La Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género, que ha pasado la última semana en Palestina como parte de su campaña Por la paz de Oriente Medio, acudió el sábado al hospital de Beit Jalá, en Belén, para donar sangre para los heridos en Gaza. Aunque las autoridades recomendaron a la población no salir a la calle y advirtieron del riesgo de un incremento de los disturbios, el grupo desafió los consejos y acudió al hospital en autobús.
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Entrada la madrugada, decenas de personas se concentran en la Plaza del Pesebre de Belén para rechazar el ataque israelí. Es acto solemne y silencioso, sólo interrumpido por el ruido de disparos a lo lejos. Una representante del Círculo de familias israelíes y palestinas, que reúne a más de 500 miembros de ambos lados con víctimas directas en el conflicto, insiste en la necesidad de comprender al otro: "Yo perdí un hijo y ¿para qué? Tenemos que buscar la manera de parar esta locura, tenemos que hablar, tenemos que dialogar con Hamas". La respuesta es la nada.