La dictadura de Bahréin mueve hilos para sentarse en el Consejo de DDHH de la ONU

La Comisión Islámica de Derechos Humanos (IHRC) ha tenido acceso exclusivo, según informa  su portavoz en Reino Unido, Raza Kazim, a documentos que revelan cómo el Reino de Bahréin habría activado sus mecanismos de lobby para sentar a su ex embajador Mohamed Al Faihani en el Comité Asesor del Consejo Asesor de Derechos Humanos de la ONU. Las votaciones tendrán lugar del 10 al 28 de septiembre en Ginebra (Suiza) durante la celebración del vigésimo primer período de sesiones del Consejo.

Entre los apoyos al candidato bahreiní se encontrarían la Organización de Países Islámicos, Pakistán y diversas organizaciones pro Derechos Humanos (DDHH) de Bahréin, entre las que se encontrarían Bahrain Human Rights Monitor, Karama (Dignity) Human Rights Organization, National Institute of Human Rights y Mabade's Society for Human Rights.

Desde la IHRC se califica la candidatura de deplorable considerando que "en Bahréin se estén cometiendo flagrantes abusos de DDHH con duras represiones de manifestantes pacíficos". Desde la organización, que ve en este movimiento un intento por "lavar los crímenes" del régimen desviando la atención sobre la situación real del país, se afirma que "no hay nada que Al Faihani pueda enseñar al mundo en materia de Derechos Humanos".

Kazim afirma que "es una vergüenza que un país con un terrible historial de Derechos Humanos pueda estar en el Consejo Asesor de Derechos Humanos. Pedimos a los países miembros de la ONU y al resto del mundo que rechacen esta solicitud". Fuentes consultadas de la embajada de Bahréin en Londres ni confirmaron ni desmintieron la candidatura de Al Faihani.

En los documentos filtrados que las organizaciones que apoyan la candidatura remiten a la Secretaría de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para DDHH de Ginebra, se destaca la experiencia de Al Faihani en el campo de los DDHH, ligado desde 1985 a labores de la ONU, de cuyo Comité de DDHH llegó a ser vicepresidente en una sesión, apuntan.

Kazim denuncia que, a pesar de la represión vivida en el país donde están prohibidas las manifestaciones populares desde el año pasado, las revueltas han sido sistemáticamente silenciadas en los medios, "a diferencia de lo que ha sucedido con otros levantamientos de la Primavera Árabe".

Las protestas contra el régimen arrancaron en febrero de 2011 encontrando su símbolo en la popular Plaza de la Perla. A pesar de tratarse de un país de mayoría chií (el 70% de su población), la dinastía suní de los Al Jalifa lleva en el poder desde hace 200 años y los chiíes denuncian discriminación social y laboral que sufren, por lo que los manifestantes exigían a la monarquía cambios políticos y económicos.

Se estima que hay unos 517 presos políticos del régimen

Arabia Saudí y el resto de los miembros del Consejo de Seguridad de Cooperación del Golfo Pérsico, como Qatar, Kuwait, Omán y Emiratos Árabes Unido, no tardaron en posicionarse del lado del régimen de Bahréin enviando fuerzas de apoyo. Considerado socio de Occidente, se da la circunstancia, además, de que Bahréin es la principal base de la V Flota de la Armada norteamericana.

Desde febrero de 2011, se habrían producido cerca de 80 muertos y el Bahrain Center for Human Rights (BCHR) estima que actualmente hay en 517 presos políticos, si bien Kazim afirma que los abogados escalan la cifra hasta los 750, de los cuales 320 habrían sido ya condenados y 450 aún permanecerían detenidos a la espera de juicio.

Ya en marzo del año pasado, La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció la violenta represión de las protestas políticas en Bahrein. El rey de Bahrein, Hamad Ben Isa al Jalifa, llegó, incluso, a declarar la ley marcial. Meses más tarde, en octubre, el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pediría al régimen de Manama la liberación de los presos políticos.

AI denunció que 20 opositores murieron a manos de las fuerzas de seguridad

Este año, con motivo del aniversario de las revueltas, se produjeron nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes y Amnistía Internacional denunció que desde marzo de 2011, al menos 20 opositores habrían resultado muertos a manos de las fuerzas de seguridad.

Recientemente, Bahréin volvió a saltar a los medios con motivo de la celebración del Gran Premio de Fórmula 1. En los días previos a su celebración, se produjeron diversos choques entre policía y manifestantes opositores al régimen. Según relató la Asociación bahreiní de la Juventud para los Derechos Humanos, las manifestaciones en al menos 15 localidades se habría recrudecido a raíz de la muerte de un joven por disparos de la policía.