Día Nacional de Gibraltar: "Nunca cederemos una gota de agua"
"Gibraltar nunca cederá un grano de arena, una brizna de aire o una gota de nuestras aguas. ¡Ni una gota!", ha afirmado Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar
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Ese fue el principal argumento utilizado por Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar, durante el discurso pronunciado hacia la una de la tarde de hoy en Casemates Square, durante el denominado rally político que este año ha precedido al Gibraltar National Day, el gran día del nacionalismo gibraltareño que se celebra en memoria del referéndum constitucional de 1969.
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Las palabras de Picardo iban dirigidas hacia quienes pretenden que las aguas que rodean al Peñón son españolas porque cuando se firmó el Tratado de Utrecht de 1713 no fueron expresamente cedidas al Reino Unido, quizá porque entonces no existía el concepto de aguas jurisdiccionales. Las autoridades gibraltareñas han vetado la presencia de los pescadores de Algeciras y La Línea en dicha zona para imponer una ley local que pretende una utilización sostenible del caladero. Durante los últimos días, se han sucedido advertencias por parte de representantes gubernamentales españoles que podrían concretarse en presiones por parte de nuestro país contra el bunkering y abastecimiento de combustible por parte de Gibraltar en buques fondeados en la Bahía o a través de plataformas flotantes.
Así que los ánimos gibraltareños estaban especialmente encendidos ayer. Incluso alguna empresa local había reproducido en sus camisetas un fragmento del discurso pronunciado por Picardo en Naciones Unidas el pasado mes de junio y que ayer volvió a repetir parcialmente: "Wake up and smell the coffee; Gibraltar will never be Spanish". Literalmente, "despierta y huele el café; Gibraltar nunca será español". O, de un modo más genérico, "despierta y espabila".
"No estamos aquí para pedirle a nadie el derecho a la autodeterminación. Estamos aquí para afirmar que tenemos el derecho a la autodeterminación".
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El britanismo local se había visto confirmado el domingo al ver flamear la bandera de Gibraltar sobre el edificio de Foreign Office en Londres, como un homenaje a los territorios de ultramar, en las proximidades de White Hall y de Downing Street, como pudieron comprobar los habitantes del Peñón durante la retransmisión televisiva de la clausura de los juegos paralímpicos.
La fiesta comenzó a primera hora de la mañana y concluirá en los próximos minutos con un castillo de fuegos artificiales en Coaling Island. Cuando el alcalde Tony Lima dio la orden pertinente treinta mil globos biodegradables recorrieron el cielo de la Roca, en un programa en el que abundaron actuaciones musicales, desde himnos militares a jazz y rock and roll, así como la proyección de un excelente documental español, titulado "La Roca", obra de Raúl Santos y que obtuvo el premio del público durante el Festival de Cine Europeo de Sevilla, celebrado el pasado año. La cinta reproduce la memoria de quienes vivieron el cierre de la Verja entre 1969 y 1985, un episodio histórico que ha marcado profundamente a las actuales generaciones de campogibraltareños.
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Vestido de rojo y con leyendas alusivas a la denominación de "yanitos" que recibe la población local, o al ya clásico lema de "somos británicos y seguiremos siéndolo". Sin embargo, el tono de la celebración fue plenamente festivo y en el mismo también participaron españoles que, sin embargo, no lucían la indumentaria rojiblanca, como la bandera gibraltareña, que lucía la mayor parte de los presentes.
La intervención de Picardo estuvo cargada de emoción, sobre todo cuando llamó a escena a su ministro de Trabajo, Joe Bossano, el veterano sindicalista y ex líder del Gibraltar Socialist Labour Party, que fue ministro principal de la Roca hace veinte años, cuando se instituyó la celebración del National Day.
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Había comenzado tomando la palabra Denis Matthews, el actual líder de Self Determination for Gibraltar Group (SDGG), el Grupo Pro Determinación de Gibraltar, que organizó esta convocatoria: "Tenemos la esperanza de que nuestros derechos sean respetados. Esperanza para nuestro pueblo. Y esperanza para nuestra tierra, nuestra Roca. La Roca de los gibraltareños".
En la ronda de oradores británicos hubo más beligerancia hacia España que entre los propios representantes de Gibraltar: "Y lo le digo al Gobierno británico, la próxima vez que un barco español entre en aguas gibraltareñas, el barco tendrá que ser apresado y la tripulación arrestada", proclamó el parlamentario conservador británico Andrew Rosindell, al tiempo que advirtió a la multitud: "Os recomiendo de que no confiéis en cuanto España diga o haga, porque gamas cederá en su reclamación del Peñón".
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"Mientras que el pueblo de Gibraltar quiera permanecer británico, os apoyaremos y tendréis derecho a la autodeterminación", proclamó otro parlamentario, Jim Dobbin, presidente del lobby progibraltareño en el Parlamento de Westminster.
Peter Caruana, el anterior ministro principal de Gibraltar, también estuvo presente en el Día Nacional de Gibraltar y se congratuló de que Gibraltar mantenga su unidad de acción: "Hay pocas sociedades en el mundo hoy capaces de hacer esta demostración de identidad, unidad, aspiraciones y valores comunes como la nuestra", ha dicho Caruana.