Decenas de muertos por un seísmo en Nueva Zelanda
Más de trescientas personas desaparecidas en Christchurch
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Faltaban pocos minutos para la una de la tarde cuando la tierra empezó a temblar en Christchurch. Según los informes, se trataba de un seísmo de magnitud 6,3. Niños en las escuelas, trabajadores en horas de comida y transitadas calles conformaron el escenario del que puede ser "el día más oscuro de Nueva Zelanda", según su primer ministro, John Key.
Al cierre de esta edición, el número de fallecidos manejado por medios locales ascendía a 65, mientras que el Gobierno neozelandés aseguraba que eran 38. Ambas cifras pueden distar considerablemente del número final, cuando culminen las labores de rescate en la ciudad de la Isla Sur: las autoridades neozelandesas calculan que hay más de 300 personas sepultadas bajo los escombros.
"Huele horrible, las calles están llenas de coches, no hay suficientes policías o ambulancias, las casas se han caído", dijo Jaydn Ketene, de 19 años, a la prensa de su país. "Amigos, nos han llamado y nos han dicho que hay cuerpos caídos por todos sitios; muchos muertos en las afueras sólo cubiertos por ladrillos", siguió la joven con su macabro testimonio.
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En Christchurch el panorama es desolador. El paisaje de la ciudad, de unos 400.000 habitantes, la segunda más grande del país, es dominado por construcciones en ruinas, edificios aplastados y equipos de rescate que luchan contra el tiempo para hallar con vida a quienes quedaron debajo de toneladas de estructuras. La ciudad se ubica a sólo diez kilómetros de Lyttelton, epicentro del seísmo.
Google habilitó un sistema de búsqueda de personas en línea"Pensé que el mejor lugar era bajo la mesa, pero el techo se hundió, no puedo moverme y estoy aterrorizada", fue el testimonio de Anne Voss a la televisión TV3 por teléfono móvil. Anne, trabajadora que ha quedado atrapada en una oficina, es una de las personas que espera salir con vida de esta tragedia.
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Doce estudiantes japoneses, que participaban en un programa de intercambio, aún no fueron hallados. Los jóvenes, originarios de la ciudad nipona de Toyama, se encontraban en una cafetería cuando ocurrió el terremoto. Otros nueve alumnos de ese grupo y dos maestros sí lograron salir ilesos.
Mientras las labores de rescate continuaban y algunos sepultados lograban dar señales de vida, numerosos habitantes de Christchurch emplearon las redes sociales para dar a conocer la situación de su comunidad. Asimismo, Google habilitó un sistema de búsqueda de personas en línea para ayudar a ubicar a desaparecidos.
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"Es una tragedia increíble", dijo el horrorizado alcalde de Christchurch, Bob Parketr, para referirse a la situación de su ciudad.
En el transcurso del día, todas las unidades médicas del Ejército neozelanés han acudido a la zona del desastre. Incluso grupos de rescate de China y México han sido ofrecidos para colaborar en los trabajos de búsqueda de supervivientes. También a lo largo del día, diversos jefes de Estado han hecho llegar su solidaridad al pueblo neozelandés.
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Este es el peor desastre natural que azota las dos islas en 80 años. El anterior ocurrió en 1931; entonces la ciudad de Napier, ubicada en la Isla Norte, fue sacudida por un terremoto que mató a 256 personas. Con el paso de las horas, aquel triste récord puede ser superado.