Crecen las posibilidades de que Lula gane las elecciones de Brasil y evite la segunda vuelta
El líder del Partido de los Trabajadores ha logrado el apoyo de antiguos jueces del Supremo Tribunal Federal y de las esferas empresariales.
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san pablo, Actualizado:
Brasil respira tres escenarios electorales al mismo tiempo. El de las encuestas, que dan como posible la victoria de Lula en primera vuelta, gana terreno. La visión opuesta, que propala el presidente Bolsonaro, se ampara en una mayoría ficticia del 60% que, según él, lo acompaña. Por último, la cauta visión de la gente de a pie, que no se anima a vaticinar un resultado en las elecciones del domingo y supone que todo se definirá en la segunda vuelta. Al menos eso se percibe en San Pablo, capital del estado más poblado y centro neurálgico del país.
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El show de Bolsonaro
Aquellas situaciones podrían contrastarse con un dato de primera lectura en los medios. Todo indica que el militar ultraderechista viene corriendo desde muy atrás. Su conducta lo desnuda. Las cataratas de ataques al sistema electoral se volvieron un clásico show. Los crecientes agravios contra su principal adversario y el Partido de los Trabajadores, la fuerza que se le volvió una pesadilla.
Pero además, su afán de ganar la calle con sucesivas caravanas de motoristas que el martes incluyeron una incursión militar por Santos, situada a 80 kilómetros, y una visita al Instituto Neymar Junior, la entidad benéfica del famoso futbolista. Lula, en cambio, se refugió en la preparación del debate con los candidatos pautado para este jueves a la noche y en reuniones de campaña.
Después de varios actos multitudinarios a lo largo de Brasil, no parece que necesite revalidar su poder de convocatoria. Está concentrado en superar el 50% para evitar el ballotage (la segunda vuelta). Los cinco estados más importantes de Brasil ofrecen un espacio de buenas expectativas para el triunfo de Lula por más del 50% el domingo 2 de octubre. Sobre el total del país, la suma de votos válidos alcanza el 52% contra el 34% de Bolsonaro.
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Las regiones
San Pablo, el principal colegio electoral brasileño, le da a Lula entre el 43% y el 44% y a su principal rival el 33%, un porcentaje del que no consigue despegarse si se considera la encuesta anterior de Ipec. También lidera en el distrito Fernando Haddad, el excandidato a presidente del PT en 2018. Haddad supera al candidato de Bolsonaro y militar retirado del área de Ingeniería, Tarcisio Gomes de Freitas, por diez puntos porcentuales en los sondeos electorales.
En Rio de Janeiro, el líder del PT oscila entre el 41% y 42%, mientras que el militar del PL se mantiene en torno al 36%. En Minas Gerais, Lula creció del 46% al 49% y Bolsonaro lo sigue de lejos con 31 puntos porcentuales, según la consulta de Ipec.
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Mucho más reñida es la situación en Rio Grande do Sul, donde el expresidente mantiene la intención de voto en el 41% contra el 37% del mandatario actual. En las elecciones de 2018 el resultado había sido por completo diferente. El militar que reivindica a la dictadura (1964-1985) había sacado el 63,24% de los votos y Haddad el 36,76%.
En un estado clave del Nordeste, Pernambuco, el PT arrasaría en la votación con el 64% contra el 22-23% de Bolsonaro. Brasilia, el distrito federal, es de los pocos donde el oficialismo se impone e incluso aumentó la diferencia para la candidatura a presidente. Bolsonaro creció del 39 al 46% y Lula oscila entre el 32 y 34%.
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Respaldos
En estos días donde todo respaldo público a las candidaturas se pesa en quilates, los apoyos que recibió Lula de varios sectores clave le dan un empujón para ganar los comicios del domingo. Antiguos jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) como Nelson Jobim y Celso de Mello declararon su voto al referente máximo del PT en primera vuelta. "Bolsonaro no tiene estatura presidencial y presenta un elevado coeficiente de mediocridad que destruyó la respetabilidad política", dijo De Mello.
Pero donde Lula avanzó varios casilleros para posicionarse es en el mundo empresario. El Grupo Esfera Brasil que se reúne desde julio de 2022, cenó con el candidato del PT la noche del martes 27. Un centenar de sus integrantes se juntaron en la casa de João Camargo, del sector de logística y comunicación. Entre los empresarios había varios que simpatizan con Bolsonaro.
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Hombres de negocios buscan previsibilidad jurídica y garantía para sus ganancias. Lula los escuchó con atención. También les pidió respaldo para un combate a fondo contra el hambre y la miseria. El actual presidente no se concentró esta vez en la burguesía paulista y sí prefirió recorrer el litoral marítimo a la altura de Santos. Sus partidarios prepararon un acto y defenestró casi todas las encuestas, incluso las que lo ubican en segunda vuelta.
Prometió que "después de la reelección todo mejorará", al grito de que "no van a volver, porque vamos a ganar en el primer round" y repitió sus epítetos de barricada contra "la ideología de género". Un Bolsonaro auténtico pero acorralado que este jueves volverá a estar frente a Lula y los otros aspirantes a la presidencia en Rio de Janeiro. Muy diferente en su actitud a los debates de 2018 donde no dio la cara. Sabía que las encuestas lo daban ganador, encuestas que ahora descalifica.