Costa pide un acuerdo 'in extremis' para salvar los Presupuestos de 2022 y evitar elecciones anticipadas en Portugal
Los principales desacuerdos entre los socialistas y sus habituales aliados de izquierdas tienen que ver con medidas para combatir la pobreza, el IVA de la energía o las pensiones.
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madrid, Actualizado:
El primer ministro portugués, António Costa, ha pedido a los partidos lusos llegar a un acuerdo in extremis para salvar los Presupuestos de 2022. "Mi deber es no dar la espalda en los momentos de dificultad y por eso no dimito", ha afirmado en su discurso ante el Parlamento luso durante la presentación de las cuentas públicas. Sin embargo, el acuerdo no parece viable y los socialistas ya se preparan para las elecciones anticipadas, según informa el medio luso Público.
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Costa no cuenta con los apoyos ni de la derecha ni de sus antiguos aliados de izquierdas —Bloco de Esqueda y el Partido Comunista— para los Presupuestos y, por ello, no tiene los votos suficientes para sacar adelante las Cuentas Generales del Estado. A falta de ver cómo evoluciona el pleno y de posibles cambios de última hora, los presupuestos de los socialistas solo cuentan con 108 votos a favor frente a los 117 en contra y cinco abstenciones, según recoge Europa Press.
El PCP descarta ya un acuerdo a última hora aunque el Bloco sigue dispuesto a negociar
Costa, en declaraciones recogidas por Efe, aseguró que su Ejecutivo está haciendo un "esfuerzo serio de aproximación" con el resto de partidos pero advirtió de que no habrá acuerdo a cualquier precio. A sus antiguos aliados, el Bloco de Esqueda y el Partido Comunista, les digo que "piden un pase mágico" y advirtió que "no hay pase mágico que permita sobrepasar la responsabilidad y el equilibrio". "Haremos todo para obtener un acuerdo, pero no a cualquier precio", añadió.
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Sin embargo, la líder del Bloque, Catarina Martins, ha asegurado que Costa no ha aceptado ninguna de sus propuestas y tampoco ha ofrecido ninguna solución de consenso". El líder del PCP, Jerónimo Sousa, fue este lunes aún más contundente porque afirmó que su partido ya había mantenido "largas negociaciones" y consideró imposible un acuerdo poco antes de la votación.
Los principales desacuerdos están en medidas para combatir la pobreza, el IVA de la energía o las pensiones.
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Si los tres partidos no llegan a un acuerdo, hay un riesgo alto de que en Portugal se rompa la alianza que ha permitido a Costa gobernar desde 2015. El presidente luso llego a gobernar primero gracias a un pacto de legislatura conocido como la geringonça. En 2019, sin embargo, el socialista descartó un acuerdo global de gobernabilidad y optó por negociaciones puntuales.
Durante todos los años el acuerdo ha tenido altibajos y han pasado por fuertes episodios de tensión. Por ejemplo, el desacuerdo sobre la actualización de los salarios de los profesores en 2019 hizo que Costa llegara amenazar con dimitir. Los aliados no cedieron entonces y se mantuvieron firmes en la defensa de sus posturas. La crisis se superó gracias a que la derecha fue la que cambió su sentido del voto y se posicionó con los socialistas.
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Durante la segunda legislatura de Costa los acuerdos con los que fueron sus aliados han sido aún más complicados. Sacaron adelante las cuentas de 2020 gracias a la abstención del Bloco y los comunistas, pero para las de 2021, en plena pandemia, el apoyo menguó y los marxistas les dieron la espalda, aunque aun así se aprobaron.