Este artículo se publicó hace 14 años.
El Consejo de Europa expone el tráfico de órganos en Kosovo
El relator exige que se investigue al ex guerrillero y hoy primer ministro kosovar, Hashim Thaçi
A diferencia de la mayoría de prisioneros, a algunos de ellos se les alimentaba bien, se les dejaba dormir y los guardas les trataban con relativa contención. Pasaban por varias estaciones llamadas "de paso", centros de detención transitorios. Durante estos traslados, algunos llegaron a hacerse una idea del destino que les aguardaba: un tiro en la cabeza y, posteriormente, una mesa de operaciones en la que de su cadáver serían extraídos sus riñones o hígado, para venderlos a mafias internacionales dedicadas al tráfico de órganos. Esos prisioneros rogaban a sus captores que les libraran de ese destino de ser cortados en pedazos.
Varias estaciones de tránsito estaban controladas por el Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK) y por asociados al Grupo de Drenica, la facción del UÇK que lideraba Hashim Thaçi, hoy primer ministro en Kosovo. Así lo asegura el informe presentado ayer al Consejo de Europa por su relator especial para los Derechos Humanos, Dick Marty, que ha generado una airada protesta de las autoridades kosovares, que lo tildaron de difamatorio.
"Hemos dado suficiente material para que haya una investigación"
La difusión del informe, que acusa a Thaçi de haber sido un "actor clave" de la mafia y el crimen organizado de Kosovo, es oportuna. El partido de Thaçi acaba de ganar las elecciones generales celebradas en Kosovo el pasado domingo.
Investigación judicialLa Unión Europea dijo tomarse muy en serio las acusaciones, pero a la vez consideró que si el relator "tiene cualquier prueba, debería presentarlo a las autoridades competentes", en palabras de la portavoz comunitaria de Exteriores, Maja Kocijancic.
En Kosovo hay "techo de cristal de impunidad", sostiene Marty
Dick Marty admitió la escasez de pruebas tangibles en su informe, elaborado a base de múltiples entrevistas y testimonios, pero destacó que ése es precisamente el objetivo de una investigación judicial como la que pide el documento.
"Creo que hemos proporcionado suficiente material para justificar que finalmente se lleve a cabo una investigación, que vaya más allá y que procure todas las garantías para que los testigos puedan declarar", afirmó.
Marty presentó su informe, tras dos años de investigación sobre crímenes de guerra cometidos en Kosovo y cree que hay "un techo de cristal de impunidad", tanto por las limitaciones que imponen las autoridades kosovares como por la falta de voluntad de la comunidad internacional.
"Los crímenes de Serbia están bien documentados. Pero, en el caso de Kosovo, la lógica que prevalece es miope: trata de restaurar una apariencia de orden cuanto antes y evita cualquier cosa que pueda desestabilizar una región aún en frágil equilibrio", opina Marty. Como resultado, hay una "justicia selectiva" que da impunidad a los crímenes presuntamente cometidos por los líderes del UÇK. "No puede haber una justicia para los vencedores y otra para los perdedores", subraya Marty.
El Grupo de Drenica, que tenía en Thaçi a su "jefe", evolucionó desde sus inicios como parte de la guerrilla del UCK hasta su transformación en una "poderosa banda de criminales", según el informe, que documenta desapariciones, trato inhumano y degradante de prisioneros de guerra, secuestros y crimen organizado.
Amnistía Internacional ha pedido que la misión de policía y justicia de la UE en Kosovo (Eulex) abra "una investigación inmediata" sobre la supuesta implicación de Thaçi en esos crímenes.
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