Este artículo se publicó hace 3 años.
Condenados a 10 años de cárcel cuatro jóvenes acusados de la destrucción del campamento de Moria tras un proceso judicial cuestionado
Sus abogados han declarado que se quedaron "consternados" después de que el tribunal no admitiera atenuante alguno de la responsabilidad de sus clientes, así como una objeción sobre la ausencia del principal testigo.
Madrid-Actualizado a
Los cuatro jóvenes afganos acusados de provocar los incendios que destruyeron el campamento de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, en septiembre de 2020, han sido condenados este sábado cada uno a 10 años de cárcel entre las críticas de organizaciones humanitarias por la falta de acceso al juicio y el hecho de que los acusados han sido juzgados como adultos aunque eran menores de edad cuando cometieron el delito.
Sus abogados han declarado al portal de noticias Efsyn que se quedaron "consternados" después de que el tribunal no admitiera atenuante alguno de la responsabilidad de sus clientes así como una objeción sobre la ausencia del principal testigo, que había nombrado a los imputados en su testimonio y al día siguiente se marchó a Atenas, donde permanece desaparecido desde entonces.
Asimismo, el presidente de la corte de Quíos había impedido que periodistas, observadores internacionales y un abogado del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados asistieran a la audiencia, bajo el pretexto de observar las medidas restrictivas para la pandemia. Otros dos menores acusados también fueron condenados en marzo a prisión.
"El único testigo que ha identificado a los acusados no se ha presentado al juicio. Su testimonio solo nombraba a los acusados por su nombre de pila y solo estaba repleto de mentiras e inconsistencias", ha lamentado la abogada de la defensa Natasha Daili en declaraciones a la ONG por la Liberación de los Seis de Moria.
Los abogados ya han firmado la apelación de la sentencia, mientras los jóvenes han regresado ya a la comisaría de Chios después de conocer el veredicto.
El campo de refugiados de Moria, situado en la isla griega de Lesbos y considerado el mayor del país, quedó destruido el 9 de septiembre del año pasado como consecuencia de varios incendios dejaron sin refugio a las más de 12.000 personas que viven en este enclave –entre ellos unos 4.000 menores–.
Desde entonces, las autoridades han construido un campamento temporal en Lesbos que alberga a unas 6.000 personas.
La UE ha asignado 276 millones de euros para construir un nuevo campamento permanente en Lesbos y para instalaciones similares en Quíos, Samos, Kos y Leros. Alrededor de 10.000 solicitantes de asilo viven actualmente en estas cinco islas del Egeo, la gran mayoría de ellos con la esperanza de establecerse en otro lugar de la UE.
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