Este artículo se publicó hace 12 años.
Choques en Atenas entre antidisturbios y manifestantes contra los nuevos recortes
El Parlamento griego vota el nuevo paquete de ajustes por 13.500 millones pactado con la troika. La oposición denuncia que el plan de Samaras es inconstitucional
La policía griega empleó el miércoles gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a miles de manifestantes que abarrotaron la plaza frente al Parlamento de Atenas en una imponente muestra de descontento contra los diputados, que tenían previsto aprobar por la mínima un paquete de austeridad. La violencia estalló cuando un puñado de manifestantes arrojó petardos y un cóctel incendiario contra los agentes, al tiempo que intentaba sobrepasar una barricada para entrar en el Parlamento, donde se espera que el primer ministro, Antonis Samaras, logre una ajustada victoria aprobando una ley de austeridad pese a la oposición de un socio de su coalición.
Una nube de gases se ha elevado sobre la emblemática plaza que alberga al Parlamento heleno, aunque miles de personas siguen concentradas para denunciar la tramitación de las medidas de ahorro por 13.500 millones, que van desde bajadas salariales y recortes de pensiones al despido de 25.000 funcionarios, que se espera sean sometidas a votación a partir de medianoche.
La sesión se vio brevemente interrumpida cuando los trabajadores del Parlamento hicieron huelga y los legisladores de la oposición salieron de la cámara en protesta. Fuera del Parlamento se oían fuertes estallidos mientras los manifestantes lanzaban cócteles molotov y la policía respondía con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. En la calle junto al Congreso se veía humo y pequeños fuegos. Eso se produjo después de que un gran grupo de ciudadanos desafiara a la lluvia, plantándose ante los antidisturbios con banderas y pancartas que decían "¡Son ellos o nosotros!" y "¡Poned fin a este desastre!". Casi 100.000 manifestantes en total, algunos coreando "¡Pelead! Os están chupando la sangre" llenaron la plaza y calles aledañas en una de las mayores manifestaciones que se han visto en meses, según la policía.
Los manifestantes ondearon banderas italianas, portuguesas y españolas en solidaridad con otros países del sur de Europa que están aplicando reformas de austeridad. "Estas medidas nos están matando poco a poco y a los diputados de ahí dentro no les importa un comino", dijo Maria Aliferopoulou, de 52 años, que tiene dos hijos y vive con 1.000 euros al mes. "Son ricos, lo tienen todo y nosotros no tenemos nada y luchamos por las migajas, por sobrevivir", afirmó.
Pancartas contra el Gobierno y los acuerdos de austeridad cerrados con la UE y el Fondo Monetario Internacional, banderas griegas y otras con los colores del movimiento obrero y anarquista ondean en la plaza, a la que no cesa de acudir gente. "Creo que estas medidas destruirán a Grecia. La gente ya no tiene ni para comer y nos están recortando cada día el salario, las pensiones y las prestaciones sociales. Y luego dedican el dinero del Estado a los bancos", se quejó amargamente Yannis Messentzis, cuyo salario ha caído un 35% en los últimos dos años. Nikos, un universitario de 22 años denunció por su parte que "las medidas van a destruir el tejido social de Grecia y la gente pobre no va a poder ir ni al hospital porque la medicina ya no será gratuita".
Entre las medidas que debate hoy el Parlamento se cuenta el cobro de cinco euros por visita médica, una tasa de 25 euros por hospitalización y un euro por receta, así como la reducción de la cobertura de medicamentos para enfermos crónicos. "Tengo amigos que están emigrando porque aquí no encuentran trabajo. Y no hay perspectivas de que esto vaya a mejorar", lamentó Nikos. Respaldados por la oposición de izquierda, los sindicatos dijeron que las medidas golpearán a los pobres sin afectar a los ricos, mientras se profundiza una recesión de cinco años que ha aniquilado un quinto de la producción del país y ha llevado la tasa de desempleo a un récord del 25%.
Debate caldeadoMientras en la calle el ambiente estaba caldeado, el debate parlamentario también está siendo subido de todo. l debate ha estado cargado de broncas, gritos e insultos durante todo el día, ya que la oposición ha acusado al Gobierno de que la tramitación del paquete de ahorro es inconstitucional por haber recurrido al procedimiento de urgencia para debatir un proyecto cuyo texto, de 279 páginas, sólo fue hecho público el lunes. Además, el debate ha comenzado esta mañana y se espera que concluya hoy mismo, en torno a la medianoche.
Durante su intervención ante el pleno, el ministro de Finanzas, Yanis Sturnaras, volvió a pedir a los griegos que acepten los necesarios sacrificios y aseguró que las reformas "prepararán a Grecia para la nueva generación".
Se espera que el resultado de la votación sea apretado, ya que uno de los socios del tripartito de Gobierno, el centroizquierdista Dimar, ya anunciado su abstención, mientras que varios diputados del Pasok (socialdemócratas) han advertido de que se opondrán a las nuevas medidas. El Gobierno necesita el respaldo de la mayoría absoluta de los diputados que acudan a votar o, al menos, que los votos afirmativos superen a los "noes" y las abstenciones.
Grecia ha vivido hoy la segunda jornada de una huelga de 48 horas convocadas por los principales sindicatos que ha paralizado gran parte de la actividad, especialmente de la industria, los bancos, la administración pública, las escuelas y los centros de salud, así como del transporte terrestre y marítimo.También dentro del hemiciclo, donde se discute la ley, el debate adquirió un tono muy bronco, horas antes de una votación, prevista para las 22.00 horas GMT, en la que se espera que las medidas de ahorro salgan adelante con un estrecho margen.
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