Este artículo se publicó hace 12 años.
China no descarta "emprender nuevas acciones" ante Japón
Pekín confía en poder resolver el conflicto "mediante la negociación pacífica". Otras empresas niponas cierran varias de sus fábricas en territorio chino
La crisis diplomática entre Japón y China por la soberanía de las islas Senkaku / Diaoyu sigue un día más. Varias organizaciones chinas han convocdao a través de las redes sociales al menos 58 manifestaciones antijaponesas para este martes, cuando se conmemora el 81º aniversario del llamado incidente de Mukden, que propició la invasión japonesa del territorio chino de Manchuria en 1931.
Mientras, Pekín ha dejado claro que no descarta tomar medidas por la compra de tres de las cinco islas por parte de Japon aunque, según el ministro de Defensa, Liang Guanglie, "espera resolver el asunto mediante la negociación pacífica". En el mismo sentido que Liang se pronunció el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Hong Lei, quien en su rueda de prensa diaria insistió hoy en que China se reserva "el derecho de emprender nuevas acciones" si continúa la disputa con Japón.
La repulsa contra Japón aumenta en China después de que dos activistas japoneses desembarcaran en el archipiélago en disputa
Las manifestaciones convocadas continúan las del fin de semana, que acabaron en incidentes violentos y sacaron a relucir el mayor sentimiento público antijaponés en China desde hace años. La repulsa ha aumentado en territorio chino después de que dos activistas japoneses llegaran al archipiélago en disputa, algo que el Gobierno chino ha calificado de "grave provocación". Ante ello, Hong ha instado a las autoridades japonesas a que "prevengan acciones que puedan complicar y magnificar la situación".
Por su parte, Japón ha extremado la vigilancia en torno al archipiélago. A primera hora la Guardia Costera nipona avistó un barco chino cerca de aguas territoriales de las islas, lo que llevó al centro de gestión de crisis del Gobierno nipón a activar una oficina de información para seguir de cerca la situación. Varias horas después los guardacostas de Japón, país que administra formalmente las islas, informaron de que otra decena de barcos chinos se encontraban cerca de las aguas vecinas a esas islas deshabitadas, situadas en el Mar de China Oriental y de menos de 7 kilómetros cuadrados.
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, aseguró que su Gobierno llevará a cabo una intensa vigilancia y control de todos los movimientos en las aguas que rodean al pequeño archipiélago, rico en recursos pesqueros y que se cree alberga también reservas de hidrocarburos. Según la televisión Fuji TV, en caso de que pesqueros chinos se acerquen al archipiélago el Gobierno de Japón está preparado para crear una "zona de defensa" en la que unos 30 barcos de la guardia costera harían una especie de "muro" alrededor de las conflictivas islas. En la zona, además, se encuentra un buque de las Fuerzas de Auto Defensa (Fuerzas Armadas niponas) enviado por el Ministerio de Defensa para garantizar el mantenimiento del orden, indicó la misma cadena.
El Gobierno nipón llevará a cabo una intensa vigilancia en las aguas que rodean las islas
La estrecha seguridad en la zona no impidió que los dos activistas nipones alcanzaran la isla de Uotsuri (la mayor del pequeño archipiélago) a nado desde un bote de un pesquero con el que se habían acercado a la zona, tras ignorar las advertencias de las patrulleras niponas. Ambos estuvieron poco tiempo en las islas antes de regresar al barco y ser interrogados por la Guardia Costera, ya que, aunque para Japón las islas son territorio estatal, los nipones que deseen desembarcar en ellas necesitan una autorización especial.
La embajada japonesa en Pekín y los consulados en las principales ciudades chinas permanecen en alerta ante el recrudecimiento de las protestas, mientras varias empresas japonesas, entre ellas grupos punteros como Toyota Motor, han optado por cerrar sus instalaciones en ese país. Toyota ha decidido no abrir algunas de las plantas que posee en ciudades como Tianjin, Changchun o Sichuan, mientras que fabricantes como Nissan Motor, Honda Motor o Mitsubishi Motors también han paralizado varias de sus fábricas y aún no han decidido si mañana volverán a operar.
También Mazda Motor ha echado el cierre de su planta de ensamblaje de Nanjing hasta el viernes, al tiempo que muchas de las empresas niponas, incluidas Hitachi o Panasonic, han recomendado a sus trabajadores japoneses que permanezcan estos días en sus casas. Asimismo, han cerrado sus tiendas minoristas como Seven & i Holdings (que cerró casi 200 establecimientos 7-Eleven en Pekín) o la popular cadena textil Uniqlo, que se reflejó en importantes caídas de estos valores en la Bolsa de Tokio.
La tensa situación despierta temor en Japón por los importantes intereses económicos en China, país que recibe casi un cuarto del total de las exportaciones niponas, lo que en 2011 fue equivalente al récord de 161.500 millones de dólares. Además, el año pasado Japón realizó inversiones directas por 12.649 millones de dólares en la segunda economía mundial (un 74,4% más que en 2010).
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