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Cameron consigue enfurecer a los 'tories'

Malestar en el partido por el recorte de ayudas a la clase media

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David Cameron no ha tardado mucho en provocar temblores y críticas muy duras entre sus votantes. Y lo ha hecho en el escenario en principio menos apropiado: el congreso anual del partido. El recorte de los subsidios por hijo a la clase media ha enfurecido al sector más conservador porque castiga especialmente a las familias en las que la mujer no trabaja.

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El anuncio fue recibido con perplejidad porque no aparecía en el programa electoral de los tories. De ahí se pasó a la indignación. "Después de todo lo que he sacrificado, viene ahora [el ministro de Hacienda] George Osborne, el millonario, y me quita lo único que el Estado devuelve a mi familia", dijo a The Times una viceministra que obviamente no quiso que su nombre apareciera en el diario.

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Las familias que cobran 50.000 euros perderán las ayudas por hijo

"No me gusta mucho la idea", admitió el ministro de Trabajo, Iain Duncan Smith. Otros ministros dijeron que no sabían nada o que se enteraron el día anterior. El Daily Telegraphadvirtió a Cameron y a Osborne que se arriesgan a confirmar los ataques laboristas, según los cuales sólo son niños ricos que desconocen cómo vive la gente de la calle.

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Es la clase de cosas por las que los partidos pueden perder las elecciones. Quizá por eso conviene hacerlas en el comienzo de la legislatura. Esta polémica decisión no se pondrá en marcha hasta 2013 y ahorrará al Estado unos 1.150 millones de euros anuales.

Es la primera de las muchas medidas que el Gobierno hará públicas el 20 de octubre para reducir el gasto público y acabar con el déficit en una sola legislatura. El coste político de tanta ambición puede ser incalculable si la medicina hace que la economía del país tenga una recaída en la recesión.

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La medida forma parte del recorte del gasto público para frenar el déficit

Las familias que se quedarán sin las ayudas no son pobres. Son las que ganan al menos 50.000 euros al año. Perderán 1.200 euros si tienen un hijo, y hasta 2.850 si son tres. A pesar de todas las promesas de Cameron de favorecer a los matrimonios, no parece que vaya en esa línea. Si los dos cónyuges trabajan y gana cada uno 30.000 euros, conservarán el subsidio por hijo. Si superan el límite de 50.000 con un solo sueldo, lo que ocurre en el caso de una madre soltera, lo perderán.

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Ante la lluvia de críticas, el primer ministro tuvo que hacer una ronda de entrevistas por las televisiones para limitar los daños. Ahí fue donde sugirió que podrían aprobar alguna exención fiscal para compensar a los damnificados por el recorte.

Ayer en el discurso con el que cerró el congreso, Cameron optó por los principios. Pero primero recordó a los delegados que hasta las últimas elecciones llevaban tres derrotas consecutivas en las urnas. Y para que no hubiera ninguna duda, lo dijo en números: 4.757 días en la oposición. Era una forma de recordar que no sería inteligente atacar a un Gobierno tory que se acaba de estrenar.

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Cameron exigió a todos que estén a la altura de la misión para sanear las cuentas. Dijo que todos deben asumir que habrá sacrificios. "Tu país te necesita", dijo en el tono casi bélico que tanto gusta a los conservadores. "Cuando decimos que estamos todos juntos en esto, no es una petición de ayuda, sino una llamada a las armas", dijo. "Este es tu país. Es hora de creer en él. Es hora de levantarse y asumir esa responsabilidad".

El líder conservador afirmó que los que más tienen deben aportar más en la cuota de sacrificios. Fue una invocación al estilo de Chur-chill con la promesa de que vendrán tiempos mejores si todos arriman el hombro.

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Cualquier cosa antes que terminar como Grecia, vino a decir. No se atrevió a utilizar el ejemplo de Irlanda, donde un durísimo programa de recortes ha dejado a la economía en la UVI.

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