Este artículo se publicó hace 11 años.
"En Bruselas está surgiendo una marea europea contra la austeridad"
Después de dos años, el 15-M sigue atravesando fronteras. Ciudades europeas acogen a españoles exiliados que luchan contra la austeridad
Hace dos años, en las calles se despertaba una nueva conciencia social. En la plaza de Sol acampaban conciencias que confluirían en un movimiento común que conseguiría llegar hasta ahora. Muchas de esas conciencias han tenido que emigrar para buscarse un futuro fuera de España, ahora la amplía red del 15-M no sólo se limita a España, si no que ha alcanzado todo el mundo.
Grupos de personas, más numerosos en unas ciudades y más modestos en otras, siguen reivindicando una sociedad que dé prioridad a sus ciudadanos por encima del capital. En Bruselas, centro europeo por excelencia, el 15-M se sigue organizando para luchar por el cambio que se proponía desde hace dos años. La idea que proponen en general es fomentar una lucha común entre países de la Unión Europea para acabar con la austeridad.
Fátima Morales lleva dos años participando en el 15-M de Bruselas. Morales acudió a Sol en las primeras acampadas, pero en poco tiempo llegó a Bruselas. "Aquí hemos tenido muchos cambios, el 15-M se ha diversificado", asegura esta joven. "Aquí en Bruselas estamos viendo un movimiento que está surgiendo en forma de marea europea, hay asociaciones que se están juntando para luchar contra un fin común, el fin de acabar con la austeridad y crear una sociedad más humana", declara Morales a Público. Esta integrante del 15-M Bruselas cree que es necesario un llamamiento a "la conciencia social", para conseguir "una sociedad más solidaria".
"A partir de ‘No nos vamos, nos echan' se ha unido más gente", asegura una participante Carlos Lancharro empezó el movimiento en Barcelona. "Cuando desalojaron la plaza Catalunya yo ya estaba en Bruselas", cuenta a Público. "Buscamos asambleas y grupos de trabajo en Bruselas, la gente de Madrid o de España en general estaba muy animada, contagió al resto de Europa", asegura este miembro. Lancharro coincide con Morales en que el 15-M se ha diversificado y ha sido capaz de desarrollar nuevos proyectos autónomos. Para este indignado lo más importante ahora reside en poder organizar manifestaciones "a nivel europeo", para así "poder luchar juntos, un país sólo no tiene la misma fuerza", subraya.
Este grupo sigue recibiendo a personas, nuevos integrantes participan en asambleas. "A partir de ‘No nos vamos, nos echan' se ha unido más gente", asegura Sara López, miembro de 15-M Bruselas desde hace dos meses. Esta joven llegó a Bruselas por unas prácticas y desde entonces ha participado activamente en el movimiento. "El hecho de que la gente se vea obligada a irse de Espala está provocando que haya más gente con las mismas vivencias, con situaciones precarias que comparten y que les hacen unirse", señala López.
"En Bruselas estamos trabajando en la distancia, pero creo que habría que darle un giro para trabajar por lo local e intentar involucrar a otras nacionalidades", asegura una indignadaPara ella, el 15-M ha pasado "del despertar con la protesta a pasar a actuar". "Los siguientes pasos del 15-M Bruselas son temas de los que tenemos que hablar más", declara a Público. "La voz no se da, si no que se toma", reivindica esta joven, "en Bruselas estamos trabajando en la distancia, pero creo que habría que darle un giro para trabajar por lo local e intentar involucrar a otras nacionalidades que están viviendo la misma situación que nosotros y que todavía tienen que despertar", zanja López.
El 15-M Bruselas también celebra sus dos años de movilizacionesLa capital europea también ha querido celebrar los dos años de movimiento, por ello han organizado una marcha desde la Place d'Espagne hasta la Bolsa. Con la pancarta de Euope Rise Up han guiado la manifestación por las calles de Bruselas. "Se va a acabar, se va a acabar, se va a acabar la paz social", es uno de los gritos que se han escuchado durante la protesta. Al llegar a la Bolsa, los miembros del 15-M Bruselas han realizado una performance. "Hemos representado a los países europeos vestidos de negro y con una estrella en la espalda", dice Sara López. En un círculo, los ‘países' tenían los ojos vendados y tres personas, que simulaban la troika, giraban en torno a ellos. "Con las jeringuillas queremos simular cómo la troika ha desangrado a los países europeos con las políticas de austeridad", añade López.
Después de que los países cayeran por las políticas de la troika, un país ayuda al resto a "despertar", señala López. En la performance los países se unen y consiguen acabar con la troika.
Tras esta interpretación, en la que han participado personas de distintas nacionalidades, un miembro del 15-M Bruselas ha leído un manifiesto en el que recordaban las palabras de José Luis Sampedro. "Me ilusiona ver que los receptores del mensaje, muy certeramente, habéis comprendido que no basta con indignarse, que es necesario convertir la indignación en resistencia y dar un paso más", han leído en las escaleras de la Bolsa en Bruselas, citando a Sampedro.
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