Este artículo se publicó hace 14 años.
Los bomberos cambian Haití por Concepción
Sigue la búsqueda de supervivientes bajo los escombros
"Gracias a Dios mandaron a los bomberos, pero los necesitábamos ayer". La alcaldesa de Concepción, Jacqueline Van Rysselberghe, no pudo ocultar ayer ni su alivio ni su enojo por la lentitud de las autoridades en enviar a los equipos de rescate. Desde el sábado, cuando la tierra tembló, muchas personas estaban atrapadas en un edificio de viviendas de 14 plantas que se desplomó en pleno centro de esta ciudad, capital de la región de Bío Bío.
El edificio tenía 80 pisos y fue entregado el año pasado a sus moradores. Era nuevo, lo que no evitó que se partiera en dos como una hoja de papel sepultando a muchos de sus residentes bajo los escombros. Al cierre de esta edición, los bomberos de Concepción, asistidos por sus perros de rescate, trataban de socorrer a tres personas, que seguían con vida. La certeza de que hay otros bajo los cascotes no admite muchas dudas; varios testigos aseguraron que habían oído gritos de auxilio. Van Rysselberghe calculó ayer en cerca de un centenar las personas, vivas o muertas, que pueden estar bajo el edificio.
Los bomberos locales empezaron a perforar las paredes incluso antes de la llegada de otro grupo de 55 bomberos procedentes de Santiago, que viajó a la ciudad, a 500 kilómetros de la capital, sorteando enormes problemas de comunicación.
Una fuente del cuerpo de bomberos de Santiago explicó a Público que el grupo que se unió al rescate en Concepción realizará un diseño de la operación de rescate de alta tecnología utilizando un plano del edificio. Este cuerpo tiene una larga experiencia, acumulado en diferentes desastres.
Estos 55 bomberos participaron en las labores de rescate del terremoto de Haití. En dos semanas encontraron nueve cuerpos en edificios de gran envergadura que se vinieron abajo. En Chile, los bomberos son voluntarios que no reciben remuneración por su trabajo. A pesar de ello, son reconocidos por su gran profesionalidad.
Hasta 12 grados RichterEn principio, las edificaciones en Chile máxime si se trata de construcciones en altura deben cumplir con elevados estándares de calidad, establecidos para un país con permanente actividad sísmica. La legislación exige que toda construcción sea apta para soportar movimientos telúricos de hasta 12 grados en la escala de Richter.
Pero el caso del edificio del centro de Concepción no ha sido el único de una construcción nueva que se derrumbó. En Santiago, en la comuna de Maipú, hay cuatro edificios muy recientes que se desplomaron y en Viña del Mar varios sufrieron daños severos en su estructura. De hecho, se calcula ya que un millón y medio de casas quedaron destruidas tras el temblor.
La responsabilidad recae tanto en las constructoras e inmobiliarias el presidente de la Conferencia Episcopal chilena, Alejandro Goic, critico ayer a quienes "hacen malas construcciones por ahorrarse dinero" como en las autoridades. De ellas dependen los permisos de obra y la comprobación rigurosa de que los edificios respetan la normativa antisísmica.
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