Este artículo se publicó hace 7 años.
"Bienvenido a Bruselas, Netanyahu: no se olvide de pagar la factura"
Medio centenar de eurodiputados exigen al primer ministro israelí que pague los destrozos que su ejército ha causado a infraestructuras humanitarias construidas por la UE en los territorios ocupados en los últimos años
Eugenio García Gascón
Jerusalén-Actualizado a
El primer ministro Benjamín Netanyahu viajará este lunes a Bruselas para reunirse con los ministros de Exteriores de la Unión Europea en un momento particularmente complicado para este conflicto, puesto que Israel sigue adelante con la expansión colonial y está eufórica con la declaración del miércoles del presidente Donald Trump reconociendo a Jerusalén como capital del estado judío.
El viernes el diario Haaretz ha publicado un anuncio dirigido a Netanyahu que carece de precedentes. En realidad se trata de un anuncio-factura donde se insta al primer ministro a abonar a la UE 1,2 millones de euros, el montante de las estructuras humanitarias construidas con dinero europeo en los territorios palestinos y que Israel ha demolido en los últimos años.
“Señor Netanyahu, bienvenido a Bruselas. Por favor, no se olvide de pagar tu cuenta”, es el mensaje que encabeza el anuncio en el que se señala que la cantidad a pagar es solo una aproximación que Netanyahu debería hacer efectiva antes del 31 de diciembre. La factura está firmada por 56 eurodiputados.
“Esta factura solamente incluye la contribución de la UE a las estructuras humanitarias, no su coste completo. Tampoco incluye el daño causado a las familias palestinas desplazadas por las demoliciones ni el daño que se ha causado a un pacífico futuro”, dicen los eurodiputados.
Según los parlamentarios, el ejército israelí ha demolido unas 400 estructuras construidas con dinero europeo y destinadas a “comunidades palestinas vulnerables”. Se incluyen “viviendas, escuelas, jardines de infancia, terrenos de juegos infantiles, cañerías de agua potable y cisternas, sistemas eléctricos, refugios para animales y letrinas”.
Las estructuras se construyeron “desde que usted se convirtió en primer ministro en 2009” y han sido confiscadas o destruidas por el ejército sin que exista al respecto una justificación militar “y en violación del derecho humanitario internacional”.
Mientras Netanyahu ultima su visita a Bruselas, en los últimos días se han declarado unos conflictos con la representante de la política exterior de la UE Federica Mogherini, quien ha condenado la declaración unilateral de Trump sobre Jerusalén.
Mogherini, de hecho la ha condenado en dos ocasiones. En primer lugar, el mismo miércoles en el que Trump firmó el documento, cuando la representante europea expresó “una grave preocupación” y recordó que Bruselas quiere que se establezca el futuro estatus de Jerusalén por consenso entre las dos partes en conflicto.
Esta declaración de Mogherini tenía que haberse hecho en nombre de los Veintisiete, pero Hungría la bloqueó y apareció como una declaración personal de la representante de la política exterior. Pero al día siguiente, el jueves, fue más allá.
La declaración de Trump sobre Jerusalén “tiene el potencial de enviarnos hacia atrás a tiempos más oscuros que estos en los que estamos viviendo”, dijo Mogherini, y añadió que la UE “tiene una posición clara y unida” sobre el futuro de Jerusalén.
La visita de Netanyahu a Bruselas se acordó de una manera un tanto extraña. Al primer ministro no lo ha invitado Mogherini sino Lituania solo, un país muy amistoso hacia el estado judío. La invitación causó una gran sorpresa y poco después Mogherini invitó al presidente palestino Mahmud Abás para principios de 2018.
La UE mantiene una política insustancial con respecto al conflicto árabe-israelí, dejando hacer lo que les place a Estados Unidos e Israel. Aunque por su cercanía geográfica y por el número de inmigrantes de la región, Europa debería haber establecido una política más efectiva en la zona, Mogherini se limita a hacer declaraciones, probablemente porque las grandes potencias europeas no le permiten ir más allá.
Por otra parte, el Canal 2 de la televisión hebrea ha informado de que Israel se dispone a dar otro paso importante en la expansión colonial en el sector ocupado de Jerusalén, justo después de la declaración unilateral de Trump.
Israel va a impulsar la construcción de 14.000 viviendas en todo Jerusalén, de las que la mitad estarán en los asentamientos judíos de Atarot (5.000) y de Pisgat Zeev (2.000), situados al norte de Jerusalén, en la zona ocupada en la guerra de 1967.
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