Al Asad autoriza formar partidos políticos en Siria

El Gobierno sirio aprobó en la noche del domingo un proyecto de ley que permitirá el establecimiento de formaciones políticas "democráticas" al margen del partido Baaz, en el poder desde hace medio siglo, con ciertas restricciones de índole antisectaria. La ley todavía tiene que pasar por el Parlamento, aunque se espera que los diputados la aprueben sin enmiendas notables. También será necesaria una reforma de algunos artículos de la Constitución para permitir que encaje la nueva ley.

La agencia oficial de noticias SANA indicó que la iniciativa se enmarca dentro de las reformas políticas que ha prometido el presidente Bashar al Asad para acabar con las protestas de cientos de miles de ciudadanos que desde mediados de marzo salen a la calle para exigir desde cambios políticos de gran calado hasta el fin del régimen. Se estima que desde marzo han muerto en todo el país unas 1.600 personas que en su mayor parte han sido víctimas de la represión gubernamental. A pesar de esas sangrientas acciones militares, el régimen no ha conseguido acallar las protestas.

El proyecto de ley detalla "los objetivos básicos y los principios que regulan los partidos, las condiciones y procedimientos para su establecimiento y autorización, y la legislación a propósito de sus recursos, financiación, derechos y deberes".

El artículo cuarto prohíbe los partidos políticos "sectarios", es decir, aquellos que apelen a una religión específica, a una o varias tribus, que no cubran todo el Estado, o sea que sólo sean regionales, o que discriminen por etnia, género o raza.

Los objetivos de estas limitaciones son, entre otros, impedir que los islamistas o los drusos establezcan formaciones sectarias que no pretendan el bien común del Estado o que las minorías étnicas, como los kurdos, creen sus propios partidos de ámbito étnico.

El ministro de Información, Adnan Mahmud, señaló que el proyecto de ley establece los cimientos legislativos y legales para el pluralismo político y para un sistema democrático, una opinión que no comparten la mayor parte de los elementos de la oposición, aunque en Siria la oposición no está bien articulada, ni en el interior ni en el exterior, con excepción de los Hermanos Musulmanes.