60 millones de estadounidenses esperan el azote del huracán Sandy
Con nueve estados en emergencia, en Nueva York el transporte público y colegios han echado el cierre. También la ONU y Wall Street. Además, Obama ha suspendido sus actos de campaña en Florida
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El huracán Sandy ha comenzado a azotar la costa este de Estados Unidos con feroces vientos y abundantes lluvias, por lo que ya hay nueve estados en emergencia. La tormenta ha provocado la suspensión del transporte público el lunes, el cierre de negocios y ha forzado la evacuación de miles de personas a tierras altas antes de tocar tierra.
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Alrededor de 60 millones de personas desde la costa atlántica central hasta Canadá se encuentran en la ruta prevista para la gigantesca tormenta de casi 1.600 kilómetros de ancho, que según meteorólogos podría ser la mayor que golpea el territorio continental de Estados Unidos en su historia. En concreto, Nueva York comenzó el domingo a blindarse con la evacuación de unos 375.000 habitantes de la Gran Manzana y el cierre de las escuelas y del transporte metropolitano.
Los ciudadanos que no evacúen esas zonas "no sólo ponen en riesgo su vida, sino que ponen en peligro a los miembros de los servicios de rescate", dijo el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, en una rueda de prensa anoche.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha agregado a Delaware a la lista de estados en emergencia para movilizar recursos económicos y equipos de asistencia federales ante la llegada del huracán. Además de Delaware, Rhode Island, Pensilvania, Connecticut, Virginia, Nuevo Jersey, Nueva York, Maryland y el Distrito Federal (DC) también han sido declarados en estado de emergencia.
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"Indudablemente habrá algunas muertes causadas por la intensidad de esta tormenta, por inundaciones, por las altas marejadas. Cuanto más responsablemente actúen los ciudadanos, menos personas morirán", alertó el gobernador de Maryland, Martin O'Malley. Lo que causa mayor preocupación es el oleaje y el ascenso del nivel del mar, que puede causar víctimas mortales debido a inundaciones o derrumbes.
Los mercados bursátiles estadounidenses sufrieron su primer cierre por condiciones climatológicas en 27 años y muchas escuelas y negocios suspendieron su actividad en Washington, Baltimore, Filadelfia y Nueva York.
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Aunque no se espera que el centro de la tormenta toque tierra hasta la noche de este lunes cerca de Atlantic City, en Nueva Jersey, el ciclón ya estaba creando condiciones peligrosas y forzando a trabajadores de rescate a entrar en acción.
Por su parte, Obama se declaró hoy más preocupado por la seguridad de los ciudadanos que por su impacto en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre. "No estoy preocupado por el impacto del huracán en las elecciones. Estoy preocupado por el impacto en la gente de la trayectoria de la tormenta", dijo Obama en una declaración en la Casa Blanca tras regresar hoy de Florida, donde tenía previsto un acto electoral que canceló por el huracán.
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"La prioridad número uno ahora es la seguridad, la elección se ocupará de sí misma durante la semana", agregó el candidato demócrata a la reelección antes de reunirse con los directores de las agencias de seguridad y meteorología para analizar la evolución del huracán.
Nueva York y varias otras grandes ciudades y localidades cerraron su transporte público y escuelas debido a que se esperan olas de hasta 3,4 metros de alto. A primera hora del lunes, el agua llegaba ya a un rompeolas en Battery Park City de Manhattan, una de las zonas evacuadas por el alcalde neoyorquino Michael Bloomberg.
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Todos los mercados bursátiles de Estados Unidos estarán cerrados el lunes y posiblemente el martes, dijo el operador de la Bolsa de Nueva York a última hora del domingo, revirtiendo un plan anterior que habría mantenido el comercio electrónico funcionando el lunes.
La sede de Naciones Unidas, los teatros de Broadway, los casinos de Nueva Jersey, escuelas a lo largo de la Costa Este y gran número de eventos corporativos también fueron suspendidos.
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La llegada del huracán coincidirá en la noche del lunes con la marea más alta con motivo de la luna llena, lo que combinado con las lluvias empeora el peligro de inundaciones en una región llena de zonas bajas, ríos y pantanos. Se espera que las aguas suban entre 3 y 6 metros por encima de su nivel habitual en la ciudad de Nueva York, según los meteorólogos.
Cuatro de los cinco barrios de la ciudad están en islas y el quinto (Bronx) tiene una amplia zona rodeada de ríos, por lo que amplias partes de la ciudad corren el riesgo de sufrir inundaciones. Las zonas evacuadas incluyen la zona sur de Manhattan, algunas partes costeras de Brooklyn, Queens y Bronx y casi toda la costa de Staten Island. La ciudad ha preparado una red de 76 albergues, con personal y suministros adecuados, para acoger a las personas que tengan que dejar temporalmente sus hogares y sus animales domésticos.