El canal internacional Telesur difundió hoy imágenes del periodista francés Romeo Langlois, una prueba de vida divulgada un mes después de que fuera secuestrado por las FARC, que han prometido liberarlo este miércoles.

En ellas se ve al periodista conversando con la persona que le filma y atándose unas botas, sonriendo.

La filmación fue enviada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a Telesur, que tiene su sede en Caracas, en un vídeo de unos seis minutos que el canal irá transmitiendo por partes, según una fuente del medio.

Langlois responde en la grabación a las preguntas de alguien que le inquiere si sabía que el lugar en el que fue capturado era 'zona roja' con la siguiente frase: 'Uno sabe a que se expone cuando hace este trabajo. Yo he hecho muchos trabajos con la guerrilla también'. Langlois señala que había entrevistado 'dos o tres veces' al fallecido ex número dos de las FARC Raúl Reyes y a 'miembros importantes' de esa guerrilla.
 'Uno sabe a qué se expone con este tipo de actividades, la verdad yo no pensaba ahorita que se iba a poner tan tremendo', declara más adelante. Y agrega que el Gobierno colombiano nunca le ha 'querido mucho' porque siempre ha ido 'de los dos lados' y ha ofrecido 'la opinión de todos'.

Las FARC anunciaron ayer en un comunicado que el próximo miércoles liberarán a Langlois y que las coordenadas del sitio de entrega se facilitarán 'oportunamente' a la misión humanitaria integrada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, la exsenadora colombiana Piedad Córdoba y un delegado francés designado por el presidente François Hollande.

El delegado de Hollande, cuya identidad no ha sido revelada, llegará esta tarde a la capital colombiana para completar la comisión.

Según el protocolo establecido, las FARC deberán informar a más tardar a las 13.00 horas del martes (18.00 GMT) el área territorial general en la que entregarán a Langlois.

El cautiverio del periodista galo, que trabaja como corresponsal de la cadena de televisión France 24 y del diario Le Figaro, empezó el 28 de abril. Entonces, los guerrilleros tendieron una emboscada al batallón que le acompañaba para cubrir una operación antidroga en un caserío de la zona rural de Montañita, municipio del Caquetá.

En los enfrentamientos que se entablaron entre los soldados del Ejército colombiano y los rebeldes, murieron cuatro militares y se perdió el rastro del reportero, que había intentado buscar refugio y fue secuestrado. Langlois, quien llevaba un casco y un chaleco de uso militar que le habían sido proporcionados para su protección, resultó herido.