El presidente egipcio, Hosni Mubarak, quiere acabar su mandato y 'morir en Egipto'. Palabras que para su homólogo estadounidense no son suficiente. Barack Obama le pidió ayer que inicie ya la transición y que lo haga de forma pacífica.

'Lo que está claro, y lo que le indiqué esta noche al presidente Mubarak, es mi convicción de que una transición ordenada [...] debe ser pacífica y debe comenzar ahora', dijo Obama en unas declaraciones desde la Casa Blanca.

Para el presidente de EEUU, el proceso debe incluir a 'un amplio espectro' de voces, incluidas las de los partidos de oposición, y debería conducir a elecciones 'libres y justas'.

Obama, sin embargo, aseguró que EEUU seguirá ayudando a Egipto, un país al que describió como aliado y amigo: 'Estamos listos para ofrecer la ayuda que sea necesaria para ayudar al pueblo egipcio a afrontar las repercusiones de estas protestas', afirmó el presidente. Pero insistió en que la transición 'no es el papel de ningún otro país. Sólo el pueblo egipcio puede hacer eso'.

'Estoy absolutamente convencido de que determinaréis vuestro propio destino y aprovecharéis la oportunidad para ofrecer un futuro mejor a vuestros hijos y nietos', insistió.

Sus declaraciones llegaron después de que Mubarak anunciase en un mensaje televisado a la nación que no se presentará a las próximas elecciones presidenciales programadas para septiembre de este año. 'Os digo con toda sinceridad que, al margen de las actuales circunstancias, no tenía intención de participar en las próximas elecciones', afirmó Mubarak en su discurso, que pronunció hacia las 23.00 hora local (21.00 GMT).

Pero ese fue un discurso que llegó después de la manifestación más numerosa en El Cairo después de ocho días de protesta. Se calcula que al menos un millón de personas participaron  en las para pedir el fin del régimen de Mubarak, que ha liderado el país durante las últimas tres décadas.