El Comité de Guardianes iraní ha decidido recontar los votos de las elecciones presidenciales de la pasada semana en aquellas zonas que la oposición demande. El líder del principal partido de la oposición, Mir Musavi, denunció que los comicios habían sido adulterados tras la publicación de los resultados que daban como ganador a Mahmud Ahmadineyad y pidió que se abriera una investigación. Ayer fue la máxima personalidad del país, el ayatolá Alí Jameini, el que llamó al consejo a que estudiara su petición.

Lejos de conformarse, Musavi, que también está siendo apoyado por el otro opositor a Ahmadineyad, Mehdi Karoubi, quiere que se repitan las elecciones. Un portavoz de ambos dijo esta mañana que 'en lugar de recontar unas cuantas urnas', lo que ambos buscaban era la anulación de las elecciones. De acuerdo con informaciones del diario The Guardian, un portavoz del Comité ya ha dejado claro que la anulación 'no es una opción' ahora mismo. Tanto Musavi como Karoubi creen que tras los acontecimientos vividos en los últimos días, un simple recuento no es suficiente.

El Comité accedió a abrir una investigación ayer pero esa decisión se convirtió en violencia en la calle. Desde el pasado sábado, las manifestaciones de detactores de Ahmadineyad se habían sucedido a petición del propio Musavi, sin embargo los partidarios de Ahmadineyad también tomaron la calle y empezaron las hostilidades. Con aproximadamente dos centenares de personas encarceladas, la tarde de ayer fue la más violenta desde las elecciones.

Hasta esta mañana se pensaba que eran siete las personas que habían perdido la vida por los enfrentamientos en las calles de Teherán. Sin embargo, la BBC ha informado en directo desde un hospital de la capital de que las víctimas son ocho.

Por otra parte, la televisión estatal Press TV ha anunciado esta mañana la detención de 'los principales agitadores' de las manifestaciones. Según los medios locales, los arrestados llevaban encima armas de fuego y explosivos, sin dar más detalles.

Un hombre herido en las manifestaciones de ayer. AFP

Durante la jornada del martes está previsto que vuelva a haber nuevas manifestaciones. Mientras los medios locales van informando de que las protestas ya no se limitan a Teherán, sino que se están trasladando a otras ciudades como Shiraz, tanto partidarios como detractores de Ahmadineyad volverán a coincidir esta tarde en el mismo punto de la capital.

El Consejo de coordinación de la propaganda islámica ha convocado esta mañana a todos los ciudadanos a participar en una manifestación para protestar por los enfrentamientos de los últimos días, según la agencia estatal IRNA. Tras la decisión del Comité de Guardianes, es más que probable que se vuelvan a reproducir los enfrentamientos de ayer.

Para tratar de evitarlo, Musavi hizo un llamamiento a mediodía a sus seguidores para que no acudan a las marchas. Esa petición, según el líder de la oposición, la hace 'para proteger vidas'. 

En cualquier caso, el Gobierno iraní sigue muy preocupado por la cobertura internacional de los enfrentamientos. El ministerio de Guía y Orientación Islámica iraní ha anulado hoy todos los permisos a las agencias de prensa extranjera y les ha advertido de que no pueden cubrir ningún acto en la calle que no cuente con su autorización.

Algunos países europeos como Francia y Alemania han mostrado su preocupación por los acontecimientos que algunos ya están comparando con la revolución que acabó hace treinta años con el Sha de Persia. También esta mañana se pronunció Reino Unido.

El primer ministro británico, Gordon Brown, pidió a Irán que escuche las quejas de la población. Brown puntualizó que lo que pasa en Irán es un asunto que compete a la población iraní, pero subrayó que 'si hay preguntas serias que ahora se hacen sobre la conducta de las elecciones, tienen que ser atendidas'.

'No debe haber violencia en respuesta a las protestas pacíficas', dijo el 'premier' británico, que pidió a Irán que escuche 'cuidadosamente'. 'La relación que tendrá y el respeto que recibirá del resto del mundo dependerán de cómo responde a las quejas legítimas expresadas y que tienen que atenderse', añadió.

El presidente norteamericano, Barack Obama, pidió este martes que se abra una investigación para esclarecer lo que está sucediendo. 'Sería un error por mi parte permanecer callado con lo que estamos viendo en televisión los últimos días', dijo Obama.

Pero estas muestras de preocupación no le gustan al presidente del Parlamento, Ali Lariyani. Esta mañana, dijo que EEUU y la UE no tienen 'por qué preocuparse de Irán y sus elecciones. Es más importante que resuelvan sus fracasos políticos y de seguridad en la región', dijo el presidente del Parlamento, considerado uno de los asesores más cercanos de Jameini.

Lariyani fue especialmente duro con los países europeos, a los que pidió que cesen en su 'conducta de acoso' y que no se pongan en evidencia interfiriendo en los asuntos de Irán.

Mientras tanto, Ahmadineyad se trasladó a Rusia para asistir a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Esta mañana, el presidente iraní tenía previsto reunirse con su homólogo ruso, Dimitri Medvédev, quien en un primer comunicado pareció cancelar la cita por tener una 'agenda muy apretada'.

Sin embargo, la reunión finalmente tuvo lugar. Ambos países han acordado 'continuar la cooperación en materia económica y humanitaria', según una portavoz del Kremlin.

Hasta el momento, sólo el viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, se ha expresado al respecto de lo que está pasando en Teherán. Riabkov se limitó a decir, sin embargo, que estos comicios son 'un asunto interno del pueblo iraní'. 'Aplaudimos la celebración de estas elecciones y damos la bienvenida en la tierra rusa al reelegido presidente de Irán'.