'007' vs Harry Potter: Escocia también divide a los famosos

La campaña entre los partidarios del 'sí' o los del 'no' en el referéndum que se celebra este jueves Escocia para decidir su independencia ha traspasado con creces el panorama político. La historia conjunta, la relevancia de la votación y la máxima igualdad que han arrojado los sondeos han llevado a numerosos famosos a involucrarse hacia una u otra opción.

Los ejemplos más paradigmáticos de esta 'batalla' paralela y de guante blanco librada entre actores, cantantes, escritores, futbolistas y demás personalidades son Sir Sean Connery y JK Rowling. El venerado actor, que en multitud de ocasiones se ha puesto el traje y ha portado la pistola del espía inglés más conocido en el mundo entero, es escocés e independentista reconocido. Sin embargo, se quedará sin poder votar al no residir en Escocia. Él, que puso rostro a James Bond al servicio de su majestad, encabeza una numerosa lista de famosos escoceses que prefieren emprender el futuro en solitario. 

Enfrente, la creadora del universo mágico de Harry Potter. Inglesa de nacimiento pero que lleva a Escocia en el corazón, ha usado su fama y su dinero para impulsar la opción del 'no'. JK Rowling ha donado ni más ni menos que un millón de libras a la campaña Better Together (Mejor Juntos) y los millones de seguidores que tiene en Twitter pueden leer constantemente sus proclamas unionistas.

Pero la escritora no está, ni mucho menos, sola en su tarea. Más de cien mil personas han firmado una carta titulada 'Permanezcamos juntos' en la que se argumenta que "la decisión de permanecer o abandonar nuestro país corresponde, por supuesto, sólo a los escoceses, pero queremos hacerles saber cuánto valoramos los lazos de ciudadanía que mantenemos con ellos y expresarles nuestra esperanza de que van a renovarlos. Lo que nos une es mucho más de lo que nos divide". Misiva que han apoyado también nombres como el exBeatle Paul McCartney, Sting, Mick Jagger, el científico Stephen Hawking, las actrices Judi Dench y Elena Bonham Carter, o el actor Patrick Stewart.  Incluso, escoceses de 'pro' como la actriz Emma Thompson (británica pero de madre escocesa y casa en Escocia), el actor Ewan McGregor, la cantante Susan Boyle o el entrenador Sir Alex Ferguson también se han pronunciado por la vía del 'no'. 

Uno de de los primeros en hacer público su rechazo a la secesión escocesa fue el hermético cantante David Bowie, que durante la gala de los premios Brit usó a la supermodelo Kate Moss para lanzar su mensaje.  Y de los últimos ha sido el popular exfutbolista David Beckham. El excapitán de la selección inglesa ha escrito una carta pidiendo a los escoceses que no abandonen un vínculo que es "la envidia de todo el mundo".

Si los famosos por el 'no' han hecho ruido, los partidarios del 'sí' no se han quedado atrás. Además de Connery, el escocés Gerard Butler se ha decantado por esta opción, ya que según afirma, se trata de un país distinto con diferentes actitudes, personas y objetivos. También apoya el independentismo escocés el actor Alan Cumming (conocido por su papel en The Good Wife), Brian Cox o el director Ken Loach. El comprometido cineasta ha llegado a asegurar: "Durante unas horas lo escoceses tendrán el poder de decidir sobre su futuro, pueden elegir quedarse su poder o devolvérselo a la clase dominante británica".

Votarán también "sí" los escritores Irvine Wells, Alasdair Gray y Alan Bisset, los cómicos Kevin Bridges y Frankie Boy y los artistas Alexander Moffat y Ken Currie. Incluso, la diseñadora Vivienne Westwood se atrevió a llevar el sí a la pasarela durante la London Fashion Week. "Me siento muy antipatriótica sobre Inglaterra porque nos ha arruinado completamente", espetó. También los miembros de las bandas escocesas Franz Ferdinand y The Proclaimers apoyan el 'sí', incluso participaron en un concierto por la causa llamado Una noche para Escocia.  

Y hay los que prefieren mantenerse en terreno neutral, bien por su posición, bien por no tener claro qué es lo mejor. Por ejemplo, el humorista escocés Billy Connolly (muy querido en las islas) ha mostrado irónico y enigmático: "Los escoceses tendrán, ni más ni menos, que lo que se merecen...".  Y la cabeza más visible de Inglaterra, la reina Isabel II, pasará una jornada de lo más tensa. Sin poder opinar al respecto, la matriarca de la familia real se encuentra en un sinvivir. Pese a todo, no se le ha escuchado ni una palabra al respecto. Al final, pese a campañas, presiones y alegatos, serán 4,3 millones de escoceses los que decidan su propio futuro.