En Vigo el tema de las luces ha iniciado una escalada de necesidad de que todo sea a lo grande y ha contagiado a otros sectores. En concreto, es algo que empieza a afectar a sus playas.

Los típicos cortavientos playeros se han convertido en auténticas herramientas dignas de un capítulo de Megaconstrucciones, según han denunciado los usuarios de las redes sociales.

Djdjdkdkdod PERO ESTO QUÉ ES pic.twitter.com/7QZKdz5MdA

— Isra González (@inception1923) August 21, 2024

Una cosa es ponerse como mucho un par de ellos para evitar las rachas de viento y que la arena pueda hacer de las suyas, la otra es montar auténticos fuertes en la playa de Samil a los que solo les falta plaza de garaje.

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Y es que el recinto se ha convertido en una sucesión de parcelas, a cada cual más grande, que llegan hasta a ocultar la vista del horizonte.

En cualquier momento se empieza a montar una segunda sociedad feudal en las playas gallegas. Que nadie se sorprenda si se notifica algún asedio entre familias para ganar territorio.

!Qué locura! Una parcela privada. Le falta en vado. Dime, que la policía vino, por favor 🙏

— Duaita_Cádiz Pride🔻 (@DP_EMM) August 22, 2024

Te cobrarán entrada si quieres pasar o qué https://t.co/hsjREsg8KF

— Goesar (@MrGoesar) August 23, 2024

Cipote, un poco más y les pasan el recibo del IBI. https://t.co/rXN3liWoFa

— Fernando Sánchez 🇪🇦 🔻 ⬜🟩 (@Cordobesdel72) August 23, 2024

El turismo responsable es uno de los temas recurrentes en cada verano, especialmente en los últimos años. Ya que la masificación y prácticas de algunos turistas comienzan a afectar seriamente las vidas de la población local. Desde la vivienda, pasando por la tranquilidad o simplemente ir a la playa.