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Test de Luria: en qué consiste

Definida por Alexander Luria como una nueva rama de la neurología y la psicología, la neuropsicología es una disciplina que ha ofrecido una nueva perspectiva de la relación entre la conducta y la actividad cognitiva del individuo y la estructura de su cerebro.  

Como plasmación de sus pioneras investigaciones, el prestigioso psicólogo y médico ruso desarrolló el test de Luria, una herramienta de evaluación neuropsicológica especialmente útil en pacientes con lesiones cerebrales pero que también ha demostrado su eficiencia en la evaluación de adultos con trastornos psiquiátricos, así como en el análisis de las funciones psicológicas superiores, tanto en adultos como en niños.  

Alexander Luria y el surgimiento de la neuropsicología 

Cerebro - Fuente: Pexels
Cerebro – Fuente: Pexels

Los avances en la neurocirugía y el tratamiento quirúrgico en diversas enfermedades del sistema nervioso abrieron un nuevo campo de investigación psicológica surgiendo la figura del neuropsicólogo, un profesional especializado en neuroanatomía, rehabilitación y evaluación de enfermedades neurológicas que analiza y trata las condiciones asociadas al sistema nervioso central. 

Alexander Luria (1902 – 1977) fue uno de los primeros investigadores en este prometedor campo ofreciendo diversas aportaciones como la teoría de los tres bloques o sistemas funcionales del cerebro que ha sido uno de los pilares más relevantes de la neuropsicología moderna.  

En este sentido, como señalan varios investigadores en este artículo de Papeles del Psicólogo, Luria defiende que el funcionamiento cerebral superior existe gracias a la interacción de estructuras cerebrales diferenciadas, cada una de las cuales hacen un aporte específico propio al todo dinámico y participa en el funcionamiento del sistema cumpliendo funciones propias. 

Para concretar esta teoría, Luria consideró imprescindible la generación de un método de evaluación práctico de las funciones cerebrales superiores, una herramienta psicométrica que pudiera analizar objetivamente capacidades cognitivas esenciales como el lenguaje, la memoria o la percepción tanto en individuos sanos como en pacientes con lesiones o trastornos cerebrales.  

Surge así el denominado test de Luria cuyos resultados ofrecen información para el diagnóstico y la planificación de intervenciones en entornos clínicos y educativos.

El test de Luria, un estudio neuropsicológico adaptado al paciente 

Cerebro - Fuente: Pexels
Cerebro – Fuente: Pexels

La primera prueba en la que se plasman las ideas de Luria es la conocida como batería Luria-Christensen surgida en 1975 con la colaboración de Anne L. Christensen que sistematizó las pruebas que venía usando el neuropsicólogo ruso en los años precedentes.  

Este primitivo test de Luria se caracterizaría por “la orientación al proceso cognitivo subyacente a la tarea, la aproximación cualitativa al caso, una administración centrada en el paciente y comprobación de hipótesis neuropsicológicas”. 

Partiendo de este primer test, se van generando alternativas como la batería Luria-Nebraska que surge en 1979 incluyendo 269 ítems distribuidos en 11 escalas con una duración de entre dos y tres horas y apto para personas a partir de 15 años. Entre las escalas que evalúa este test tenemos la motora, la táctil, la lectura, la memoria, así como el lenguaje expresivo y la escritura. 

El test de Luria Diagnóstico Psicológico de Adultos (Luria DNA) 

Examen - Fuente: Pexels
Examen – Fuente: Pexels

En el año 2000, los profesores españoles Francisco Ramos de la Universidad de Salamanca y Dionisio Manga de la Universidad de León crean un nuevo test que se ha convertido en uno de los más prestigiosos del mundo para el examen neuropsicológico partiendo de los pioneros hallazgos de Alexander Luria. 

Se trata de la única batería de adultos hispana con validación en castellano aunando la perspectiva cualitativa y cuantitativa. La puntuación máxima de la batería es de 229 puntos con una duración de 50 minutos estando destinada al diagnóstico de niños a partir de 7 años, así como a adultos.  

Como herramienta de análisis neuropsicológico, el test Luria DNA explora de forma sistemática una completa gama de funciones y habilidades agrupadas en áreas: 

  • Área visoespacial, evaluando funciones visuales superiores. 
  • Área de lenguaje, poniendo a prueba la producción y comprensión del habla. 
  • Área de memoria, a través de un conjunto de pruebas ligadas a percepción y formas intelectuales complejas. 
  • Área de procesos intelectuales, evaluando la actividad constructiva y del deterioro intelectual general. 
  • Prueba de atención que se compone de un conjunto de ítems sobre el estado de alerta, la atención selectiva, la capacidad de distracción, la atención focalizada y la interferencia. 

Como señala el artículo citado más arriba, en el que intervienen los propios Ramos y Manga, el test Luria DNA se ha erigido en una herramienta de análisis neuropsicológico con respaldo empírico en adultos, avalando su uso en pacientes con diferentes condiciones neurológicas, psiquiátricas y otras condiciones médicas y sociales, además de personas con esquizofrenia, esclerosis múltiple o discapacidad intelectual. 

En este sentido, los autores señalan que la batería cuenta con buenas propiedades psicométricas relacionadas con la fiabilidad test-retest y validez convergente con la escala de inteligencia de Wechler

Las teorías de Luria en neuropsicología escolar 

Una clase
Una clase

Como señala este otro artículo de Manga y Ramos aparecido en Psychology, Society, & Education, las teorías de Luria también han tenido una notable influencia en la neuropsicología escolar ocupándose de la evaluación, diagnóstico e intervención en estudiantes que tienen dificultades en sus aprendizajes y/o muestran trastornos de comportamiento en su centro escolar. 

En este sentido, los autores señalan cómo los avances en técnicas de neuroimagen están completando las teorías de Luria al comprobar “cómo cambia el cerebro a causa de las intervenciones neuropsicológicas (…) consiguiendo una reorganización del cerebro”.  

Y es que, según Manga y Ramos, el córtex prefrontal requiere un desarrollo prolongado que juega un importante papel en la maduración de las capacidades cognitivas superiores: la neuropsicología infantil puede ser clave para conocer mejor los cambios que ocurren en la organización funcional del cerebro en desarrollo.  

En particular, el conocido como Luria-Inicial es un test específico generado a partir de las teorías del médico ruso cuyo objetivo es evaluar específicamente a niños en edad preescolar, incluyendo análisis de la motricidad, el lenguaje oral, la rapidez de procesamiento, la memoria verbal y la no verbal. 



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