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Constelaciones familiares: el peligro de esta pseudoterapia

Acudir a cualquier terapia tiene sus peligros, pero si esta es dirigida por un psicólogo profesional colegiado estarás amparado por la ley que deriva del cumplimiento de su código deontológico de forma que, ante cualquier incumplimiento de este, el psicólogo puede llegar a ser inhabilitado o, en los casos más graves, condenado por la justicia ordinaria. Esta protección del código deontológico no ampara a los clientes de las constelaciones familiares o de cualquier terapia “alternativa” o pseudoterapia. 

Así pues, si acudes a una sesión de constelaciones familiares dirigida por un “facilitador” no estarás protegido por ningún código deontológico: ante cualquier problema derivado de la sesión, no tendrás forma legal de reclamar tus derechos.

Seis peligros de las constelaciones familiares 

Una mujer rodeada de brazos - Fuente: Unsplash
Una mujer rodeada de manos y brazos – Fuente: Unsplash

Vaya por delante que una pseudoterapia puede cumplir su cometido con el cliente al igual que una terapia llevaba a cabo por un profesional no cumplirlo con el paciente. Porque el hecho de que una pseudoterapia no sea científica no quiere decir que no funcione nunca. Esa no es la cuestión de la que nos ocupamos aquí. 

La cuestión es qué pasa cuando no funciona, cuando la sesión perjudica la salud mental del cliente y/o se siente estafado. Ese es el problema de las pseudoterapias. Pueden funcionar, sí, como las dietas milagro, pero estás asumiendo un riesgo innecesario para el que no tienes protección. Así que el primer peligro de las constelaciones familiares es ese, poner en riesgo tu salud mental sin garantía. Pero hay más. 

Falta de ética: se aprovechan de tu vulnerabilidad 

¿Todos y cada uno de los facilitadores de las constelaciones familiares son seres depravados y sin escrúpulos que buscan aprovecharse de las debilidades de sus clientes para ganar dinero? Desde luego que no, pero los hay. También los hay dentro del gremio profesional y colegiado. Pero volvemos a lo mismo. A los segundos les puedes reclamar con el código deontológico y la ley en la mano. A los facilitadores, no. Si algo sale mal, te aguantas… o acudes a un profesional, a un psicólogo colegiado. 

Y desde un punto de vista ético, más allá de lo que diga la ley, no hay nada más mezquino que explotar las vulnerabilidades de las personas, sus debilidades psicológicas y sus traumas, para obtener un rendimiento económico de forma opaca.  

Una justificación determinista, acientífica (y peligrosa) de los traumas 

Fotos antiguas - Fuente: Pixabay
Fotos antiguas – Fuente: Pixabay

Seguro que habrás oído alguna vez eso de que “las cosas siempre suceden por alguna razón”. No, falso. El mundo no funciona así. Buscar una explicación concreta, sencilla y comprensible para (todos) los eventos negativos de nuestra vida pueden terminar en frustración. O en engaño.  

El método de las constelaciones familiares pretende encontrar una relación de causa-efecto derivada de la bizarra teoría de las dinámicas transgeneracionales que se repiten a lo largo del tiempo. ¿Que el eminente Jung ya hablaba de esto hace un siglo? Muy bien, pero la palabra de Jung no es infalible.  

¿Que la herencia familiar (y genética) influye en nuestro comportamiento y personalidad? Sí, por supuesto. Pero no al nivel de que lo que haya hecho uno de nuestros antepasados hace 300 años determine nuestro comportamiento 300 años después. Puedes creer en ello, pero es una creencia como cualquier otra. No es una certeza científica. 

También es cierto que no todas las “certezas” de la psicología son infalibles, pero eso es porque la ciencia tampoco es infalible, pero, al menos, sigue un método científico, valga la redundancia, que incluye la permanente revisión, no el dogma inapelable que, a menudo, cimenta las pseudoterapias.

Sectarismo 

Una secta (destructiva) es aquel grupo que, en su dinámica de captación y/o adoctrinamiento, utiliza técnicas de persuasión coercitiva que propicien, entre otras cosas, la destrucción de la personalidad de forma que la persona quede a merced de sus persuasores.  

El peligro de caer en las redes de las terapias alternativas es la seducción del sectarismo que siempre promete integrar a la persona en un grupo armónico que recomponga su vida, a menudo, desnortada.

Las constelaciones familiares prometen devolver la armonía a la familia. Y en muchos contextos familiares eso es casi como un milagro. Pero los milagros no existen. Y las sectas sí. Hasta una publicación católica alerta sobre el peligro del sectarismo de las constelaciones familiares. 

Victimismo y culpabilización 

Trauma – Fuente: Pexels

Así como a menudo necesitamos explicaciones sencillas para hechos que derivan del inexplicable caos vital, también necesitamos culpables para nuestros problemas. Y las constelaciones familiares también se ocupan de buscar culpables y certificar víctimas. Pero este proceso es dudoso desde un punto de vista ético… y judicial.  

Se dice que hay sesiones en las que se termina por justificar casos de abuso sexual con la excusa de lograr la armonía familiar. La justicia es la única con capacidad para determinar un caso de este tipo. También se equivoca, por supuesto, pero es la única fórmula sensata para juzgar un presunto (y grave) delito.  

Por otro lado, la culpabilización y el victimismo que reparten las sesiones de las constelaciones familiares también es dudoso desde un punto de vista ético ya que puede convertir en víctimas a culpables y viceversa.  

Si nos dicen que la causa de nuestros problemas siempre está en el pasado familiar puede suponer un alivio momentáneo, pero también una invitación a la irresponsabilidad. Y si nos hacen creer que somos responsables de todo lo que nos sucede, negamos la evidencia de que existen otros factores que escapan a nuestro control que determinan nuestros conflictos vitales, como la propia desigualdad social. 

El culto a la emoción 

Como muchas terapias alternativas, las constelaciones familiares viven de algo que cada vez está más en boga en una sociedad cada vez más hipersensible: el culto la emoción.

Una terapia de este tipo busca una catarsis emocional que, a menudo, puede tener un poderoso efecto psicológico, también positivo. Pero, ¿qué pasa cuando la catarsis termina en un brote psicótico? ¿A quién reclama la familia si tras varias sesiones de constelaciones familiares el cliente tiene tentaciones suicidas? 



1 Comment

  1. Me parece que este artículo critica la terapia denominada “constelaciones familiares” con el mismo tipo de argumentos especulativos que él autor pone en boca de esta terapia. No hay ninguna mención a estudios “científicos ” que avalen los hipotéticos riesgos que se mencionan, es básicamente especulativo.

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