Punto y seguido

En el duelo entre Biden y Ben-Gvir por Rafah, Netanyahu tiene otra alternativa

Campamento en Rafah. Europa Press.
Campamento en Rafah. Europa Press.

Sólo unos 250.000 palestinos traumatizadas, hambrientos, enfermos y exhaustos de los 1,2 millones que habían sido empujados del norte y sur de Gaza a buscar un refugio en Rafah, han podido coger sus bártulos para volver a huir de las bombas, y esta vez a ninguna parte, donde el gabinete de guerra de Israel les ha preparado una muerte segura. A pesar de la propaganda de los invasores, Rafah nunca ha sido un refugio: desde el mismo fatídico día de 7 de octubre, la fecha del asalto de Hamas a Israel, que ofreció un perfecto pretexto al fascismo israelí para llevar acabo la última fase de la Solución Final para los palestinos, la ciudad ha estado bajo los bombardeos, hasta el día 6 de mayo que los tanques se han unido para arrasarla. Entre las víctimas de hace unas semanas se encontraba el bebé Sabreen Alrouh Joudeh, rescatado por los médicos del vientre de su madre asesinada, que yacía junto a los cadáveres de su padre y su hermana Malak de 3 años. Pero, Sabreen no quiso ser uno de los miles de niños huérfanos de Gaza y decidió abandonar el cruel, estúpido y sin sentido mundo de los adultos.

Fuente de la imagen: https://www.bbc.com/mundo/articles/cekm3nrvjrvo
Fuente de la imagen: https://www.bbc.com/mundo/articles/cekm3nrvjrvo

La invasión sucede justo cuando las delegaciones de Hamas e Israel aceptaban una propuesta de alto el fuego, con la mediación del jefe de la CIA William Burns, Qatar y Egipto, a cambio de liberar a numerosos rehenes. De repente, Benjamín Netanyau anunció que iba a ignorar los ruegos del jefe Joe Biden, para detener la invasión terrestre israelí a Rafah. La amenaza teatral del presidente de EEUU y la retención provisional de una pequeña partida de armas desde Washington a Tel Aviv no impidieron el bombardeo de unos 50 sitios de la ciudad, y volver a ordenar a cientos de miles de gazatíes ir a ninguna parte, pateando los escombros empapados de sangre de sus seres queridos esparcidos en un interminable círculo.

¿Por qué Israel ataca Rafah?

Ubicada entre el desierto del Sinaí egipcio, el Néguev israelí, y el mar Mediterráneo, esta milenaria ciudad, donde Cleopatra se casó con Ptolomeo, fue "limpiada" de su gente por los ataques de los ejércitos israelí y egipcio en 1982, que pretendían crear una zona de amortiguamiento. Miles de familias fueron separadas por alambre de púa y un muro de hormigón, y sus bienes y tierras destruidos. Para rematarla, en 2001, Israel bombardeó el Aeropuerto Internacional Yasar Arafat de Rafah, el único en toda Gaza.

Desde la actual invasión israelí, la ciudad de 64 kilómetros cuadrados que albergaba sólo a 275.000 vecinos, ha acogido a alrededor de un millón de palestinos forzados a desplazarse.

Aunque Rafah carece de valor geopolítico se ha convertido en un escenario donde dos principales grupos juegan sus últimas cartas:

  1. Los que apuestan por la continuidad de los combates:

 a) El establishment israelí, que sigue adelante con su proyecto de limpieza étnica palestina iniciado allá en 1940: "Debe quedar claro que no hay lugar en el país para ambos pueblos -dijo el sionista Yosef Weitz- No hay más remedio que trasladar a los árabes de aquí a los países vecinos... No debe quedar ni una aldea, ni una tribu". El proceso empezado con Nakba ha ido avanzando hasta convertir Gaza primero en la prisión más grande del mundo, con 1,4 millones de niños y adultos condenados a muerte bajo una multidimensional e integral tortura, y  desde el octubre pasado a un Campo de Exterminio. Jean-Paul Sartre, tras su visita a Gaza en 1967 afirmaba no entender cómo los que justificaban el derecho del retorno de los judíos después de dos mil años (aunque, en realidad, los judíos europeos que ocuparon Palestina no "retornaban", eran simples ocupantes convertidos al judaísmo) no reconocen este derecho para los palestinos que expulsaron hace dos décadas.

Dos de los portavoces de esta corriente, Itamar Ben-Gvir del partido Poder Judío y Bezalel Smotrich del Partido Sionista Religioso, son socios del régimen de Natanyahu. En respuesta a las presiones de Biden por el asalto a Rafah, Ben-Gvir amenazó al jefe del ejecutivo a salir del gabinete de coalición: "un gobierno encabezado por usted no tendrá derecho a existir"  y añadió " Creo que el primer ministro entiende muy bien lo que eso significará". Sí: perder la inmunidad, ser juzgado como delincuente por causas penales pendientes, e incluso acabar con sus huesos en el talego como el expresidente de Israel Moshe Katsav, por violar a una subordinada. Biden, en realidad, se enfrenta a estos personajes sumamente peligrosos, incluso para el propio Israel: sus perfiles recuerdan al terrorista judío Yigal Amir que ejecutó la "fatua" de los rabinos asesinando al Primer Ministro Isaac Rabin, en 1995, por firmar con Yaser Arafat los Acuerdos de Oslo; aquel indocto no sabía que el tratado, en realidad, fue el documento de rendición de los palestinos, sin remedio tras la desaparición del principal apoyo a su causa, la Union Soviética, y la destrucción total de Irak, otro firme respaldo de los derecho de los palestinos.

El "Estado Profundo" israelí, para el que la destrucción de Gaza es estrategia y también táctica, espera que Egipto se vea obligado a abrir la frontera, y junto con Arabia Saudí, acoja a los palestinos que sobrevivan a la masacre en curso. El Cairo, por su parte, prefiere alargar esta agonía, dando mas tiempo a Biden para que le salve de tener que instalar a miles de palestinos en el Sinaí. Por el momento, las mafias egipcias están cobrando hasta 5000 dólares a los  palestinos "ricos" para llevarles de Rafah a El Cairo.

1.b) Netanyahu, con dos razones fundamentales:

-Presentar alguna victoria ante la opinión publica israelí, tras fracasar en "traer de vuelta a los rehenes a casa", y "aniquilar a Hamas", que sigue lanzando cohetes hacia Israel, siete meses después.

- Garantizar su propia supervivencia política, evitando unas elecciones anticipadas, en las que sería expulsado del poder. Incluso está preparando una invasión al Libano.

Vamos a ofrecer al genocida de Gaza otra alternativa: dejar de jugar de Madman para hacer de Satetman, y salvarse a sí mismo y también a Israel. Para ello, debe retirar las tropas de Gaza, permitir el regreso de los desplazados, liberar a cientos de palestinos encarcelados en prisiones israelíes, y luego si es amenazado por los Daesh israelíes, pedir asilo político a EEUU o incluso a Qatar, donde están empadronados en el mismo hotel los generales del Comando Central de EEUU y los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas.

  1. c) Dos sectores en el seno de Hamas:

- Uno, por pensar que otros miles de "mártires" palestinos le acercaría a su objetivo que es aislar a Israel en la comunidad Internacional. ¿Alguna de las potencias mundiales (EEUU, China, Rusia, Alemania o Francia) ha expulsado siquiera a un agregado cultural de Israel (ni qué decir a su embajador), por asesinar a 36.000 civiles palestinos, la mitad niños? ¿Algún tribunal internacional condenó a EEUU por asesinar a varios millones de civiles en Irak, Yemen, Afganistán, Libia, Siria, Sudan y Gaza, en pocos años? El objetivo de este sejctor es hacerse con el control de la mezquita Sal Aqsa, y en la lucha por la "causa de Dios" y ganarse un trozo del cielo, la vida de otros seres humanos es simplemente sacrificable: es ideológico. Abraham, el patriarca del judaísmo y el islam, con la misma aspiración, intentó acabar con la vida de sus propios hijos, y la de Agar, la primera "madre subrogada" mencionada en un texto sagrado.

- Otro, por los planes de EEUU- Israel de expulsarle del poder el Día Después: "Yo o el caos", es su lema. Sin un conflicto bélico-religioso, organizaciones de derecha apocalíptica (judía o islámica), carentes de un proyecto real y viable, no tendrían razón de existir.

  1. d) Los patrocinadores de Hamas (Irán, Qatar y Turquía): Mientras Israel esté matando palestinos, nadie se dará cuenta de que Erdogan sigue bombardeando a los kurdos en Siria e Irak, o que Jamenei haya batido su propio récord en ahorcar a los iraníes, y minar el país desde dentro.
  2. Los que exigen el fin inmediato del conflicto bélico:

- Millones de palestinos desesperados, a los que nadie preguntó, antes del asalto del octubre del 2023, si preferían la vida de hoy, supuestamente, como consecuencia del "derecho a la venganza", por "dignidad" u otros términos que exculpen a los líderes derechistas y miopes que se ven como pastores dirigiendo a una masa de ovejas sin capacidad de decidir su propio destino.

-Las familias de los rehenes en manos de Hamas, que les da igual la vida de los palestinos (deshumanizados por década de propaganda supremacista judía), y lo único que piden es un alto el fuego provisional a cambio de los rehenes, otros inocentes atrapados en una batalla que no es suya.

- Joe Biden, por dos motivos:

  1. a) Cuanto más se alargue este conflicto vecinal de Oriente Próximo, más pierde como superpotencia, tanto en el escenario de la guerra de Ucrania contra Rusia como en en Asia Pacífico conteniendo a China. Israel, Arabia Saudi y los republicanos de EEUU se oponen a la Doctrina del Regreso a Asia de los demócratas que fija la misión de EEUU en salvar los intereses del imperio frente a China y Rusia a costa de reducir el peso de Oriente Próximo en su agenda: se niega estar solo ante rivales agresivos como Turquía e Irán.
  2. b) Su reelección está en serio peligro por el aumento de las protestas anti-guerra de Israel en EEUU. Si no renueva el mandato, habrá sido derrotado por un tal Ben-Gvir, nieto de un emigrante judío iraquí. Biden ya se quitó la vida cuando Netanyahu le obligó a ir a verle a Israel, después de que le despreciara durante tres años no invitándole a la Casa Blanca.

Hoy, aquellos "propalestinos" que reclaman la expulsión de los judíos y la destrucción de Israel, para el "retorno a casa" de los palestinos, viven en un mundo paralelo; desconocen "Un análisis concreto de una situación concreta, para unas tácticas y estrategias adaptadas". Y hoy la situación es muy diferente de cuando Nakba sucedidó: los palestinos han ido perdiendo todas las batallas, debido al ascenso incesable de la extremaderecha (sobre todo religiosa) en la región. La cuestión primordial hoy no es " el derecho al retorno" sino parar el genocidio y proponer una solución viable, realista y duradera para una vida digna de millones de palestinos.

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