Uno de los fenómenos más bellos de la naturaleza es el arcoíris de fuego. No es algo fácil de ver, pero sí hay más posibilidades en unos lugares que en otros. Y es que las peculiaridades que han de converger para que se produzca este espectacular efecto son muy especiales.
Descubre con nosotros qué es un arcoíris de fuego y apunta dónde se puede ver por si buscas ideas para tu próximo viaje. ¿Quieres fotografiar algo único? Este es un excelente motivo.
¿Qué es un arcoíris?
Un arcoíris en un fenómeno óptico y atmosférico que requiere de ciertas condiciones para poder contemplarse. Como habrás comprobado más de una vez suele salir tras parar de llover y abrir el día o mientras llueve y hace sol, puesto que son las gotas de agua las que dispersan los rayos solares en todas direcciones. De hecho, suele contemplarse en la dirección opuesta al sol. El agua está en suspensión en la atmósfera y todo el juego de luces nos brinda la hermosa imagen colorida con la que no pocos se animan a pedir un deseo.
Además, los colores del arcoíris siempre aparecen manteniendo el mismo orden: rojo, naranja, amarillo, verde, añil, azul y violeta. Asimismo, la forma en que se presentan es el característico arco que se extiende por el cielo y parece que emerge de la tierra. Pero el arcoíris de fuego es muy distinto a este, tanto que puede que no lo conozcas.
Arcoíris de fuego
Si el arcoíris que más acostumbrados estamos a ver no surge así como así, el arcoíris de fuego, también denominado arco circunhorizontal, todavía es más complicado de contemplar. Esto sucede porque tienen menor longitud y mayor espesor, además de que la refracción de la luz se produce a través de unos cristales de hielo que se encuentran en algunas nubes altas, las de tipo cirrus o cirro.
Estas nubes se encuentran a más de ocho kilómetros de altura, y sus formas difuminadas destacan sobre el cielo azul. Es lógico que a los fotógrafos de paisajes les encanten cuando quieren tomar alguna imagen panorámica. Y es que son estas nubes de tipo cirro las responsables de dispersar la luz. Sin ellas, el arcoíris de fuego no existiría. Sin embargo, tampoco son suficientes para que se forme.
A ello hay que sumar que los cristales de hielo estén alineados de manera horizontal; que de los 35 tipos que forman las cirrus, solo aparezca el de tipo aplanado y hexagonal; y que la altura del sol sobre el horizonte sea de 58º. Cuando entonces surge en el cielo, parece que este entrara en combustión espontánea, creando una visión espectacular. Además, con tantos requisitos como necesita para formarse, una vez lo hace, dura muy poco tiempo. Hay que tener en cuenta que los condicionantes que lo han provocado cambian rápidamente, por lo que pronto se disipa.
Dónde ver arcoíris de fuego
La condición de que el arcoíris de fuego necesite que el sol esté a una altura de 58º sobre el horizonte provoca que no pueda verse en todas partes del mundo. Solo aparece en sitios que se encuentran localizados a 55º de latitud. No obstante, tampoco es posible verlo en latitudes extremas, de ahí que solo unos pocos lugares del mundo sean adecuados para contemplar este fenómeno.
Entre ellos se encuentran Caxias, en Brasil, y otros países de América del Sur, como Paraguay, Perú y Argentina, donde se han documentado. También ha sucedido así en Cancún, en Quintana Roo, y en Veracruz, por lo que en México, aunque no sean frecuentes, sí es posible verlos. Y en Estados Unidos también se tiene constancia de ellos en Charleston, en Carolina del Sur. Houston, Florida, Utah, Ohio, Virginia y Colorado también son otros sitios adecuados para ello.
En cualquier caso, debes ser consciente de que, cuanto más alejado estés del Ecuador, más difícil será contemplar un fenómeno atmosférico de este tipo.
Tipos de arcoíris
Por último, no podemos olvidar que además del habitual arcoíris y el arcoíris de fuego, hay otros tipos muy especiales que tendrás ocasión de ver si la meteorología lo permite. Así, los pálidos arcoíris lunares surgen iluminados por la luz de la luna, en vez de la luz solar. Y los espectaculares arcoíris de niebla se forman con gotas de neblina tan pequeñas que no reflejan los colores y dan lugar a ese onírico arcoíris blanco.
De tal modo, vayas a donde vayas, no olvides observar el precioso mundo que nos rodea y dejarte sorprender por sus maravillas. Tal vez, un día, cuando eleves la vista hacia el cielo, te sorprenderá la imagen de alguno de los arcoíris más especiales que existen.
