Fue en la Tomatina de 2012 cuando la gota colmó el vaso: una mujer de 19 años fue violada por un hombre de 27 años que la encontró sola en una acera junto a un polideportivo pocas horas antes del inicio de la Tomatina. “Si no quieres que te mate, bájate los pantalones”.
Pese a que el violador fue detenido y condenado, las autoridades de Buñol tomaron conciencia de que la Tomatina no solo debía seguir siendo una fiesta reconocida a nivel internacional, sino también un ejemplo de civismo y convivencia, levantándose contra la violencia machista.
La Tomatina, una fiesta libre de violencia machista
Ocho años después de aquel suceso, la Universidad Complutense de Madrid destacaba La Tomatina como referente de seguridad en el V Congreso Internacional de Comunicación y Seguridad de Eventos. Los expertos reunidos en torno a aquel congreso resaltaron el enfoque efectivo de la seguridad de La Tomatina valorando los cambios que se habían implementado para lograrlo.
Y el primer cambio se vinculó a la masificación del evento que impedía un control efectivo del mismo. 45.000 personas llegaron a participar en la Tomatina de 2012. Al año siguiente, las autoridades buñolenses decidieron aplicar una medida polémica que tenía por objeto controlar el aforo: exigir una entrada a los visitantes.
Con ello, se buscaba, en primer lugar, “devolver” la Tomatina a los buñolenses que, con la internacionalización del evento, habían quedado en segundo plano. En este sentido, los locales podían acceder con invitación sin necesidad de pagar entrada: más de la mitad de las invitaciones estaban disponibles para los locales que quisieran participar.
Pero, además, se trataba de controlar el aforo sin perder el carácter festivo ni la rentabilidad. Y es que no hay que olvidar que una fiesta de estas características también es una fecha muy relevante a nivel económico para el municipio valenciano.
Al control del aforo le siguió el diseño de un protocolo específico contra la violencia machista y homófoba aplicado desde 2016. Se amplió un 10% el dispositivo de seguridad con unos 350 agentes encargados de controlar todo el evento, además de policía secreta infiltrada durante el recorrido.
Y es que ese mismo año, apenas unas semanas antes, San Fermín había sido protagonista por las denuncias por agresiones sexuales incluyendo el caso de La Manada, y La Tomatina se levantó: una gran pancarta de lucha contra la violencia machista presidió todo el recorrido.
El éxito de los cambios implementados en la Tomatina desde 2013 marcaron el camino para los organizadores de la fiesta que, en 2017, publicaron un video en el que varios buñolenses mostraban su rechazo a las agresiones: “de aquí no pasa que presencies una agresión y mires hacia otro lado”, “respeta, siempre, respeta”, “no a las agresiones racistas”.
Y al año siguiente se instalan por vez primera los ‘Puntos Violeta’, formados por el Movimiento Mujeres Democráticas de Buñol y voluntarias: “Servirá de enlace entre las personas que hayan sufrido una agresión y los cuerpos de seguridad”, tal y como se ha convertido en habitual en los grandes eventos en España.
Además, en aquella edición se reunieron más de 700 agentes implicados en el protocolo de seguridad, además de un helicóptero, un hospital de campaña, 12 ambulancias y varias cámaras para vigilar los enclaves más multitudinarios.
Así mismo, los miembros de la organización llevaron una camiseta de color morado “en homenaje a las 950 víctimas de violencia de género” y para “recordar la necesidad de erradicar esta lacra social”, así como “impulsar un gran cambio social”, a través “de la internacionalización que tiene la Tomatina”, como declaró el por entonces concejal y responsable de Festejos de la localidad Rafael Pérez.
Todo preparado para la Tomatina 2023
El 30 de agosto se celebra una nueva Tomatina en la que se volverán a aplicar las medidas de seguridad que han convertido esta fiesta en una referencia en España. Y a estas alturas ya sabrás que, sin entrada, no podrás acceder al evento.
En la web oficial de la Tomatina —cuidado, porque existen otras páginas relacionadas con la fiesta que no son oficiales— puedes adquirir entradas e informarte acerca de todo lo que necesitas saber para disfrutar de la fiesta del tomate.
Seguro que también sabrás cuál es el origen de este curioso evento que termina con todo el mundo nadando en un mar de tomate, pero para los más despistados recordamos que la versión “oficial” nos habla de una improvisada batalla campal el último miércoles de agosto de 1945 en medio de la tradicional cabalgata de gigantes y cabezudos: un grupo de jóvenes quiso abrirse hueco, uno de los protagonistas cayó y aprovechando que había puesto de verduras al lado, respondió con el lanzamiento de tomates… Y hasta hoy.
Declarada como Fiesta de Interés Internacional desde 2002, las autoridades buñolenses también recuerdan que los tomates de la Tomatina se cultivan para ser lanzados, no siendo aptos para consumo humano, una forma de responder a las críticas que tampoco faltan en este sentido.
Y para que no te líes a la hora de llegar a Buñol, el Ayuntamiento ha habilitado un mapa en el que se recoge el recorrido de los camiones de la Tomatina, pero también los puntos principales de interés, como las casetas para cambiar tu entrada por la pulsera (como si fuera un festival), el lugar donde se celebran la pre-party o la paella, el guardarropa (muy importante en una fiesta como esta), así como los puntos de acceso al recorrido, pero también la oficina de policía.
Y recuerda llegar con al menos dos horas de antelación al inicio de la Tomatina que tiene lugar a las 12.00 horas de la mañana, no pasarte con la noche de empalmá para disfrutar del lanzamiento del tomate como se merece y, por supuesto, contribuir a que esta gran fiesta siga siendo referencia frente a la violencia machista.
