¿Qué llevan los helados que comemos en verano?

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Cada verano, los helados se convierten en protagonistas de nuestros paseos y nuestros postres. Con un sinfín de variedades y para todos los gustos, más o menos dulces, no siempre tenemos muy claro qué es lo que ingerimos cuando los tomamos.

Y es que hay muchas diferencias si hablamos de helados industriales y artesanales, aunque entre estos últimos unos puedan serlo más que otros. Para cuidar un poco mejor nuestra alimentación, esto es lo que debemos saber sobre qué llevan los helados que comemos en verano.

Helados industriales

helados industriales
Mujeres tomando helados/Foto: Unsplash

Los helados industriales son los que más se comercializan. Los encontrarás en todas partes, desde supermercados hasta bares y chiringuitos, en forma de cucurucho, de palo, en vasito y en tarrina. Pero no suelen ser los más saludables. Para saber qué es lo que comes cuanto tomas un helado de este tipo es necesario estar atento a su composición. Nada mejor que leer el etiquetado para averiguar qué porcentaje de cada ingrediente llevan. Cuando lo hagas, puede que te sorprendas.

La mayoría de ellos tienen principalmente azúcar, a la que siguen cantidades de grasa y diversos aditivos industriales, como estabilizantes, aromas y emulsionantes. Sin olvidar el agua y la leche desnatada. No es nada frecuente encontrarse con fruta en su composición. En el caso concreto de los sorbetes, ten en cuenta que no se hacen con productos lácteos, así que es normal que no los veas en sus etiquetas.

Y dos factores más a considerar: los helados industriales tienen mayor cantidad de aire y suelen tener más calorías que los artesanales. Como resultado, los helados industriales son un tipo de alimento ultraprocesado que debe consumirse esporádicamente con moderación, siendo más recomendable el consumo de los helados artesanales.

Helados artesanales

cucuruchos
Cucuruchos de helado/Foto: Pixabay

Los helados artesanales tienen una composición más saludable que los industriales. Primero, porque están elaborados con frutas, frutos secos y otros productos frescos, y, segundo, porque están libres de colorantes, esencias y conservantes. Además, su sabor es más intenso, su consistencia más cremosa y su textura más densa, puesto que no tienen el aire añadido de los helados industriales. Esto último contribuye a que tengan un poder mucho más saciante cuando los comemos.

También hay que considerar que los helados artesanales, aunque tienen grasas, son aquellas que aportan nutrientes, puesto que proceden de lácteos frescos, como pueden ser los yogures, la nata, la leche y las yemas de huevo. Los industriales usan leche desnatada y luego añaden grasas vegetales y almidones varios para conseguir la textura deseada; lo cual no tiene mucho sentido, más allá de que el consumidor que lee desnatada piense que engorda menos o que es más saludable. Pero no tiene nada que ver.

Recuerda que, en cualquier caso, cuantos menos ingredientes veas en su composición, mejor será, puesto que estará menos procesado.

Heladerías artesanales

Heladería
Heladería/Foto: Unsplash

Ahora bien, es necesario tener la certeza de que lo que tomamos son helados artesanales, puesto que la publicidad puede resultar engañosa. A menudo pueden encontrarse aquellos que se venden como caseros o artesanos que, en realidad, son un tipo de helado industrial. No pagues de más por un helado que no es artesanal y fíjate bien en su composición en el supuesto de que lo adquieras en el supermercado.

Recuerda que los helados artesanales son elaborados por heladeros artesanos en su obrador, los cuales se venden posteriormente en sus heladerías. Estas pueden ser pequeñas o grandes, puesto que hay incluso franquicias de este tipo que se han popularizado por todo el país donde puedes degustar desde los sabores más clásicos hasta los más innovadores.

No obstante, los nutricionistas aconsejan que, aunque los helados artesanales son más saludables que los industriales, hemos de comerlos con moderación y sin abusar. Y, en el supuesto de querer tomar helados con mucha frecuencia, recurrir también a los helados caseros que nosotros mismos podemos elaborar en nuestra cocina.

Helados caseros

Helado de arándanos
Helado casero de arándanos/Foto: Unsplash

La opción saludable de preparar en tu cocina tus propios helados caseros merece la pena tenerse en cuenta. De esta forma, sabrás con seguridad qué es lo que llevan en su composición y te asegurarás de que los peques de la casa tomen una buena cantidad de fruta en verano. Además, si alguno en la familia padece alguna alergia alimenticia o alguna intolerancia alimentaria, podrás preparar el helado eligiendo los ingredientes adecuados.

Como consecuencia, para consumir helados con frecuencia en esta época del año, los caseros son la mejor opción. Puedes utilizar fruta congelada, leche, frutos secos y yogures. Prepara los clásicos polos con zumos naturales, utiliza galletas o elige ingredientes como plátano, leche condensada, sandía o arándanos. Encontrarás infinidad de recetas para ello y, si no tienes heladera en casa, solo necesitarás un poco de paciencia para tenerlo listo. ¡El resultado merece la pena!



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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