El verano es una época que tiene muchas cosas buenas, como el tiempo libre, las vacaciones, el sol, la playa… aunque tiene también muchos aspectos en contra. No estamos hablando del calor sofocante que nos invade, que podría ser uno perfectamente, sino del aumento de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Las estimaciones apuntan a que los diagnósticos de las infecciones aumentarán un 15% en el segundo semestre del año, provocadas sobre todo por la época estival. 

La mayoría de los afectados son los hombres (65%), pero las mujeres han sufrido un aumento exponencial, ya que en tan solo una década han aumentado un 1.000% los casos, según un estudio elaborado por el observatorio de salud femenina Bloom. 

En el caso de la gonorrea, los casos se han multiplicado por seis, mientras que los de la sífilis se han duplicado desde 2019. La Revista Española de Salud Pública, publicación que depende del Ministerio de Sanidad, explica que el problema de las ITS es que están “infravaloradas” y que el estigma que tiene implícito provoca que la gente no se haga un chequeo, y menos aún si no tiene ningún síntoma que le alerte, por lo que cuesta detectarlas. 

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El Instituto Catalán de la Salud (ICS), por su parte, alerta también de los problemas asociados al verano. “Las tasas de incidencia de algunas ITS como la sífilis infecciosa, la gonococia y la clamidia suelen ser más altas durante el segundo semestre del año de forma progresiva”, comenta el centro, y en 2017 registró un 56% más de casos nuevos que en los dos años anteriores. Las dos ITS que más crecimiento registraron fueron la gonococia y la clamidia. 

Sin embargo, la infección que se llevó la palma fue el condiloma acuminado, lo que se conoce como verruga genital, ya que alcanzó los 140 casos por cada cien mil habitantes, y le siguió el herpes genital con 60. 

Ya quitando el foco en la época estival, hay que destacar que cada día se contagian un millón de personas en el mundo de alguna ITS, según datos de la OMS.

La explicación a qué se debe el aumento de las infecciones en verano se debe a un componente conductual. Las ITS no son estacionales, es decir, por el hecho de haber calor no se propagan con más facilidad, igual que sucede con la gripe en invierno, por ejemplo. Sin embargo, la conducta en verano cambia en muchas personas y es ahí cuando la circulación de éstas se propaga. 

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“En verano suele haber un ligero repunte de las infecciones de transmisión sexual que está relacionado con el ocio y el contacto social que se traducen en un aumento de la oportunidad para mantener relaciones esporádicas con distintas parejas que, en algunos casos, acabamos de conocer”, explicaba Javier de la Fuente, internista y vocal de VIH y hepatitis virales del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna, en una entrevista con CuídatePlus. 

Esta afirmación se refuerza con los datos del estudio de Bloom, ya que el 26,09% de las mujeres a las que le han diagnosticado alguna ITS considera que su contagio se produjo durante las vacaciones. 

Otro ejemplo estadístico que relaciona el incremento de infecciones con las vacaciones son los datos obtenidos de Catalunya. En 2019 fue la comunidad autónoma que más turistas recibió, más de 25 millones según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y también fue la región que más casos de clamidia, gonorrea, linfogranuloma venéreo, sífilis y VIH notificó. 

¿Cómo evitar los contagios?

Uno de los métodos anticonceptivos más habituales y más efectivos es el preservativo. De hecho, los anuncios de televisión han girado normalmente en torno a este método. Uno de los comerciales más recordados es el de la campaña ‘Póntelo, pónselo’, hace ya más de tres décadas, intentaba concienciar de la necesidad de protegerse ante las ETS y los embarazos no deseados. 

Este anuncio revolucionó a toda España, ya que hablar de sexo en el ámbito público en la década de los noventa era algo prácticamente impensable. Sin embargo, sirvió para romper el tabú y concienciar a la gente de que debía protegerse antes de tener un encuentro íntimo con otra persona, fuese conocida o desconocida. 

Por lo tanto, el preservativo previene tanto las infecciones como los embarazos. En el caso de las relaciones de personas con vaginas, existen barreras de látex para que el contacto sea seguro. 

Algunas de las pistas que te pueden indicar que algo no marcha bien ahí abajo es la aparición de dolor, picor, inflamación, secreciones o úlceras de todas aquellas zonas en las que se haya tenido contacto durante la relación sexual, ya sea la vagina, el ano o la boca. Sin embargo, hay algunas ITS que son asintomáticas, esa palabra que tan famosa se hizo a raíz del COVID. 

Puede darse el caso de que no tenga ninguna manifestación física, por lo que si has mantenido una relación sexual y quieres asegurarte de que no tienes ninguna infección, lo más recomendable es acudir a un médico de Atención Primaria para realizar un cribado. De esta forma, podrás tratar tu ITS y evitarás propagarlo a otras personas sin saberlo.