Contaminación lumínica: ¿por qué no podemos ver las Perseidas desde la gran ciudad?

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Cada mes de agosto llega la fascinante lluvia de Perseidas, también denominada las lágrimas de San Lorenzo. Este fenómeno de meteoros o estrellas fugaces es todo un espectáculo que disfrutar en espacios naturales y zonas rurales, así como en los destinos Starlight en España y alrededor del mundo.

No obstante, no podemos ver las Perseidas desde la gran ciudad cuando esto sucede. Es obvio que tiene que ver con la contaminación lumínica, pero ¿por qué sucede esto así? Nos adentramos en este tema y descubrimos este fascinante fenómeno astronómico.

Qué es la lluvia de estrellas

Lluvia de estrellas
Lluvia de estrellas/Foto: Unsplash

La lluvia de estrellas o Perseidas se sucede cada año en el hemisferio norte a mediados de agosto, en torno al día de San Lorenzo (10 de agosto), de ahí que se conozca también por su otro nombre. Este verano, el día principal para ver las lágrimas de San Lorenzo, es la noche entre el 12 y el 13 de agosto.

El fenómeno astronómico de las Perseidas se produce cuando la Tierra se cruza con la órbita de un cometa, el denominado 109P/Swift-Tuttle. Este, a su paso, va dejando partículas pequeñas que, cuando entran en contacto con la atmósfera de nuestro planeta, da lugar a esos haces de luz que se convierten en toda una lluvia de estrellas fugaces.

Dónde ver las Perseidas

Canarias
Canarias/Foto: Unsplash

Para disfrutar de este espectáculo natural no es necesario utilizar telescopios ni instrumentos astronómicos, puesto que las puedes observar a simple vista. Sin embargo, sí resulta imprescindible alejarse de las zonas urbanas para contemplarlas en todo su esplendor. Las playas, los parajes de montaña, los parques naturales… Todos ellos son perfectos para contemplar las lágrimas de San Lorenzo.

No obstante, si quieres vivir esas noches al máximo contemplando las lágrimas de San Lorenzo y eres aficionado al turismo astronómico, hay algunos destinos perfectos para ello. Lo mejor que puedes hacer es elegir los escenarios Starlight para programar una escapada en agosto. Aunque si tienes alguno cerca del lugar en el que vives, no dudes en aprovechar la oportunidad.

Encontrarás destinos Starlight en lugares como la Costa da Morte, Peña Trevinca y la isla de Ons en Galicia; los Campos de Hellín y Cabañeros en Castilla-La Mancha; Gran Canaria y Santa Lucía de Tirajana en las islas Canarias; Las Hurdes y Monfragüe en Extremadura; Allande en Asturias; la Sierra de Cádiz en Andalucía; y el Valle del Roncal en Navarra, entre muchos otros.

Contaminación lumínica

Nueva York
Nueva York/Foto: Unsplash

El problema para ver las estrellas en las grandes ciudades y núcleos de población es la contaminación lumínica que existe en ellas. Y el problema no parece ir a solucionarse, puesto que se incrementa año tras año. Hay que tener en cuenta que, para poder disfrutar del cielo por la noche, resulta imprescindible la oscuridad natural, pero en esos entornos urbanos ha desaparecido por completo.

Las luces artificiales de las ciudades, con sus comercios, sus pantallas de anuncios, sus farolas y sus carteles luminosos terminan invadiéndolo todo durante toda la noche. Tanto es así que, en torno a estas localidades, se forma una especie de halo luminoso que puede llegar a contemplarse a cientos de kilómetros de distancia. Así que las estrellas difícilmente pueden deslumbrarse desde ellas.

Consecuencias de la contaminación lumínica

Los Ángeles
Los Ángeles/Foto: Unsplash

Pero las consecuencias de la contaminación lumínica van más allá de que no podamos ver las estrellas si estamos en la gran ciudad. Ese exceso de luz artificial a todas horas también afecta a nuestra salud. El ciclo de la luz y la oscuridad que se sucede con el día y la noche contribuye a regular nuestro ritmo biológico, el cual resulta imprescindible para dormir y descansar de manera adecuada. Pero la numerosa y constante iluminación nocturna provoca que se altere mucho más de lo que imaginamos.

Por su parte, los científicos advierten que esta contaminación lumínica no solo nos afecta a nosotros, sino también a muchos otros seres vivos con los que compartimos el planeta, como plantas, insectos, mamíferos, aves, anfibios y peces. De tal manera, esta contaminación lumínica podría considerarse una nueva amenaza y un elevado porcentaje de habitantes del planeta vive ya bajo cielos contaminados.

La solución pasa por una iluminación responsable y adecuada del entorno, sin necesidad de que haya que prescindir por completo de ella. Pero aquí es necesario usar el sentido común y adoptar unos hábitos que contribuyan a que todos aumentemos nuestra calidad de vida. Como consecuencia, el ahorro energético también se beneficiará de ello. Así no habrá que alejarse tanto de la gran ciudad para poder las estrellas.

Y si este verano tienes la oportunidad de contemplar esta lluvia de estrellas fugaces, que no se te olvide pedir un deseo. No olvides que, según la tradición y la superstición, ver una estrella fugaz da buena suerte.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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