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Chica en bikini posando en una piscina
El verano, la mejor época del año para presumir de vida. (Joao Jesus / Pexels)
Operación bikini
La operación bikini vuelve cada verano con vistas a alcanzar los estándares de belleza. (Lisa Fotios / Pexels)

La operación bikini, una guerra simbólica contra las mujeres

Millones de mujeres se lanzan cada año a la temida ‘operación bikini’ con el objetivo de conseguir el cuerpo ‘perfecto’ pero… ¿merece la pena? En UwU te contamos por qué es una estafa que conviene dejar atrás cuanto antes.

Helena Ortega

Llega el verano y con él la diversión, los días de playa o piscina, los viajes a la costa… y los bikinis. Un elemento sencillo, que, sin embargo, puede convertirse en una tortura.. ¿Qué poder tiene una prenda tan pequeña para que cada año consiga dar un giro de 180º a nuestra rutina? Desafortunadamente, más de lo que parece. 

‘Operación bikini’ es un concepto que vemos en gimnasios, revistas y tutoriales de YouTube una vez que terminan las vacaciones de navidad y Mariah Carey ha vuelto a su proceso de congelación. Son dos palabras que aterran a la gran mayoría de mujeres, y con motivo. Por su culpa nos privamos de los platos que más nos gustan y nos volvemos hipervigilantes con nuestro cuerpo durante la primera mitad del año. Aunque siendo sinceros, la otra mitad buscamos perder esos kilillos “de más” que se cogen en vacaciones, creando un conflicto interno que no tiene fin. 

Las mujeres, el target de la ‘operación bikini’

Aunque la ‘operación bikini’ afecte a toda la población, son las mujeres las que más la sufren cada año, puesto que los cánones de belleza impuestos por la sociedad han maltratado a las mujeres desde tiempos inmemoriales. Ya sea a través de dietas milagro, cremas para las estrías o anticelulíticas, y torturas en forma de depilación, las mujeres están condenando constantemente a su cuerpo a cumplir los cánones de belleza patriarcales. 

@henarconh_ Nuevo capitulo de #2rubiasmuylegales en @podimo_es ♬ sonido original – Henar Álvarez

Relacionar el valor de una mujer con su aspecto es un concepto que se ha grabado en la mente de todos a través de series, películas, revistas y anuncios. Esto supone una guerra simbólica contra las mujeres, que terminan por hacer auténticas piruetas para adaptarse al físico que esté de moda. ¿Se lleva tener un trasero prominente a lo Kim K? Pues nos hacemos una BBL (brazilian butt lift) aunque perdamos miles de euros y nos arriesguemos a pasar por quirófano, con todas las complicaciones de salud que puede tener una operación de cirugía estética. ¿Vuelve a estar de moda la delgadez extrema? Adiós a los hidratos. 

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En todo momento, las mujeres tienen como referencia las medidas del 90-60-60, aunque nadie conozca las proporciones ideales para los hombres ni se pongan en valor nuestras capacidades intelectuales. Con este panorama, la operación bikini es una constante de la cual es difícil despegarse, algo similar a aquel ex tóxico que lleva tres años haciéndote refuerzo intermitente. 

El afán por hacerse con un cuerpo ‘perfecto’ lleva a la gran mayoría de mujeres a apostar por las peligrosas dietas milagro, que en teoría permiten perder bastante peso en poco tiempo, y en la práctica se traduce en pasar hambre noche y día. 

 

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomienda llevar una dieta equilibrada basada en «aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos», unido a «realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos)». Por lo tanto, cumpliendo esto serías técnicamente una persona sana, independientemente de cómo sea tu cuerpo.

El negocio de ser guapa

El boom de las redes sociales ha hecho un flaco favor al género femenino, causando que mujeres de todas las edades sean bombardeadas a diario con imágenes y videos de físicos imposibles. Así lo desvela un estudio elaborado por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2021, que afirma que Instagram afecta a la autoestima del 32% de sus usuarios.

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Lo cierto es que con el desarrollo de la tecnología cada vez más difícil discernir entre lo real y lo falso (si no que se lo pregunten a las víctimas del deepfake), por lo que los filtros, el Photoshop y las herramientas de edición se encargan de mostrar cuerpos ‘perfectos’ que probablemente nada tengan que ver con el nuestro.

Asimismo, los estándares de belleza en las mujeres han creado un negocio de lo más rentable. Desde las clínicas de depilación láser a la cirugía estética, existe una industria multimillonaria que se lucra de con los complejos y las imposiciones estéticas que sufren las mujeres, por lo que a nivel financiero no conviene que las mujeres alcancen esa anhelada belleza que solucionará mágicamente todos sus problemas. 

 

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Seguir la ‘operación bikini’ al pie de la letra, además de ser un proceso más cansino que los chistes de José Mota, puede ser peligroso al convertirse en un factor predisponente a desarrollar un TCA o una carencia nutricional. Ningún cuerpo perfecto vale la pena si le pasa factura a tu salud física y mental. No lo olvides: solo necesitas un cuerpo y un bikini para superar esta operación. Nadie dijo que ninguno de los dos tuvieran que ser de revista.